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- [FF Oneshot] Infinite - I think I'm sick
Posted by : SooriBang
27/4/15
Título: I think I'm sick
Autor: SooriBang
Extensión: 1 Capítulo (Oneshot)
Grupo: Infinite
Pareja: YaDong
Género: Comedia, romance, yaoi.
Advertencias: Lemon (y tal~)
Resumen: Dong Woo está enfermo. Así, como lo leéis. El loco hiperactivo de Infinite tiene que guardar reposo en la cama mientras Hoya está ocupado rodando su película y es Sung Kyu el que tiene que cuidarle... si no muere en el proceso claro está y si Hoya no tarda demasiado en volver... aunque debería de hacerlo para la hora de la cena tal y como le había prometido al enfermo esa misma mañana porque si llegaba tarde no habría quien aguantase a Dong Woo con sus quejas y lloriqueos.
Pero Hoya tiene una manera muy sutil y placentera de contentar a su hyung enfermo y de que no le riña demasiado por llegar tarde además de, por supuesto, curarle todos los resfriados del mundo. La cuestión es... ¿logrará Hoya terminar de grabar la película y no caer enfermo en el proceso con esa lapa adorable y necesitada de mimos que tenía por hyung?
Infinite - I think I'm sick.
-
No.
- ¿No qué?
- Que todavía no.
- ¡No sabes ni lo que voy a preguntar!
- Vas a preguntarme si he terminado de grabar y la respuesta es no, hyung.
- Juro que hay veces que me das auténtico miedo... - gruñe Sung Kyu como respuesta mientras bufa y hace sonidos raros a través del móvil -... ¿pero te queda mucho? Yo ya no sé si aguantaré mucho más sin ahogar a ese niño con la almohada.
- Está enfermo hyung, ten en cuenta que le han pedido que guarde reposo y ya lo conoces, estará dando saltitos en el colchón diciendo que se aburre.
- Pues eso lo hará contigo porque conmigo está muy insoportable y no hace más que preguntar “¿dónde está Hoya y cuándo va a venir? ¡¡porque me aburro mucho!!”
- Es adorable.
- ¡NO ES ADORABLE! ¡Es como tener a un niño de cuatro años metido en el cuerpo de un adulto de veinticuatro que solo sabe quejarse, decir que tiene calor, que tiene frío, que tiene hambre, que los dinosaurios se han extinguido y que por culpa de esa maldita película le han quitado a su Hoaegi!
Una dulce sonrisa apareció en el rostro de Hoya que se encontraba en plena grabación de la película. En cuanto había tenido un momento de descanso había salido fuera a llamar a Sung Kyu para preguntar como se encontraba Dong Woo y fue entonces cuando vio las siete llamadas perdidas que tenía. No hizo falta saber a qué venían tantas llamadas, estaba claro que el líder iba a subirse por las paredes y estaría rezando a sus dioses hamsters para que Hoya volviera cuando antes a casa y le librase de aquel sufrimiento.
- En realidad me ha pedido que te diga algo si lograba hablar contigo... - murmura el mayor con un hilo de voz que hizo a Hoya alzar una ceja.
- ¿Y qué es?
- Es que...
- ¿Hyung?
- Dios santo es vergonzoso, no puedo decirlo, me niego...
Hoya aguantó las carcajadas que querían escaparse al imaginar a su líder caminando como un león enjaulado porque, conociendo a Dong Woo, alguna burrada habría soltado y ahora Sung Kyu quería morderse la lengua antes de decir aquello en voz alta.
- En cuanto me vea preguntará si me has dicho lo que te había pedido y si no lo haces te perseguirá hasta el fin del mundo reprochándotelo.
- Antes no era así... antes era inocente, y agradable y no se quejaba en absoluto y... ¡es culpa tuya, has mancillado a Dong Woo!
- Depende de lo que entiendas por mancillar. Si hablamos de lo que pasa por su mente eso le viene desde hace tiempo, otra cosa es que las cosas no las diga en voz alta a cualquiera. En cuanto a mancillar lo que viene siendo su cuerpo entonce sí que...
- ¡AH, NO LO DIGAS, NO QUIERO SABERLO!
- Entonces yo de ti diría el mensaje que te ha pedido y te quitas un peso de encima, hyung.
-
Bueno mensaje mensaje... en realidad estábamos hablando, le he
preguntado qué quería de comer y me ha dicho helado y yo le he
dicho que eso sería peor para su garganta entonces ha empezado a
decir “¡entonces quiero un Hoaegi de chocolate!” y obviamente yo
le he dicho que hacer una tableta de chocolate de tu tamaño cuesta
mucho dinero y si se creía que yo era rico...- ¿No qué?
- Que todavía no.
- ¡No sabes ni lo que voy a preguntar!
- Vas a preguntarme si he terminado de grabar y la respuesta es no, hyung.
- Juro que hay veces que me das auténtico miedo... - gruñe Sung Kyu como respuesta mientras bufa y hace sonidos raros a través del móvil -... ¿pero te queda mucho? Yo ya no sé si aguantaré mucho más sin ahogar a ese niño con la almohada.
- Está enfermo hyung, ten en cuenta que le han pedido que guarde reposo y ya lo conoces, estará dando saltitos en el colchón diciendo que se aburre.
- Pues eso lo hará contigo porque conmigo está muy insoportable y no hace más que preguntar “¿dónde está Hoya y cuándo va a venir? ¡¡porque me aburro mucho!!”
- Es adorable.
- ¡NO ES ADORABLE! ¡Es como tener a un niño de cuatro años metido en el cuerpo de un adulto de veinticuatro que solo sabe quejarse, decir que tiene calor, que tiene frío, que tiene hambre, que los dinosaurios se han extinguido y que por culpa de esa maldita película le han quitado a su Hoaegi!
Una dulce sonrisa apareció en el rostro de Hoya que se encontraba en plena grabación de la película. En cuanto había tenido un momento de descanso había salido fuera a llamar a Sung Kyu para preguntar como se encontraba Dong Woo y fue entonces cuando vio las siete llamadas perdidas que tenía. No hizo falta saber a qué venían tantas llamadas, estaba claro que el líder iba a subirse por las paredes y estaría rezando a sus dioses hamsters para que Hoya volviera cuando antes a casa y le librase de aquel sufrimiento.
- En realidad me ha pedido que te diga algo si lograba hablar contigo... - murmura el mayor con un hilo de voz que hizo a Hoya alzar una ceja.
- ¿Y qué es?
- Es que...
- ¿Hyung?
- Dios santo es vergonzoso, no puedo decirlo, me niego...
Hoya aguantó las carcajadas que querían escaparse al imaginar a su líder caminando como un león enjaulado porque, conociendo a Dong Woo, alguna burrada habría soltado y ahora Sung Kyu quería morderse la lengua antes de decir aquello en voz alta.
- En cuanto me vea preguntará si me has dicho lo que te había pedido y si no lo haces te perseguirá hasta el fin del mundo reprochándotelo.
- Antes no era así... antes era inocente, y agradable y no se quejaba en absoluto y... ¡es culpa tuya, has mancillado a Dong Woo!
- Depende de lo que entiendas por mancillar. Si hablamos de lo que pasa por su mente eso le viene desde hace tiempo, otra cosa es que las cosas no las diga en voz alta a cualquiera. En cuanto a mancillar lo que viene siendo su cuerpo entonce sí que...
- ¡AH, NO LO DIGAS, NO QUIERO SABERLO!
- Entonces yo de ti diría el mensaje que te ha pedido y te quitas un peso de encima, hyung.
Hoya negó con la cabeza sabiendo perfectamente que lo que su hyung quería no era precisamente una tableta de chocolate gigante.
- ...¿y sabes qué me suelta? ¡que lo que quiere es tenerte a ti pero cubierto de chocolate! ¿¡tu sabes lo que ha sido imaginar eso!?
- ¿Entonces el mensaje es que quiere que compre chocolate líquido?
- No... bueno, en parte sí. Después ha empezado a delirar y soltar una burrada detrás de otra que te juro que no he entendido ni la mitad porque, ¿qué demonios quiere decir con que se convertirá en un dragón y lanzará llamaradas a quien intente robar su tesoro? He terminando asociando las llamaradas con que tenía fiebre y en efecto, tenía fiebre pero tranquilo que acabo de comprobarlo y ahora no tiene, está durmiendo como si de un angelito se tratase y no hubiera sido él quien me ha dado un apretón en el trasero solo para comprobar que no eras tú – coge aire y cierra los ojos rezando a todos los dioses existentes - así que, jamás creí que diría esto pero te imploro que vengas cuanto antes.
Ahora Hoya sí que tuvo que soltar una pequeña risita, porque es que podía imaginarse perfectamente a su hyung haciendo pucheritos y quejándose de que no quería ese trasero y por ende a Sung Kyu gritando que no quería escuchar nada más pero al mismo tiempo quejándose y reivindicando que él tenía un muy buen trasero.
- Si ese era el mensaje lo he pillado todo no te preocupes, y ahora tengo que colgar hyung, vigila a Dong Woo y gracias.
- ¿Qué? ¡no, espera, no cuelgues, no me dejes solo con ese loco!
- Es inofensivo, llenale la cama de peluches y si no puede dormirse cántale algo o le acaricias el pelo.
- ¿Pero cuántos años se cree que tiene?
- Hyung cuelgo ya, nos vemos en un rato.
- ¡No, espe-...!
Pero Hoya ya había colgando dejando a Sung Kyu mirando la pantalla del móvil con la esperanza de que fuera algún portal y de ahí apareciera el menor con una sonrisa diciéndole que tenía varios días libres y podía cuidar él a Dong Woo.
Soñar era gratis, ¿verdad?
- Hyung... - gimotea una vocecita algo ronca que se asomaba por la puerta con los ojillos entrecerrados - ...me ha parecido escuchar la voz de Hoya.
- Estaba hablando con él, dice que no ha terminado pero que no tardará – miente porque sabía que si le decía a Dong Woo que no sabía a qué hora vendría el chico estaría quejándose todavía más - … ¿cómo demonios has logrado escuchar su voz desde la habitación?
- No lo sé, pero estaba cantando.
Sung Kyu negó con la cabeza señalándole la cama con el dedo.
Seguramente el segundo mayor volvía a tener algo de fiebre.
- A la cama ahora mismo.
- Pero no tengo sueño.
- No me mientas.
- Bueno vale, es que no puedo dormir.
- Anda vamos, te cantaré algo y te llenaré la cama de peluches.
- Entonces sí que estabas hablando con Hoya.
Dong Woo sonríe dulcemente haciendo caso al líder y metiéndose en la cama.
- ¿No me has creído cuando he dicho que estaba hablando con él?
- No creí que quisieras hablar con él dado que te había pedido que le dieras cierto mensaje, ¿se lo has dado? - pregunta una vez metido de nuevo en la cama y abrazándose a algunos dinosaurios de peluche que Sung Kyu le estaba dando.
- Es la última vez, ¿me oyes? la última vez que os hago de lechuza mensajera.
- Hyung gracias por cuidarme – sonríe Dong Woo ampliamente y Sung Kyu tuvo que admitir que esa sonrisa lograba ablandarle el corazón.
- Anda calla e intenta dormir, quizás cuando despiertes Hoya ya esté aquí.
Ese simple pensamiento animó bastante al castaño que cerró los ojitos sin perder la sonrisa.
- Y si no viene iré yo mismo a buscarlo – susurró el enfermo con un hilo de voz haciendo que Sung Kyu se preocupase un poco porque no sería la primera vez que Dong Woo se plantaba a buscar a Hoya donde fuera que estuviese.
Vale, en ocasiones Dong Woo sí que le parecía adorable con sus acciones.
Pero solo en contadas ocasiones.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Era raro que Dong Woo se enfermase, pero cuando lo hacía solía darle fiebres altas así que lo mejor era que guardase cama, o al menos lo intentase porque con lo hiperactivo que era solía ser misión casi imposible que se quedase todo el día metido en la cama.
A decir verdad si no fuera precisamente por eso, porque le habían ordenado guardar reposo, el chico ya se habría plandado en el set de grabación en busca de su dongsaeng y asegurándose de que estaba comiendo en condiciones y que estaba perfectamente bien.
Ya lo hizo cuando estaba grabando Reply, aunque su excusa cuando se plantaba allí era siempre la de “después de haber estado practicando conmigo todas esas escenas tengo que asegurarme que lo haces bien”.
Pues sí, era cierto, ¿con quién si no iba a practicar algunas de las escenas de Reply?
Por ejemplo aquella tan incómoda y delicada como la de la confesión.
<< Flashback >>
- Hyung... ¿seguro que quieres hacer esto?
- ¡Tienes que ensayar esta escena!
- Ya pero... sigue siendo algo incómoda.
- ¿Prefieres ensayar con cualquier otro?
Hoya niega rápidamente con la cabeza porque si con su novio le daba vergüenza ensayar este tipo de escenas no quería ni imaginarse lo que sería hacerlo con cualquier otro de los miembros. Aparte de que la mayoría se negaría rotundamente y otros lo harían para después usarlo en su contra.
Dong Woo estaba especialmente entusiasmado con eso.
Leía una y otra vez las diferentes escenas, pero centrándose en aquella que le había pedido el menor que estudiase con él.
- Veamos... estamos sentados – se deja caer en el sofá sin apartar la mirada del guión – y empezamos la conversación – mira al menor y le indica con palmaditas en el sofá que se siente.
- Demasiado emocionado estás tú.
- No me juzgues, es emocionante y además eres adorable con las mejillas rojitas.
- No están rojitas y no soy ador-... – murmura sentándose a su lado.
- Ya, y tampoco eres adorable, ¿verdad? - le corta antes de terminar la frase, soltando una carcajada – venga, hagámoslo.
- ¿Aquí hyung? Te recuerdo que puede venir cualquiera en cualquier momento – bromea intentando sonar serio y ganándose un golpe en la cabeza con el guión.
- Céntrate bichito y no pienses en maldades, primero el guión, después el ejercicio.
Hoya asiente con una sonrisa mirando dulce a su hyung que leía una y otra vez las líneas que le tocaban para que no se le olvidasen.
- Listo, podemos empezar – anuncia poniéndose de repente serio, algo bastante raro en él cabe añadir - … así que... ¿por qué te gusta Si Won?
Hoya lo mira ligeramente cohibido y Dong Woo está apunto de saltar a su cuello para abrazarle pero se resistió manteniendo una cara seria. Se había dicho que iba a ayudar al menor a ensayar y lo iba a hacer.
- Ella no me gusta – le contesta con ese acento de Busan que tanto le gustaba y que de nuevo le hacían querer abrazarle y achucharle.
Intenta hacerse el sorprendido como bien recordaba que ponía en el guión pero permanece callado, dejando al menor continuar.
- Hay alguien más que me gusta...
Hoya no le mira, demasiado ocupado mirándose las zapatillas porque de haber mirado a su hyung se habría dado cuenta que tenía una cara que mezclaba diversos sentimientos.
- ¿Quién es? - pregunta Dong Woo controlando su tono de voz.
Puede ver a Hoya mordiéndose los labios, mirando al cielo como si allí encontrase la fuerza suficiente para decir lo que tenía que decir. Y Dong Woo contuvo la respiración, expectante, apenas sin parpadear sobre todo cuando el menor gira la cabeza para mirarle.
- Tú – le suelta de repente con esa carita de circunstancia tan adorable.
Y Dong Woo jura que alguien tuvo que empujarle, algún fantasma de esos que tanto miedo le dan, porque no supo como en un momento estaba sentando al lado del menor escuchándole atentamente y al segundo se encontraba acariciando las mejillas y besándole profundamente.
Hoya ahogó un gemido de sorpresa pero correspondió el beso, pasando sus brazos por la cintura del mayor para acercarle hasta él.
- Hyung... esto no está en el guión.
- Calla, he decidido que haremos nuestra propia serie.
- ¿Igual que cuando decidiste lo del Rappers Got Married?
- No me juzgues, ahí no estabamos saliendo pero me daban tantas ganas de saltar encima de ti que algo había que hacer...
- Ya, ¿y quién te dice a ti que no quería que me saltases?
- ¡No iba a hacerlo con las cámaras enchufadas!
- Nop, lo hiciste tiempo después en la cocina del apartamento.
- No te oí quejarte.
- ¿Por qué habría de hacerlo?
- Podrías haberlo hecho...
- Pero no lo hice.
- Gracias a dios, no te imaginas el miedo que tenía... - murmura escondiendo su rostro en el cuello del menor.
- Hyung eso son cosas del pasado, ahora estamos aquí, ¿verdad?
El mayor asiente rápidamente acomodándose sobre el chico sin intención de moverse de allí, dejando el guión completamente de lado.
- ...esto, hyung, no me quejo en absoluto de que me uses de colchón pero, ¿no ibas a ayudarme con la escena?
- Te ha salido perfecta, demasiado, no la hagas tan perfecta a ver si el drama da un giro radical y aquel termina confesándote su amor así de repente.
- Estás celoso.
- No estoy celoso, solo soy previsor – el mayor suelta un pequeño quejidito, frunciendo el ceño y haciendo que Hoya lo meciera dentro del abrazo con cariño.
Si de por sí su hyung era adorable cuando estaba algo celoso era terriblemente adorable.
- Hyung, te quiero.
Dong Woo alzó la cabeza parar mirarle levemente sorprendido.
- ¿Y eso tan bonito a qué viene ahora?
- Me apetecía decírtelo.
- Tsk, ¿qué voy a hacer contigo? Encerrarte, sep, voy a tener que encerrarte en una cajita de cristal para impedir que te roben...
- No me van a robar.
- … entonces me transformaré en dragón y mataré a quien ose robar mi tesoro...
- Hyung empiezas a delirar.
- … y entonces vivieremos felices y comeremos perdices aunque las perdices no me gustan, ¿podemos comer salmón? me gusta el salmón.
- Comeremos lo que quieras.
- Perfecto, entonces comeremos salmón – concluye el mayor con una amplia sonrisa volviendo a acomodarse sobre Hoya, usándolo de colchón y quedándose en un agradable silencio exactamente tres minutos porque obviamente Dong Woo comenzó con otra batalla épica que Hoya intentó entender pero que dejó por imposible.
La conclusión final de todo esto fue que iban a comer salmón y que Dong Woo tendría que ir a vigilarle para que no le robasen.
Y cumplió su palabra, vaya que la cumplió.
Se plantaba allí siempre que su agenda se lo permitía y después volvía con el menor y el manager a su apartamento, halagando al chico por lo bien que le había salido la escena.
Lo hizo durante prácticamente un mes, hasta el último día de grabación e incluso en aquella escena en la que todos salían del restaurante dónde habían estado cenando y de reunión de antiguos alumnos.
Pero lo que fue más increíble de todo aquello es que el director, que al final le había cogido un cariño impresionante al chico (y quién no), le preguntó si tenía carnet de conducir y le apetecía hacer un cameo sin que nadie más se diera cuenta.
Por supuesto el Dong Woo tardó menos y nada en decir que sí, saltitos incluidos en esa respuesta, y le preguntó qué tenía que hacer.
- Simplemente recoger a Ho Won a la salida del restaurante con un coche, ¿podrás hacerlo?
- ¡Claro, delo por hecho! - exclamó emocionado antes de que el técnico encargado lo guiase hasta el vehículo en cuestión y le explicase que no tenía que preocuparse por nada, las ventanillas estaban tintadas y no se vería el interior.
- Tampoco me molestaría, sinceramente – admite por lo bajito antes de asentir cordialmente al técnico y subirse al coche, preparado para cuando le dieran la señal.
Hoya por supuesto no sabía nada, se suponía que era el técnico el que lo recogería en el coche y avanzaría los metros suficientes hasta que el director diera el visto bueno.
Por eso no pudo evitar gritar cuando vio a su hyung mirándole con una sonrisa de oreja a oreja dentro del coche.
- ¡¡HYUNG!! ¿Pero qué...?
- ¡Hoaegi mira, estoy saliendo en el drama!
- Hyung por dios, dime que no has robado el coche para venir a recogerme.
- Ani ani, el director me ha dicho que venga hasta aquí, te recoja y después avance unos cuantos metros, ¡¡hasta yo puedo hacerlo!!
- Pero esto..
- ¡Corten! ¡Ho Won tienes que mirar dentro del coche con una sonrisa no con esa cara de espanto! Creía que ver una cara conocida te resultaría una ayuda...
- Bien, ¡volvamos a rodar esta roma! Dong Woo-ssi por favor retrocede hasta el principio.
Dong Woo saca la cabeza por la ventanilla haciéndole un ok con los dedos al director antes de despedirse del menor que lo miró negando divertido con la cabeza.
Definitivamente su hyung era único en su especie y, sinceramente, esta escena también tenía un significado porque se suponía que dentro del vehículo estaba una persona especial para él.
Y, cuando la escena volvió a ser rodada, ahora sabiendo lo que le esperaba, la sonrisa encantadora al ver a su verdadera persona especial recogiéndole con el coche salió por si sola.
<< Fin Flashback >>
Así que, en el fondo, Hoya maldecía el hecho de que su hyung se hubiera resfriado justo cuando estaba de grabación porque adoraba verle por allí, dando saltitos para que le viera entre todo el personal del staff y asegurándose que no pasaba frío o que comía en condiciones.
Suspiró mirando la pantalla del móvil dándose cuenta de que se le estaba haciendo tarde y no llegaría a tiempo para la cena como le prometió al mayor.
El director le llamó, asegurándole que aquella sería la última escena por hoy y Hoya asintió, teniendo como objetivo hacer aquella escena tan malditamente perfecta que nadie se atrevería a decir en voz alta la frase “vamos a repetirlo”.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
- Intenta que Dong Woo no te pegue el resfriado, recuerda que estás en plena grabación.
- Claro hyung – contesta revisando el contenido de la bolsa de plástico y asegurándose de que había comprado de todo en el súper.
- Eso, en tu idioma, significa “no prometo nada con esa lapa que tengo por hyung”.
- Está enfermo y se supone que no puede salir de la cama.
- Tú lo has dicho, se supone. Yo personalmente lo dudo - se despide con la mano antes de arrancar el coche y girar por la esquina en dirección a su casa, dejando al chico con una pequeña sonrisa en el rostro y casi que trotando hacia el interior del ascensor enviando un mensaje a cierto hyung que sabía que iba a salir como alma que lleva al diablo en cuanto lo recibiera.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Deja la puerta abierta al salir.
Gracias.
- Un chico de sabias palabras, sin duda – murmura Sung Kyu que acababa de recibir el mensaje y, más rápido que nadie, se asomó para asegurarse que Dong Woo continuaba metido en la cama.
Se encontró al chico mirando su movil y haciendo pucheritos inconscientemente.
– Otra vez estará viendo vídeos o fotos, este niño sin duda es masoquista.
Niega con la cabeza antes de dirigirse de puntillas hacia la puerta con toda intención de hacer caso al mensaje que acababa de recibir aunque, teniendo en cuenta que iba a irse al piso de abajo donde vivían otro par de locos no es que fuera a descansar demasiado, pero algo es algo.
Abrió la puerta con cuidado de que Dong Woo no le escuchase y caminó hacia al ascensor al mismo tiempo que las puertas de este se abrían y Hoya aparecía con una pequeña sonrisa.
- Buenas noches hyung.
- Buenas noches Hoya, lo tienes haciendo pucheritos pero metido en la cama, no me preguntes cómo lo he logrado pero ha descansado bastante teniendo en cuenta que hablamos de Dong Woo – le informa apretando el botón para ir al piso de abajo y despidiéndose del moreno.
- Gracias por todo hyung – le despide moviendo el brazo y entrando en el apartamento, cerrando la puerta con cuidado para no llamar la atención.
Sabía que su hyung estaría algo enfadado porque le había prometido que cenarían juntos y eran más de las doce pero siempre contaba con un arma infalible que dejaba las defensas del mayor totalmente por los suelos.
Se dirigió a su habitación, esa que se usaba más como armario que otra cosa dado que solía dormir en la habitación de Dong Woo, más que nada porque era la más alejada de la de Sung Kyu y así no tenía que escuchar las quejas del líder a todas horas.
Una vez dentro dejó a un lado su mochila y la bolsa de plástico, sacando un par de cosas de la primera antes de rebuscar entre el armario y sacar una prenda de color blanco que a punto estuvo de hacerle soltar una carcajada al imaginarse la cara de su hyung cuando le viera.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Unos golpecitos en la puerta sacaron a Dong Woo de su ensoñación, demasiado ocupado leyendo cosas, viendo cosas y maldiciendo interiormente a todas las películas del universo que tenían secuestrado a Hoya en aquellos momentos.
- No insistas hyung, ya te he dicho que o me traes chocolate o no pienso cenar y menos algo cocinado por ti, ¡estoy enfermo pero aún tengo sentido del gusto! - le grita acomodando la sábana sobre su cuerpo y volviendo la vista al móvil.
- Con que el paciente en cuestión todavía no ha cenado, voy a tener que apuntarlo en su ficha... - anuncia Hoya intentando no sonreír al ver la cara que se le había quedado a Dong Woo en aquellos momentos, con el móvil cayendo graciosamente de sus manos y parpadeando varias veces como no dando crédito a lo que sus ojos estaban viendo.
- Hoya...
- Doctor Lee si lo prefieres – le regala una bonita sonrisa tomando asiento y mirándole fijamente antes de ponerle la mano en la frente – fiebre no tienes aunque la enfermera Kim me ha dicho antes por teléfono que habías llegado a tener algo.
Una carcajada se escapó de los labios del mayor al escucharle decir aquello.
- Enfermera Kim... como te oiga te gritará hasta el día del juicio final.
- Que grite lo que quiera, no puedo quejarme ya que te ha estado cuidando todo el día en mi ausencia – admite acariciándole el cabello con cariño.
- Si ponerte las gafas y la bata de médico es tu manera de pedirme disculpas por abandonarme cuando tengo fiebre no me importa que te vayas más a menudo.
- ¿Entonces debería irme y volver mañana? - pregunta en broma haciendo ademán de levantarse y logrando que Dong Woo se colgase a él cual koala, enrollando los brazos alrededor de su cuello.
- No no no no no, no te vas a volver a ir, no pienso dejar que te vayas, nunca, te ataré si hace falta...
Hablaba con tanta rapidez que si Hoya no estuviera entrenado después de todos aquellos años a su lado no hubiera entendido nada. Pero lo entendió a la perfección y lo rodeó con sus brazos devolviéndole el abrazo.
- No me voy hyung, hasta mañana por la tarde soy todo tuyo.
- ¿Te quedan muchas escenas? ¿crees que podré ir a verte?
- Para eso tienes que ponerte bueno y descansar.
Dong Woo se separa un poco para mirarle con los ojitos entrecerrados.
- Estarás bromeando, ¿verdad? no pretenderás que me quede de brazos cruzados teniéndote así vestido.
- Hyung que estás enfermo y esto era para que no te me enfadases por haber llegado tarde – le advierte Hoya aunque sabía de antemano que el mayor no iba a dejarle marchar así como así, menos con la ropa que llevaba puesta.
Y si añadimos que desde hacía casi veinticuatro horas que no le veía eso hacía que Dong Woo estuviera a punto de saltarle encima, más aún, y fusionarse con él.
De un rápido movimiento coge al menor por el borde de la bata y lo atrae hacia sí, atrapándolo entre sus piernas y dejándolo prácticamente tumbado sobre él.
- Menudo médico que tengo que ni me hace un diagnóstico completo – murmura enfurruñado
- Yo te veo bastante sano... y activo para qué mentir.
- Llevo todo el maldito día escuchando a Kyu hyung decir que no debo de moverme, ¿sabes lo que es estar aquí prácticamente encerrado y sin poder verte, ni tocarte, ni besarte? Es un maldito manicomio. Con el médico hámster loco y psicópata incluido.
Dong Woo suelta una risa al ver a Hoya negar con la cabeza, aunque también estaba sonriendo divertido ante las ocurrencias que tenía el mayor.
Cada día venía con algo nuevo.
- Entonces Kyu hyung te ha encerrado en un manicomio, ¿correcto?
- Sí doctor, esto es una casa de locos, ¿y sabe lo peor?
- Sorprendeme.
- Que en ocasiones oigo voces.
- Hyung ese debe ser Kyu hyung hablando delante del espejo y diciéndose lo guapo que es, complejo de Woo Hyun obviamente, o los locos de abajo que ponen la tele muy alta.
- No no no, es una voz muuuuy sexy que me dice cosas.
Hoya alza una ceja al escucharle.
A saber con qué locura iba a salirle ahora pero siempre era divertido seguirle la corriente.
- A veces oigo a Dios
hablarme. Me tienta e incita a cometer pecados – baja la voz de
repente como si le estuviera contando un secreto mundial – yo creo
que en el fondo es el diablo.
- Ya veo... ¿y ahora lo estás escuchando?
- Sep, ahora Dios, o el Diablo ya no estoy seguro, se ha disfrazado de mi médico y me incita a cometer pecados con unas gafitas muy sexis puestas.
Hoya estalla en carcajadas al escucharle, aunque intenta serenarse tosiendo un par de veces.
- Vaya, el diagnóstico parece grave... vamos a tener que encerrarte de manera permanente y tendré que vigilarte veinticuatro horas al día para asegurarme que tu estado no empeora.
Dong Woo le sonríe divertido antes de enrollar las piernas en su cintura para sujetarle con fuerza, enterrando los dedos en su pelo en una suave caricia.
- Bueno, si tienen que meterme en un loquero al menos espero que dejen que seas mi camisa de fuerza.
¿Cómo podía existir un hombre que fuera tan malditamente sexy pero que al mismo tiempo fuera la cosa más adorable sobre la faz de la tierra?
Debería de estar prohibido.
Había veces que no sabía si llenarlo de besos y encerrarlo en algún sitio para que no se lo robasen y otras en las que su primer pensamiento era empotrarlo contra la superficie más cercana y hacerle gritar su nombre de tal manera que todos a su alrededor supieran que era suyo.
Bueno, siempre se podía combinar ambas opciones un poco.
- Ya veo... ¿y ahora lo estás escuchando?
- Sep, ahora Dios, o el Diablo ya no estoy seguro, se ha disfrazado de mi médico y me incita a cometer pecados con unas gafitas muy sexis puestas.
Hoya estalla en carcajadas al escucharle, aunque intenta serenarse tosiendo un par de veces.
- Vaya, el diagnóstico parece grave... vamos a tener que encerrarte de manera permanente y tendré que vigilarte veinticuatro horas al día para asegurarme que tu estado no empeora.
Dong Woo le sonríe divertido antes de enrollar las piernas en su cintura para sujetarle con fuerza, enterrando los dedos en su pelo en una suave caricia.
- Bueno, si tienen que meterme en un loquero al menos espero que dejen que seas mi camisa de fuerza.
¿Cómo podía existir un hombre que fuera tan malditamente sexy pero que al mismo tiempo fuera la cosa más adorable sobre la faz de la tierra?
Debería de estar prohibido.
Había veces que no sabía si llenarlo de besos y encerrarlo en algún sitio para que no se lo robasen y otras en las que su primer pensamiento era empotrarlo contra la superficie más cercana y hacerle gritar su nombre de tal manera que todos a su alrededor supieran que era suyo.
Bueno, siempre se podía combinar ambas opciones un poco.
Y sabía que Dong Woo
no iba a negarse, no por cómo estaba besándole el cuello en
aquellos momentos, colando las manos por debajo de la bata para
recorrer su espalda de arriba abajo en una suave caricia.
- Hyung... que se supone que estás enfermo y has prometido quedarte en la cama.
- Estoy en la cama ¿no me ves?, pienso quedarme aquí y así cumpliré mi promesa – contesta divertido dándole un pequeño mordisco y haciendo a Hoya jadear ante esto.
No iba a poder con él, lo sabía. Al menos que no dijeran que no había intentado disuadir a Dong Woo de descansar pero él tampoco era de piedra y no podía quedarse de brazos cruzados mientras su hyung estaba moviéndose de aquella manera bajo él y mordiéndole el cuello, soltando esos soniditos de placer que tanto le gustaba escuchar.
Aunque los prefería escuchar más alto, mucho más alto.
Dong Woo supo que había ganado cuando las manos del chico empezaron a recorrer sus piernas por encima de aquel pantalón del pijama que llevaba, un trayecto lento y perezoso que empezaba en sus pantorrillas y se acercaba peligrosamente a sus muslos, acto que le hizo revolverse un poco bajo su cuerpo.
- Que sensible eres hyung.
- No soy sensible, es que tú vas directo a mis puntos débiles.
- Eres sensible, te muerda donde te muerda empiezas a gemir.
- ¡Es que tus dientes son mi punto debil! - se defiende dándole una pequeña palmadita a su trasero todavía con las manos bajo la bata y haciendo a Hoya reír al ver el ceño fruncido de su hyung, ceño que no pudo evitar besar, recorriendo con sus labios todo el contorno del rostro hasta llegar al mentón, dándole un suave mordisco que hizo que Dong Woo abriese la boca para jadear.
Aprovecha ese momento para morderle el labio inferior y colar la lengua en el interior de su cavidad, una que le dio la bienvenida con energía y algo de desesperación.
Dong Woo había estado todo el maldito día queriendo besar a Hoya y, ahora que lo tenía a su alcance, no iba a quedarse quietecito ni mucho menos pasivo. También había que tener en cuenta que había recuperado las energías después de estar metido en la cama así que estaba fresco como una lechuga para hacer todo lo que había estado planeando hasta ahora.
Había que admitir que su plan no incluía a un sexy Hoya vestido de médico pero eso solo lo hacía más sensual e interesante.
Lleva las manos a los hombros del menor, bajando la bata de médico y haciendo que este lo mirase con una ceja alzada, asombrado por esa acción.
- No es lo que piensas y no hagas eso – dice señalando su ceja – sabes que me pone demasiado y me dan ganas de empujarte sobre la cama en estos momentos y montarte.
Hoya ríe de manera dulce dándole un suave beso y dejando que le quite la bata aunque las manos de Dong Woo no se quedaron quietas si no que fueron directamente al borde de su suéter y empezó a subirlo, quitándoselo y lanzándolo a algún rincón de la habitación.
- ¿Ahora vas a querer que me ponga de nuevo esto? - pregunta señalando con la cabeza la prenda blanca e inocente que había quedado tendida a un lado.
- Por supuesto, un médico sin bata no es un médico.
- No soy médico hyung.
- Titulado no, pero eres mi médico particular – concluye con una amplia sonrisa terminando de ponerle de nuevo la bata y ganándose un suspiro de derrota por parte de Hoya.
Era imposible discutir con el mayor en cosas así.
Dong Woo se lame los labios al verle así vestido y no puede evitar posar una mano en su pecho, recorriéndolo de arriba abajo hasta el pantalón, colando la mano por el borde para sujetarlo y dar un pequeño tirón, acercándolo más contra su cuerpo.
- Eres un bichito tentador hyung, ¿lo sabías?
- Alguna vez lo has mencionado, pero no eres el más indicado para decir eso y lo sabes – vuelve a dar un tirón al borde del pantalón antes de que la mano libre se posase sobre su pecho para, en un rápido movimiento, cambiar las tornas y dejar al menor justo debajo.
Hoya iba a abrir la boca pero Dong Woo le corta sabiendo perfectamente lo que iba a decir.
- Sigo en la cama, mira, mis piernas están tocando el colchón así que técnicamente no he roto ninguna promesa.
- Odio que me leas la mente.
- Mentira – ronronea inclinándose para besar su pecho, un camino de húmedos besos y lametones desde la clavícula hasta el ombligo que muerde y besa haciendo que el vientre del chico se contraiga de placer.
Sus dientes se dirigen al borde del pantalón y al cinturón, empezando a desabrocharlo con los mismos. Hoya jadea y se incorpora un poco para ver la cabeza de su hyung perdida por su entrepierna y peleándose con la hebilla del cinturón.
- Dios santo hyung, ¿de verdad solo llevas un día sin moverte? tienes más energía de lo normal...
- Llevo todo el día pensando en lo que iba a hacerte cuando te tuviera a mi lado así que sí, tengo mucha energía acumulada.
- Dilo con todas sus letras hyung, llevas cachondo todo el día.
- En realidad ha sido por la mañana, por la tarde he puesto morritos y te he maldecido un poco por llegar tarde – se defiende sacando el cinturón con los dientes y tirándolo a algún rincón, dirigiéndose ahora al botón y cremallera para repetir la misma acción con estos – pero me has vuelto a poner cachondo al aparecer con la bata de médico y las gafas – se incorpora para mirarle con los ojos entrecerrados – ¿lo tenías todo calculado o qué?
- Es posible... - se muerde el labio inferior al ver como Dong Woo bajaba la cremallera de los pantalones con los dientes antes de dar pequeños tirones con sus manos y terminar de bajárselos por completo.
El mayor no perdió el tiempo, no cuando lo único que quería era morder, lamer y besar toda la carne que se ponía a su alcance, aunque el hecho de llevar todavía el pijama puesto fue algo que a Hoya no le gustó en absoluto. Lo sujeta con sus piernas, de la misma manera que Dong Woo había hecho antes con él, para quitarle el sueter y morderle las clavículas.
Dong Woo soltó un pequeño gritito al notar el mordisco, poco a poco perdiendo las fuerzas y apoyándose como puede con los antebrazos en el colchón.
- Cuidado con los dientes... - le avisa con un gruñido, más de placer que de queja.
- Te encanta que te muerda.
- Me encanta que me muerdas pero no creo que nuestros vecinos piensen igual.
- Kyu hyung hoy no está en casa, puedes gritar – le recuerda repartiendo besos y mordiscos por el cuello y clavícula.
- Terminará traumatizado por nuestra culpa – murmura con los ojos cerrados y mordiéndose los labios, Hoya encogiéndose de hombros como si aquello no fuese con él, demasiado ocupado besando y mordiendo todo lo que quedaba a su alcance y tocando cada porción de piel de la espalda de Dong Woo que podía.
Le gustaba la curva que se formaba justo al final y donde empezaba el bonito trasero, redondito, llenito y firme. No sabía la manía que tenía Dong Woo con su trasero cuando el suyo era mejor pero bueno, si le preguntaba seguramente soltaría frases de las suyas y que era mejor no discutir porque su lógica en ocasiones era apabullante y asombrosa.
Así que en aquellos momentos en vez de hablar lo que le apetecía era morder y lamer esa espalda que encontraba endemoniadamente sexy.
Dong Woo parecía que hubiera leído su pensamiento porque se separa con los ojos entrecerrados y una sonrisa de lado en el rostro, apartándose de encima y tumbándose justo al lado, boca abajo y sin dejar de mirarle, las pieras moviéndose lado a lado de manera bastante graciosa, como un cachorrito que quería mimos y juegos.
Hoya no iba a negarse. No estaba tan loco por ahora.
- Ahora sí que no irás a quejarte ¿verdad?, mira, estoy tumbadito en la cama – ríe el mayor aunque la risa pronto se convirtió en un jadeo al notar los labios de Hoya recorriendo su nuca y hombros, trazando un placentero y suave recorrido con ellos por toda la extensión de su espalda, centrándose en la columna y, sobre todo, en esa curva tan tentadora.
La mordió y lamió, bajando un poco los pantalones del pijama que Dong Woo todavía llevaba puestos, por ahora, para continuar con su recorrido.
Las manos de Dong Woo arrugaron las sábanas, preso de las deliciosas sensaciones que la boca y manos de Hoya estaban haciendo en aquella zona, algo sensible cabía añadir y que, esperaba, que no se dirigieran hacia una zona todavía más sensible y que estaba por allí cerca.
- Sé lo que estás pensando pero espera que disfrute un poco más de esta zona antes de darte lo que quieres aunque no suelas decirlo en voz alta – murmura con la boca pegada a su piel, bajando el pantalón del pijama descubriendo con alegría que no llevaba ropa interior.
Aunque era Dong Woo, tampoco había que sorprenderse demasiado.
Quitó la prenda que le quedaba dejándola en cualquier rincón al mismo tiempo que su boca se desplazaba hacia abajo, dando un pequeño mordisco a la nalga derecha de Dong Woo y que hizo a este soltar un jadeo girando la cabeza para intentar ver al menor por encima de su hombro, la boca semi abierta y los ojos entrecerrados. Sabía donde iba a terminar yendo, lo que no sabía era si iba a hacerle suplicar o por el contrario iba a hacerle gritar ya mismo.
La primera opción, con el grito incluido de la segunda, solía ser la correcta.
Y no se equivocó en absoluto.
Al mordisco le siguieron otros repartidos por toda la zona, acercándose peligrosamente a la parte trasera del muslo y que hizo que a Dong Woo se le pusiera la piel de gallina al notar allí los besos y mordiscos.
Enterró la cabeza en la almohada intentando no soltar alguna burrada, apretando las sábanas entre sus manos e intentando respirar con normalidad. Algo bastante difícil si tenías a cierto moreno con la cabeza prácticamente metida entre tus piernas repartiendo besos por toda la zona.
Alzó la cabeza para gritarle cuatro cosas al menor pero este pareció leerle la mente porque aprovechó ese momento para morder la cara interna del muslo.
El gritó se escuchó varios kilómetros a la redonda.
- Dime hyung – se mofó Hoya al haber escuchado su nombre salir de los labios del castaño que atinó a mirarle por encima del hombro con la boca abierta y jadeando, eso sí, una pequeña mirada amenazante también estaba plasmada en su rostro.
- Que te odio.
- Mentira.
- Tienes razón.
Hoya trepó por el cuerpo de Dong Woo, aprovechando que este todavía tenía la cabeza girada, para besarle y morder su labio inferior, colando la lengua en su interior en cuanto el jadeo escapó de esos bonitos labios que el mayor poseía.
Nunca había un vencedor en sus besos porque ambas partes eran activas, excitantes y querían dominar al contrario, simplemente se alternaba en cuanto al control del beso, en aquellos momentos siendo Hoya el que paseaba su lengua por el paladar y arrancaba gemidos a su hyung que hacía un esfuerzo sobre humano para no darse la vuelta y montarle en aquel mismo instante.
Le gustaba jugar y que jugasen con él, pero el hecho de haber estado todo el maldito día pensando en el menor había dejado su paciencia rozando el límite de lo humanamente recomendado.
- Hoya...
- ¿Mmmm?
- ¿Podrías...?
- ¿A qué te refieres?
- No me hagas suplicarte porque llevo deseándote todo el maldito día.
- ¿Estás insinuando algo, hyung?
- ¿Tú qué crees?
- No sé, ¿quieres que te muerda? ¿bese? ¿te de mimitos?
- ¡Yah! ¿Acaso tengo que decirte directamente que quiero que me lo hagas en este mismo instante?
- No hace falta, me lo acabas de decir.
Un pequeño gruñido se escapó de los labios de Dong Woo. Siempre le pasaba lo mismo, pensaba las cosas en voz alta y terminaba diciéndolo todo sin pelos en la lengua.
Su boca en ocasiones era su perdición.
Un escalofrío recorrió su espalda al notar los dedos de Hoya recorriéndole de abajo hacia arriba, acariciando toda la zona con delicadeza hasta llegar a la boca que Dong Woo abrió sabiendo perfectamente lo que le estaba pidiendo.
Lamió sus dedos a conciencia, dándole un pequeño mordisco a uno de ellos como venganza antes de soltarlos con un sonidito y acomodarse sobre el colchón, Hoya situándose bien entre sus piernas abiertas y masajeando una de las nalgas del mayor con la mano libre, tanteando la entrada de este para empezar a prepararle a conciencia.
Siempre era muy cuidadoso y adorable cuando le preparaba. Dong Woo alzó de nuevo la cabeza para verle con una sonrisa de idiota en el rostro, Hoya diría lo que quisiera, pero era adorable.
Dejó ese tipo de pensamientos de lado al notar el primer dígito en su interior, entrando y saliendo de manera cuidadosa y sin poder evitar que un pequeño gemidito escapase de sus labios, entreabriéndolos de nuevo mientras le observaba apenas sin parpadear.
Entraba y salía con facilidad, hecho que hizo que Hoya le mirase y le pidiera permiso para añadir un segundo sin pronunciar una palabra, pero Dong Woo le entendió a la perfección y asintió rápidamente.
Con el segundo ya empezaba a notarse más abierto, más húmedo y más necesitado de que llegase a esos lugares tan placenteros que sólo el miembro del menor era capaz de llegar. Pero sabía que hasta que Hoya no viera que sus dedos entraba y salían con facilidad no haría nada más, y esto solo se conseguía relajándose y dejándose hacer.
- Hyung... que se supone que estás enfermo y has prometido quedarte en la cama.
- Estoy en la cama ¿no me ves?, pienso quedarme aquí y así cumpliré mi promesa – contesta divertido dándole un pequeño mordisco y haciendo a Hoya jadear ante esto.
No iba a poder con él, lo sabía. Al menos que no dijeran que no había intentado disuadir a Dong Woo de descansar pero él tampoco era de piedra y no podía quedarse de brazos cruzados mientras su hyung estaba moviéndose de aquella manera bajo él y mordiéndole el cuello, soltando esos soniditos de placer que tanto le gustaba escuchar.
Aunque los prefería escuchar más alto, mucho más alto.
Dong Woo supo que había ganado cuando las manos del chico empezaron a recorrer sus piernas por encima de aquel pantalón del pijama que llevaba, un trayecto lento y perezoso que empezaba en sus pantorrillas y se acercaba peligrosamente a sus muslos, acto que le hizo revolverse un poco bajo su cuerpo.
- Que sensible eres hyung.
- No soy sensible, es que tú vas directo a mis puntos débiles.
- Eres sensible, te muerda donde te muerda empiezas a gemir.
- ¡Es que tus dientes son mi punto debil! - se defiende dándole una pequeña palmadita a su trasero todavía con las manos bajo la bata y haciendo a Hoya reír al ver el ceño fruncido de su hyung, ceño que no pudo evitar besar, recorriendo con sus labios todo el contorno del rostro hasta llegar al mentón, dándole un suave mordisco que hizo que Dong Woo abriese la boca para jadear.
Aprovecha ese momento para morderle el labio inferior y colar la lengua en el interior de su cavidad, una que le dio la bienvenida con energía y algo de desesperación.
Dong Woo había estado todo el maldito día queriendo besar a Hoya y, ahora que lo tenía a su alcance, no iba a quedarse quietecito ni mucho menos pasivo. También había que tener en cuenta que había recuperado las energías después de estar metido en la cama así que estaba fresco como una lechuga para hacer todo lo que había estado planeando hasta ahora.
Había que admitir que su plan no incluía a un sexy Hoya vestido de médico pero eso solo lo hacía más sensual e interesante.
Lleva las manos a los hombros del menor, bajando la bata de médico y haciendo que este lo mirase con una ceja alzada, asombrado por esa acción.
- No es lo que piensas y no hagas eso – dice señalando su ceja – sabes que me pone demasiado y me dan ganas de empujarte sobre la cama en estos momentos y montarte.
Hoya ríe de manera dulce dándole un suave beso y dejando que le quite la bata aunque las manos de Dong Woo no se quedaron quietas si no que fueron directamente al borde de su suéter y empezó a subirlo, quitándoselo y lanzándolo a algún rincón de la habitación.
- ¿Ahora vas a querer que me ponga de nuevo esto? - pregunta señalando con la cabeza la prenda blanca e inocente que había quedado tendida a un lado.
- Por supuesto, un médico sin bata no es un médico.
- No soy médico hyung.
- Titulado no, pero eres mi médico particular – concluye con una amplia sonrisa terminando de ponerle de nuevo la bata y ganándose un suspiro de derrota por parte de Hoya.
Era imposible discutir con el mayor en cosas así.
Dong Woo se lame los labios al verle así vestido y no puede evitar posar una mano en su pecho, recorriéndolo de arriba abajo hasta el pantalón, colando la mano por el borde para sujetarlo y dar un pequeño tirón, acercándolo más contra su cuerpo.
- Eres un bichito tentador hyung, ¿lo sabías?
- Alguna vez lo has mencionado, pero no eres el más indicado para decir eso y lo sabes – vuelve a dar un tirón al borde del pantalón antes de que la mano libre se posase sobre su pecho para, en un rápido movimiento, cambiar las tornas y dejar al menor justo debajo.
Hoya iba a abrir la boca pero Dong Woo le corta sabiendo perfectamente lo que iba a decir.
- Sigo en la cama, mira, mis piernas están tocando el colchón así que técnicamente no he roto ninguna promesa.
- Odio que me leas la mente.
- Mentira – ronronea inclinándose para besar su pecho, un camino de húmedos besos y lametones desde la clavícula hasta el ombligo que muerde y besa haciendo que el vientre del chico se contraiga de placer.
Sus dientes se dirigen al borde del pantalón y al cinturón, empezando a desabrocharlo con los mismos. Hoya jadea y se incorpora un poco para ver la cabeza de su hyung perdida por su entrepierna y peleándose con la hebilla del cinturón.
- Dios santo hyung, ¿de verdad solo llevas un día sin moverte? tienes más energía de lo normal...
- Llevo todo el día pensando en lo que iba a hacerte cuando te tuviera a mi lado así que sí, tengo mucha energía acumulada.
- Dilo con todas sus letras hyung, llevas cachondo todo el día.
- En realidad ha sido por la mañana, por la tarde he puesto morritos y te he maldecido un poco por llegar tarde – se defiende sacando el cinturón con los dientes y tirándolo a algún rincón, dirigiéndose ahora al botón y cremallera para repetir la misma acción con estos – pero me has vuelto a poner cachondo al aparecer con la bata de médico y las gafas – se incorpora para mirarle con los ojos entrecerrados – ¿lo tenías todo calculado o qué?
- Es posible... - se muerde el labio inferior al ver como Dong Woo bajaba la cremallera de los pantalones con los dientes antes de dar pequeños tirones con sus manos y terminar de bajárselos por completo.
El mayor no perdió el tiempo, no cuando lo único que quería era morder, lamer y besar toda la carne que se ponía a su alcance, aunque el hecho de llevar todavía el pijama puesto fue algo que a Hoya no le gustó en absoluto. Lo sujeta con sus piernas, de la misma manera que Dong Woo había hecho antes con él, para quitarle el sueter y morderle las clavículas.
Dong Woo soltó un pequeño gritito al notar el mordisco, poco a poco perdiendo las fuerzas y apoyándose como puede con los antebrazos en el colchón.
- Cuidado con los dientes... - le avisa con un gruñido, más de placer que de queja.
- Te encanta que te muerda.
- Me encanta que me muerdas pero no creo que nuestros vecinos piensen igual.
- Kyu hyung hoy no está en casa, puedes gritar – le recuerda repartiendo besos y mordiscos por el cuello y clavícula.
- Terminará traumatizado por nuestra culpa – murmura con los ojos cerrados y mordiéndose los labios, Hoya encogiéndose de hombros como si aquello no fuese con él, demasiado ocupado besando y mordiendo todo lo que quedaba a su alcance y tocando cada porción de piel de la espalda de Dong Woo que podía.
Le gustaba la curva que se formaba justo al final y donde empezaba el bonito trasero, redondito, llenito y firme. No sabía la manía que tenía Dong Woo con su trasero cuando el suyo era mejor pero bueno, si le preguntaba seguramente soltaría frases de las suyas y que era mejor no discutir porque su lógica en ocasiones era apabullante y asombrosa.
Así que en aquellos momentos en vez de hablar lo que le apetecía era morder y lamer esa espalda que encontraba endemoniadamente sexy.
Dong Woo parecía que hubiera leído su pensamiento porque se separa con los ojos entrecerrados y una sonrisa de lado en el rostro, apartándose de encima y tumbándose justo al lado, boca abajo y sin dejar de mirarle, las pieras moviéndose lado a lado de manera bastante graciosa, como un cachorrito que quería mimos y juegos.
Hoya no iba a negarse. No estaba tan loco por ahora.
- Ahora sí que no irás a quejarte ¿verdad?, mira, estoy tumbadito en la cama – ríe el mayor aunque la risa pronto se convirtió en un jadeo al notar los labios de Hoya recorriendo su nuca y hombros, trazando un placentero y suave recorrido con ellos por toda la extensión de su espalda, centrándose en la columna y, sobre todo, en esa curva tan tentadora.
La mordió y lamió, bajando un poco los pantalones del pijama que Dong Woo todavía llevaba puestos, por ahora, para continuar con su recorrido.
Las manos de Dong Woo arrugaron las sábanas, preso de las deliciosas sensaciones que la boca y manos de Hoya estaban haciendo en aquella zona, algo sensible cabía añadir y que, esperaba, que no se dirigieran hacia una zona todavía más sensible y que estaba por allí cerca.
- Sé lo que estás pensando pero espera que disfrute un poco más de esta zona antes de darte lo que quieres aunque no suelas decirlo en voz alta – murmura con la boca pegada a su piel, bajando el pantalón del pijama descubriendo con alegría que no llevaba ropa interior.
Aunque era Dong Woo, tampoco había que sorprenderse demasiado.
Quitó la prenda que le quedaba dejándola en cualquier rincón al mismo tiempo que su boca se desplazaba hacia abajo, dando un pequeño mordisco a la nalga derecha de Dong Woo y que hizo a este soltar un jadeo girando la cabeza para intentar ver al menor por encima de su hombro, la boca semi abierta y los ojos entrecerrados. Sabía donde iba a terminar yendo, lo que no sabía era si iba a hacerle suplicar o por el contrario iba a hacerle gritar ya mismo.
La primera opción, con el grito incluido de la segunda, solía ser la correcta.
Y no se equivocó en absoluto.
Al mordisco le siguieron otros repartidos por toda la zona, acercándose peligrosamente a la parte trasera del muslo y que hizo que a Dong Woo se le pusiera la piel de gallina al notar allí los besos y mordiscos.
Enterró la cabeza en la almohada intentando no soltar alguna burrada, apretando las sábanas entre sus manos e intentando respirar con normalidad. Algo bastante difícil si tenías a cierto moreno con la cabeza prácticamente metida entre tus piernas repartiendo besos por toda la zona.
Alzó la cabeza para gritarle cuatro cosas al menor pero este pareció leerle la mente porque aprovechó ese momento para morder la cara interna del muslo.
El gritó se escuchó varios kilómetros a la redonda.
- Dime hyung – se mofó Hoya al haber escuchado su nombre salir de los labios del castaño que atinó a mirarle por encima del hombro con la boca abierta y jadeando, eso sí, una pequeña mirada amenazante también estaba plasmada en su rostro.
- Que te odio.
- Mentira.
- Tienes razón.
Hoya trepó por el cuerpo de Dong Woo, aprovechando que este todavía tenía la cabeza girada, para besarle y morder su labio inferior, colando la lengua en su interior en cuanto el jadeo escapó de esos bonitos labios que el mayor poseía.
Nunca había un vencedor en sus besos porque ambas partes eran activas, excitantes y querían dominar al contrario, simplemente se alternaba en cuanto al control del beso, en aquellos momentos siendo Hoya el que paseaba su lengua por el paladar y arrancaba gemidos a su hyung que hacía un esfuerzo sobre humano para no darse la vuelta y montarle en aquel mismo instante.
Le gustaba jugar y que jugasen con él, pero el hecho de haber estado todo el maldito día pensando en el menor había dejado su paciencia rozando el límite de lo humanamente recomendado.
- Hoya...
- ¿Mmmm?
- ¿Podrías...?
- ¿A qué te refieres?
- No me hagas suplicarte porque llevo deseándote todo el maldito día.
- ¿Estás insinuando algo, hyung?
- ¿Tú qué crees?
- No sé, ¿quieres que te muerda? ¿bese? ¿te de mimitos?
- ¡Yah! ¿Acaso tengo que decirte directamente que quiero que me lo hagas en este mismo instante?
- No hace falta, me lo acabas de decir.
Un pequeño gruñido se escapó de los labios de Dong Woo. Siempre le pasaba lo mismo, pensaba las cosas en voz alta y terminaba diciéndolo todo sin pelos en la lengua.
Su boca en ocasiones era su perdición.
Un escalofrío recorrió su espalda al notar los dedos de Hoya recorriéndole de abajo hacia arriba, acariciando toda la zona con delicadeza hasta llegar a la boca que Dong Woo abrió sabiendo perfectamente lo que le estaba pidiendo.
Lamió sus dedos a conciencia, dándole un pequeño mordisco a uno de ellos como venganza antes de soltarlos con un sonidito y acomodarse sobre el colchón, Hoya situándose bien entre sus piernas abiertas y masajeando una de las nalgas del mayor con la mano libre, tanteando la entrada de este para empezar a prepararle a conciencia.
Siempre era muy cuidadoso y adorable cuando le preparaba. Dong Woo alzó de nuevo la cabeza para verle con una sonrisa de idiota en el rostro, Hoya diría lo que quisiera, pero era adorable.
Dejó ese tipo de pensamientos de lado al notar el primer dígito en su interior, entrando y saliendo de manera cuidadosa y sin poder evitar que un pequeño gemidito escapase de sus labios, entreabriéndolos de nuevo mientras le observaba apenas sin parpadear.
Entraba y salía con facilidad, hecho que hizo que Hoya le mirase y le pidiera permiso para añadir un segundo sin pronunciar una palabra, pero Dong Woo le entendió a la perfección y asintió rápidamente.
Con el segundo ya empezaba a notarse más abierto, más húmedo y más necesitado de que llegase a esos lugares tan placenteros que sólo el miembro del menor era capaz de llegar. Pero sabía que hasta que Hoya no viera que sus dedos entraba y salían con facilidad no haría nada más, y esto solo se conseguía relajándose y dejándose hacer.
Y lo hizo, apoyando la cabeza de nuevo sobre la almohada, cerrando los ojos y dejándose llevar por las sensaciones.
Porque quería a Hoya en su interior ya mismo, profundo, mucho más profundo que los tres dedos que estaban preparándole en aquellos momentos y que hacía que sus caderas se movieran para poder sentirlo todavía más, murmurando incoherencias por lo bajo y que hicieron al moreno sonreír de lado, sacándolos y quitándose la última pieza de ropa que llevaba puesta.
- Hyung voy a entrar – le avisa inclinándose sobre él, besando su nuca y hombros con cariño, paseando sus dedos por la espalda y costado del mayor mientras la mano libre la usaba para dirigir su miembro a la entrada del castaño, deslizándose en su interior suave y lentamente, evitando inflingirle ningún tipo de daño.
Aunque a juzgar por el grito necesitado de Dong Woo no le estaba causando daño si no más bien placer, mucho, y eso que todavía no había comenzado a moverse rápido y profundamente como le gustaba al mayor.
Entraba y salía
despacio, poco a poco yendo más y más profundo y que hizo a Dong
Woo arrugar la sábana entre sus dedos mordiendo la almohada para no
gritar en cuanto dio una estocada fuerte y profundo en su interior.
- Hyung... me
gusta escuchar los gemidos que me gano y lo sabes.
Dong Woo asintió, dejando de morder la almohada pero agarrando con fuerza la sábana al mismo tiempo que Hoya le mordía la nuca con suavidad, todavía inclinado sobre su cuerpo pero incorporándose para poder sujetar la cadera del mayor con ambas manos puesto que este había empezado a moverse de manera necesitada.
Dong Woo asintió, dejando de morder la almohada pero agarrando con fuerza la sábana al mismo tiempo que Hoya le mordía la nuca con suavidad, todavía inclinado sobre su cuerpo pero incorporándose para poder sujetar la cadera del mayor con ambas manos puesto que este había empezado a moverse de manera necesitada.
Sujetándole de aquella
manera él controlaba el ritmo y profundidad, además de que podía
apretar ese bonito trasero entre sus manos haciendo que este fuera
incluso más estrecho de lo usual y que le hizo a él gemir y
jadear.
- Dios santo hyung, que estrecho estás hoy.
- Y de quien será la culpa... - se defiende el chico y, si no hubiera estado más ocupado recordando cómo se respiraba, le hubiera lanzado una mirada fulminante al moreno.
Hoya soltó una pequeña risita mientras apretaba los costados de Dong Woo entre sus dedos, sonriendo más ámpliamente cuando coló las manos por debajo de su cuerpo, obligándole a alzar las caderas y ponerse de rodillas en el colchón.
El grito que siguió a aquel cambio de postura y de ángulo seguramente se escuchó en la ciudad vecina.
- Jo... joder... - jadeó Dong Woo con la vista nublada porque además de que aquella postura era terriblemente más satisfactoria el menor se encontraba dándole una y otra vez a su próstata.
Y si aquello no era el cielo no tenía ni puta de idea de lo que podría ser.
- Hyung me matas... t-te acabas de volver más estrecho – murmura Hoya entre gemidos y jadeos enfocando la mirada en la espalda de su hyung y en como sus músculos se contraían con cada embestida.
Era sexy e hipnotizante y, cuando notó el cosquilleo en su vientre, supo que no le quedaría demasiado y así se lo hizo saber a Dong Woo que asintió como pudo entre gemidos, pequeños grititos y soniditos de placer, moviéndose a ritmo constante a las embestidas del menor.
Este empezó a moverse con más rapidez pero igual de profundo, Dong Woo ya sin poder callar los gritos y notando también la tensión acumulándose en todos los músculos de su cuerpo, un hormigueo que comenzaba en su vientre, se dirigía a su entrepierna y se expandía a todas las células de su cuerpo.
Un orgasmo abrumador que le hizo gemir con fuerza, arañando la superficie del colchón y apretando al menor del tal manera que no hicieron falta más que un par de embestidas más para que se derramase en su interior, gimiendo su nombre y terminando por apoyar la frente en la espalda de Dong Woo que terminó cayendo de nuevo sobre el colchón, ambos disfrutando de los resquicios del orgasmo, con sonrisas en sus rostros, el del mayor girándose para buscar los labios de Hoya que se los ofreció en un dulce y suave beso.
- ¿Te he dicho alguna vez cuánto te quiero? - logró decir Dong Woo una vez empezó a respirar con normalidad.
- Varias veces, ¿y sabes cuánto te quiero yo?
- ¿Hasta el infinito y más allá?
- El infinito se queda corto – le murmura sobre los labios.
Y así se quedaron, enredados el uno en el otro, regalándose besos, abrazos, caricias y cuando la temperatura empezó a subir de nuevo y Dong Woo se encontraba esta vez sentado sobre el regazo del menor no se pararon a pensar en lo que su sesión de sexo desenfrenado y satisfactorio podía estar ocasionando a sus vecinos.
- Dios santo hyung, que estrecho estás hoy.
- Y de quien será la culpa... - se defiende el chico y, si no hubiera estado más ocupado recordando cómo se respiraba, le hubiera lanzado una mirada fulminante al moreno.
Hoya soltó una pequeña risita mientras apretaba los costados de Dong Woo entre sus dedos, sonriendo más ámpliamente cuando coló las manos por debajo de su cuerpo, obligándole a alzar las caderas y ponerse de rodillas en el colchón.
El grito que siguió a aquel cambio de postura y de ángulo seguramente se escuchó en la ciudad vecina.
- Jo... joder... - jadeó Dong Woo con la vista nublada porque además de que aquella postura era terriblemente más satisfactoria el menor se encontraba dándole una y otra vez a su próstata.
Y si aquello no era el cielo no tenía ni puta de idea de lo que podría ser.
- Hyung me matas... t-te acabas de volver más estrecho – murmura Hoya entre gemidos y jadeos enfocando la mirada en la espalda de su hyung y en como sus músculos se contraían con cada embestida.
Era sexy e hipnotizante y, cuando notó el cosquilleo en su vientre, supo que no le quedaría demasiado y así se lo hizo saber a Dong Woo que asintió como pudo entre gemidos, pequeños grititos y soniditos de placer, moviéndose a ritmo constante a las embestidas del menor.
Este empezó a moverse con más rapidez pero igual de profundo, Dong Woo ya sin poder callar los gritos y notando también la tensión acumulándose en todos los músculos de su cuerpo, un hormigueo que comenzaba en su vientre, se dirigía a su entrepierna y se expandía a todas las células de su cuerpo.
Un orgasmo abrumador que le hizo gemir con fuerza, arañando la superficie del colchón y apretando al menor del tal manera que no hicieron falta más que un par de embestidas más para que se derramase en su interior, gimiendo su nombre y terminando por apoyar la frente en la espalda de Dong Woo que terminó cayendo de nuevo sobre el colchón, ambos disfrutando de los resquicios del orgasmo, con sonrisas en sus rostros, el del mayor girándose para buscar los labios de Hoya que se los ofreció en un dulce y suave beso.
- ¿Te he dicho alguna vez cuánto te quiero? - logró decir Dong Woo una vez empezó a respirar con normalidad.
- Varias veces, ¿y sabes cuánto te quiero yo?
- ¿Hasta el infinito y más allá?
- El infinito se queda corto – le murmura sobre los labios.
Y así se quedaron, enredados el uno en el otro, regalándose besos, abrazos, caricias y cuando la temperatura empezó a subir de nuevo y Dong Woo se encontraba esta vez sentado sobre el regazo del menor no se pararon a pensar en lo que su sesión de sexo desenfrenado y satisfactorio podía estar ocasionando a sus vecinos.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Algunos viendo una película, otros demasiado entretenidos enviando mensajes por el móvil y uno de ellos quejándose de todo lo que había tenido que hacer durante el día.
- … y es que nunca lo había imaginado pero Dong Woo puede ser una persona muy cabezota ¡y acosadora! ¿sabéis cuantas veces me ha tocado el trasero?
- ¿Las mismas veces que has contado tú esta historia? - pregunta Sung Yeol terminándose la bolsa de aperitivos que se estaba comiendo y chupándose los dedos para limpiarlos.
- ¡No! ¡más veces! - se queja el líder lanzándole un cojín a la cabeza.
Ya iban dos objetos que le lanzaba.
- ¿Pero entonces me estás diciendo que Dong Woo hyung se ha quedado toda la tarde quieto en la cama? No habrá quien lo aguante ahora – sentencia Woo Hyun.
- Algo así, pero estaba bastante enfermo, yo creo que se quedará bastante tranquilo hasta mañana y más ahora que ya no estará dando vueltas en la cama buscando a algún Hoya imaginario.
- Dudo mucho que sepa el significado de la palabra “tranquilo” - añade Sung Yeol mirando dentro de la bolsa por si quedaba algo más por comer.
Myung Soo suspiró y pasó de canal, una película de terror apareciendo en esos momentos y haciendo que el maknae diese un grito al verla.
- ¡Déjala un momento! ¡ahora viene lo mejor! Ya veréis como grita ese hombre cuando el asesino lo acorrala en el sótano y empieza a acuchillarlo.
- Que ascazo, ¿acaso has visto todas las películas de terror del universo? - preguntó Woo Hyun dando un sorbo al refresco.
- Casi todas, algunas son demasiado cutres para molestarse en verlas – se queja el maknae con un bufido acomodándose en el suelo sobre los cojines que habían esparcido a los pies del sofá ya que todos no cabían allí y menos con el líder ocupando casi dos plazas del mismo.
La escena avanzó y como el maknae había predicho el hombre de la pantalla huye al sótano de la casa y cierra la puerta esperando estar a salvo.
Pero se equivocaba puesto que el asesino lo estaba esperando bajo las escaleras, acuchillando sus pies cuando bajaba los escalones para hacerlo caer e impidiendo que pudiera moverse.
El grito del hombre se escuchó dos kilómetros a la redonda.
Un grito que hizo que los allí presentes parpadeasen asombrados, guardando silencio unos segundos.
- ¿Soy el único que ha escuchado el nombre de Hoya salir de la tele? - preguntó Sung Yeol.
Todos allí negaron con la cabeza.
- Serán imaginaciones nuestras... - murmura el líder prestando atención, o intentándolo al menos, mientras daba un sorbo a su refresco, Myung Soo apunto de cambiar de canal y el resto agudizando el oído.
Un nuevo grito hizo que cierto líder escupiera el refresco que estaba bebiendo y el mando cayese y rodase hasta algún rincón.
El silencio se apoderó del comedor.
Silencio que rompió el líder tosiendo y luchando por respirar, más rojo que un tomate aunque no sabía si porque había estado a punto de morir asfixiado o por la vergüenza que le estaba entrando en aquellos momentos.
- ¡LA MADRE QUE LOS...! - grita una vez hubo vuelto a respirar con normalidad, incorporándose con toda la intención de ir a por una escoba y empezar a aporrear el techo como si de una vieja de ochenta años quejándose del ruido de sus vecinos se tratase.
Sung Yeol sentando a sus pies se los cogió impidiendo tal acción.
- ¡Hyung relájate! - grita Woo Hyun cogiéndole de un brazo mientras Myung Soo estallaba en carcajadas y Sung Jong estaba demasiado ocupado viendo el final de la película e ignorando todo a su alrededor.
- ¿No se suponía que Dong Woo hyung estaba con fiebre y muy enfermo como para moverse? - pregunta Sung Yeol frunciendo el ceño.
- ¿Y quién te dice a ti que se está moviendo? - le contesta Myung Soo limpiándose las lágrimas de la risa al ver al líder hablando en alguna especie de idioma inventado aunque seguramente estaría maliciendo a todos los raperos del universo.
Sung
Yeol le mira alzando una ceja.
- Hablamos de Dong Woo hyung, obviamente va a estar moviéndose.
- Puede que esté atado.
- ¿Con las esposas?
- ¿Esas que le regaló a Hoya por su cumpleaños después de ver lo del This is Infinite? Posiblemente – Myung Soo se encoge de hombros al mismo tiempo que líder y maknae los mandaban callar, este último porque quería seguir viendo la película y el primero porque no le gustaban las imágenes mentales que se le estaban formando.
- Voy a matarlos en cuanto los pille.
- Harás el intento hyung, ya sabes que no puedes vencer a esos dos cuando están juntos, y por separado depende del día – le recuerda Woo Hyun.
- Bueno pues al menos haré el intento de matarlos – gruñe por lo bajito antes de que un pensamiento le viniera a la mente- ¿y ahora cómo vamos a dormir?
- Pues como todo el mundo, apoyando la cabeza en alguna superficie cómoda y cerrando los ojos – le contesta Myung Soo como si fuera obvio.
- ¿Con un terremoto sacudiendo el edificio? - bufa el mayor moviendo la pierna rítmicamente de puro nervio.
- No seas exagerado hyung – se queja el maknae que había vuelto a la conversación al ver que la película ha terminado – no van a tirarse toda la noche así...
Reina un silencio algo perturbador en el apartamento.
- … ¿verdad?
- ¿Cuánto dices que ha estado Dong Woo hyung metido en la cama? Digo yo que dependiendo de lo descansado que esté será proporcional al tiempo que se pasen dándose mimos, ¿no?
Todos los presentes miraron a Woo Hyun que había formulado la pregunta y empezaron a hacer cálculos imposibles e ilógicos.
- ¿Soy al único al que le sale de resultado un infinito? - pregunta Sung Yeol.
- No – corearon el resto siendo el líder el que terminó con un pequeño grito y tirándose de los pelos.
Al final optaron por irse a dormir, o intentarlo al menos, cada uno en su habitación dejando al maknae durmiendo en el sofá porque obviamente el líder no iba a dormir en un sitio tan incómodo.
Sung Jong no se quejó en absoluto, lo cual le pareció raro al líder.El resto se rió interiormente al comprender perfectamente las intenciones del menor.
Compartía habitación con Myung Soo y el visual tenía un sueño de lo más profundo así que le daba igual qué habitación tuviera arriba.
Sung Kyu lo descubrió al segundo cuando, ya metido dentro de la cama con todas sus cremas puestas y dispuesto a conseguir un sueño reparador después del día que había pasado escuchó un pequeño ruido proveniente del piso de arriba.
Más concretamente de la habitación de cierto rapero hiperactivo que quedaba justamente sobre la de ellos.
El grito se escuchó por toda la casa, grito que Myung Soo no había escuchado puesto que llevaba tapones para los oídos y un antifaz para dormir, el maknae riéndose maliciosamente desde el comedor.
- Buenas noches hyung, dulces sueños – susurró estirándose y cerrando los ojos sin borrar la sonrisa divertida del rostro.
- Hablamos de Dong Woo hyung, obviamente va a estar moviéndose.
- Puede que esté atado.
- ¿Con las esposas?
- ¿Esas que le regaló a Hoya por su cumpleaños después de ver lo del This is Infinite? Posiblemente – Myung Soo se encoge de hombros al mismo tiempo que líder y maknae los mandaban callar, este último porque quería seguir viendo la película y el primero porque no le gustaban las imágenes mentales que se le estaban formando.
- Voy a matarlos en cuanto los pille.
- Harás el intento hyung, ya sabes que no puedes vencer a esos dos cuando están juntos, y por separado depende del día – le recuerda Woo Hyun.
- Bueno pues al menos haré el intento de matarlos – gruñe por lo bajito antes de que un pensamiento le viniera a la mente- ¿y ahora cómo vamos a dormir?
- Pues como todo el mundo, apoyando la cabeza en alguna superficie cómoda y cerrando los ojos – le contesta Myung Soo como si fuera obvio.
- ¿Con un terremoto sacudiendo el edificio? - bufa el mayor moviendo la pierna rítmicamente de puro nervio.
- No seas exagerado hyung – se queja el maknae que había vuelto a la conversación al ver que la película ha terminado – no van a tirarse toda la noche así...
Reina un silencio algo perturbador en el apartamento.
- … ¿verdad?
- ¿Cuánto dices que ha estado Dong Woo hyung metido en la cama? Digo yo que dependiendo de lo descansado que esté será proporcional al tiempo que se pasen dándose mimos, ¿no?
Todos los presentes miraron a Woo Hyun que había formulado la pregunta y empezaron a hacer cálculos imposibles e ilógicos.
- ¿Soy al único al que le sale de resultado un infinito? - pregunta Sung Yeol.
- No – corearon el resto siendo el líder el que terminó con un pequeño grito y tirándose de los pelos.
Al final optaron por irse a dormir, o intentarlo al menos, cada uno en su habitación dejando al maknae durmiendo en el sofá porque obviamente el líder no iba a dormir en un sitio tan incómodo.
Sung Jong no se quejó en absoluto, lo cual le pareció raro al líder.El resto se rió interiormente al comprender perfectamente las intenciones del menor.
Compartía habitación con Myung Soo y el visual tenía un sueño de lo más profundo así que le daba igual qué habitación tuviera arriba.
Sung Kyu lo descubrió al segundo cuando, ya metido dentro de la cama con todas sus cremas puestas y dispuesto a conseguir un sueño reparador después del día que había pasado escuchó un pequeño ruido proveniente del piso de arriba.
Más concretamente de la habitación de cierto rapero hiperactivo que quedaba justamente sobre la de ellos.
El grito se escuchó por toda la casa, grito que Myung Soo no había escuchado puesto que llevaba tapones para los oídos y un antifaz para dormir, el maknae riéndose maliciosamente desde el comedor.
- Buenas noches hyung, dulces sueños – susurró estirándose y cerrando los ojos sin borrar la sonrisa divertida del rostro.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
- ¡Hyung, vas a dejarme ciego si me tiras agua a la cara!
- ¿Más ciego? No pidas imposibles...
Dong Woo estalla en carcajadas volviendo a tirarle algo de agua aunque en realidad estaba más ocupado soplando las burbujas que se quedaban en su mano y cuerpo, dando grititos cada vez que las burbujas venían en su dirección.
- ¡Ah, socorro, me atacan las burbujas!
- Son burbujas hyung...
- ¡Pero me atacan! - se incorpora un poco alargando la mano para coger el brazo del menor y darle un tirón haciendo que este cayese de cabeza sobre su cuerpo - ¡escudo Hoaegi activado! ¡no podéis hacerme nada, malvadas!
El menor negó divertido con la cabeza, acomodándose ya que estaba sobre el cuerpo de Dong Woo y apoyando la cabeza en su pecho, cerrando los ojos. Su hyung en ocasiones era peor que un niño pequeño aunque no se quejaba puesto que adoraba verlo así, con los ojos brillantes de diversión y una amplia y preciosa sonrisa decorando su rostro.
Un mordisco en su hombro lo sacó de sus cabilaciones, haciendo que soltase un pequeño gruñidito.
- Hyung...
- ¿Qué? tenías burbujas en el hombro, te estoy salvado.
- ¿Y me salvas a mordiscos?
- ¿Se te ocurre otra manera?
- Mojarme.
Dong Woo alza una ceja aunque no le viese y esboza una sonrisa.
- ¿Quieres estar mojadito? ¿concretamente en qué sentido? porque a mí se me ocurren muchas maneras...
- ¿Ya vas tentando?
- ¡No tiento! solo digo en voz alta mis pensamientos, que tú te los tomes como una tentación es cosa tuya.
Hoya abre los ojos alzando la cabeza para ver a Dong Woo con los mofletes inflados.
- No te pongas en modo adorable que sabes que no puedo resistirme.
- Es mi intención~ -canturrea divertido acortando distancias para robarle un beso antes de llevar sus labios al cuello del moreno, besándolo y mordiéndolo.
Hoya soltó un pequeño jadeo por esto, apoyando la frente en el hombro del mayor y cerrando los ojos casi tan perdido en las sensaciones que no notó la puerta abriéndose y el grito aterrorizado de cierto líder.
- ¡¡AHHHH!! ¡¡OTRA VEZ NO!! ¿¡QUÉ PASA, QUE VOSOTROS NO PARAIS NUNCA O QUÉ!?
Dong Woo mira al líder sin quitar los dientes del cuello del menor y saluda a Sung Kyu moviendo la manita.
- Buegnos diags hyungg – dice como puede todavía con la boca pegada a la piel de Hoya, este haciendo caso omiso a la intrusión del más mayor en el baño y la cara de espanto que tenía, además de las ojeras que visiblemente le llegaban al suelo.
- ¿¡VOSOTROS SABÉIS LO QUE HE TENIDO QUE PASAR!?
- ¿Ah? - pregunta Dong Woo apartandose lo justo para poder hablar con normalidad - ¿de qué demonios hablas hyung?
- ¡TRES VECES! No una ni dos... no señor, porque los señores no pueden estar satisfechos con una vez, ¿verdad?
Una pequeña risita escapa de los labios de Hoya que se acomoda sobre el cuerpo de su hyung, todavía con los ojos cerrados y haciendo que el líder lo mirase con los ojillos entrecerrados.
- ¿Tú lo sabías verdad?
- No sé de qué me hablas – contesta Hoya mientras Dong Woo los miraba como si de un partido de tenis se tratase.
- ¡Lo sabes muy bien! ¡sabías que iba a pedirle a Sung Jong dormir en su cama! ¡sabes perfectamente que la habitación de ese dinosaurio hiperactivo y gritón queda justamente arriba de la de él! - señala acusadoramente a Dong Woo con el dedo que suelta un “Aaaaaaaahhhhhh... claro” muy gracioso.
- ¡¡NADA DE “AAAAHHHH”, LO SABÍAIS!!
- Yo no sabía nada – se defiende Dong Woo frunciendo el ceño y haciendo un mohín con los labios.
- Yo tampoco, quien sabe... a lo mejor querías ir a traumarizar a Sung Yeol y Woo Hyun a su habitación, no soy adivino hyung.
- ¡PIENSO VENGARME! - grita cerrando de un portazo y dejando a Dong Woo todavía pensando en la conversación, Hoya empezando a reírse por algún rincón de su cuello que hizo que saliese de sus divagaciones.
- Hoya... lo sabías, ¿verdad?
- Lo sabía – contesta soltando una carcajada.
- ¡Eres un bichito malvado! - exclama Dong Woo dándole un suave golpe en el hombro aunque también riéndose muy divertido con la situación.
- Oh venga hyung, sabes perfectamente que si tiene que meterse con alguien y robar algo Sung Jong es su víctima favorita...
- Ya decía yo que anoche estabas más inspirado de lo normal.
- Oye que no estaba inspirado por traumatizar a ese hámster – se incorpora lo justo para mirarle todavía soltando risitas – tú eres una inspiración en todos los sentidos.
- Que adorable eres – canturrea el mayor pasando las piernas por la cintura del menor volviendo a capturarle.
- Hyung no empieces...
- No empiezo, es que nunca acabo de decirte lo adorable que puedes llegar a ser.
Hoya negó con la cabeza volviendo a apoyarse sobre el cuerpo de Dong Woo puesto que no había quien le ganase cuando empezaba así y prefería pasar el rato que le quedaba de estar en casa allí como estaba, con el cuerpo de Dong Woo debajo del suyo propio.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Un grito llamó su atención y sonrió al ver a Dong Woo a lo lejos dando saltitos en su dirección y moviendo los brazos lado a lado para que le viese.
- Es imposible no verle, llama la atención lo quiera o no – murmura el moreno llevándose una mano a la boca para ahogar otra tos.
La verdad es que
llevaba desde esa mañana sintiéndose algo mal, aunque prefería no
decir nada hasta que la película hubiera terminado puesto que no
quería más retrasos.
Dong Woo corrió hasta darle un abrazo y felicitarle por lo bien que lo había hecho y lo genial que le habían salido las escenas.
- Esta noche toca celebrarlo, ¿te apetece? - le pregunta una vez ambos están dentro del coche, el manager conduciendo de vuelta al apartamento.
Hoya apoya la cabeza en el hombro del mayor tosiendo un par de veces más.
- ¿Y esa tos?
- Creo que estoy enfermo.
- ¿¡Y por qué no lo habías dicho!? Es culpa mía...
- No es nada hyung, la película ha terminado y a decir verdad hasta hace nada no me sentía mal.
Dong Woo suspira resignado antes de inclinarse lo justo para susurrarle al oído.
- ¿Me tocará a mí ser el médico y cuidarte? - pregunta con una pequeña sonrisa que el menor le devolvió.
- Claro hyung, vas a tener que hacerme un chequeo muy profundo...
Mientras tanto en el apartamento un escalofrío recorrió la columna vertebral de cierto líder que se encontraba comiendo la cena que Woo Hyun había preparado para todos y actualmente estaba repartiendo a cada uno.
- ¿Hyung, estás bien? - le pregunta colocándole un bol de arroz delante.
- Sí... no ha sido nada – gruñó aunque no demasiado convencido de sus palabras.
Es como si algo horrible fuera a pasar de un momento a otro.
Dong Woo corrió hasta darle un abrazo y felicitarle por lo bien que lo había hecho y lo genial que le habían salido las escenas.
- Esta noche toca celebrarlo, ¿te apetece? - le pregunta una vez ambos están dentro del coche, el manager conduciendo de vuelta al apartamento.
Hoya apoya la cabeza en el hombro del mayor tosiendo un par de veces más.
- ¿Y esa tos?
- Creo que estoy enfermo.
- ¿¡Y por qué no lo habías dicho!? Es culpa mía...
- No es nada hyung, la película ha terminado y a decir verdad hasta hace nada no me sentía mal.
Dong Woo suspira resignado antes de inclinarse lo justo para susurrarle al oído.
- ¿Me tocará a mí ser el médico y cuidarte? - pregunta con una pequeña sonrisa que el menor le devolvió.
- Claro hyung, vas a tener que hacerme un chequeo muy profundo...
Mientras tanto en el apartamento un escalofrío recorrió la columna vertebral de cierto líder que se encontraba comiendo la cena que Woo Hyun había preparado para todos y actualmente estaba repartiendo a cada uno.
- ¿Hyung, estás bien? - le pregunta colocándole un bol de arroz delante.
- Sí... no ha sido nada – gruñó aunque no demasiado convencido de sus palabras.
Es como si algo horrible fuera a pasar de un momento a otro.
Sólo esperaba que no
fuera lo que estaba pensando en aquellos momentos... era imposible
que pasase algo peor que lo del otro día y que incluía a dos
raperos y un apartamento para ellos solos.
Puede. Quizás. Quién sabe...
Puede. Quizás. Quién sabe...
FIN.
Bueno esto ha sido algo raro que pensé hace como unas dos semanas más o menos, ya ni me acuerdo porque las ideas me vienen casi todos los días y al final no sé cuando se me ocurren xD
El caso es, ¿cómo pensais vosotros que sería Dong Woo enfermo? no me lo imagino quieto en una cama y tranquilo, lo siento, es imposible ~ así que aquí tenéis mi versión del Dong Woo enfermito con un sexy cameo (?) del Doctor Lee Ho Won... ¡tenía que hacerlo! xDDD
Hoya en Reply con su bata de médico me puede de muchísimas maneras y tarde o temprano tenía que escribirlo de esa manera, por supuesto haciendo una leve mención a dicha serie en el flashback.
La del coche rojo era otra escena que tenía pensada desde el mismo día en el que salió ese capítulo de Reply, llamadme loca ♥ pero yo lo escribo con amorsh.
También tengo que añadir una cosita y es que posiblemente haya continuación de este oneshot porque, como habréis comprobado, ahora el enfermito es Hoya y Dong Woo va a tener que cuidarlo~ aunque aviso desde ya que los roles para la continuación estarían invertidos, ¿me explico? si lo decimos de una manera específica la continuación sería un DongYa y sep, sería mi primera vez escribiendo algo así con lo cual tenéis que ser buenas personas conmigo ehhh xD
Bueno todavía no está confirmado, primero veré si os gusta la idea y si me sale algo decente, que yo pienso muchas (MUCHAS) cosas a lo largo del día pero solo termino escribiendo una de diez ^^u
Espero que os haya gustado y me encantaría saberlo~
¡Nos leemos prontito! ♥♥
Holiiis~~
ResponderEliminarPues leí esto el lunes cuando estaba en clase cofcof aunque no deberís y pues ahora me pongo a comentar desde el móvil porque mi pc se bloquea cada vez que entro a tu blog y el portatil es de mi omma xD.
Así pues rapidito... ayyyy que mala eres con mi Gyu con el amor que te doy yooo!! XD pero bueno me reí muuucho... ya dicen que hacerlo quita el dolor de cabeza y tal xD.
Howon es mala genteeee y Dino tan en su mundo looool xD.
Enfermera Kim.. ay ya querría yo un chequeo completo ♡.
Sobre lo del final... mujer escribe lo que te guste (cofcofviendoqueyanomedasamorxDcofcof).
Cuídate mucho sweetie aunque ya no hablemos ♥♥
Alaaaa cuanta perversión cutie xDDD leyendo pornosidad en clase, te parecerá bonito (?) pero bueh más vale tarde que nunca así que tranquila :)
ResponderEliminar¿Y eso que se te bloquea? O.o demasiado porno (????)
No soy malaaaa!! pero sabes que me hace mucha gracia traumatizarlo con amorsh (sieeeempre con amorsh) y escucharlo gritar :3 y me alegro que te hayas reído, ya sabes que yo siempre intento meterle mi toque de comedia maligna como quien no quiere la cosa.
Hoya no es malo~ es adorable y sersi ♥ y Dongwoo adorable y loco ♥♥
Mira que sabía que iba a gustarte lo de enfermera Kim si lo leías xDDDDDD además tengo a otra personita que el asunto de la enfermera también le ha gustado.
Ya sabes que yo llevo tiempo queriendo hacer mención salvaje a Reply entre lo de médico y el coche rojo y por fin me he salido con la mía!!!!!
Sé que tengo que ir a darte amorsh, lo sé, lo siento ;; pero si te soy sincera hace mil que no leo fics en general y escribo porque yo que sé, tengo que sacar mi ansia pornosa interior de alguna manera~ pero ya sabes que en verano tengo más tiempo y soy de las que se leen las cositas de golpe así que en cuanto me quite ciertas cositas de encima me tendrás dando por culo con amorsh ♥
Ya veré si se me ocurre algo para la conti... nuse, si saco tiempo y me viene la inspiración y esas cosas varias.
Lo mismo digo cutie, saranghaaaaae!!! ♥♥♥