17/3/14
Capítulo 3
Una
ligera tensión podía palparse en el ambiente, el único que parecía
no notarlo era Dong Woo que continuaba dando pequeños saltitos en su
asiento, esperando con emoción el relato de Woo Hyun.
Él y el líder parecían estar intercambiando mensajes a través de la mirada en alguna especie de código ultra secreto que solo ellos conocían porque por momentos Woo Hyun se encogió en su lugar mientras Sung Kyu soltaba un bufido y se giraba hacia la pizarra.
- Joder, ¿qué pasó? ¿le castraste por despertarte dos minutos antes? - preguntó Myung Soo mientras Hoya se reía por lo bajo.
- Yo creo que fue al revés, Woo Hyun se abalanzó en un ataque de oso amoroso de los suyos y Sung Kyu lo lanzó por la ventana, como Namu últimamente las echa tanto de menos... – apuntó Sung Yeol que se había animado después de que pasase su turno en el interrogatorio.
- Si es que la edad... - esta vez Hoya haciendo que el líder soltase un grito y le lanzase el rotulador que usaba para escribir en la pizarra a la cabeza.
- ¡Yah! ¡Dejad ya el tema de la edad! - se giró para mirar a Woo Hyun que se encogió, más aún, en su asiento – habla de una vez y termina con la tontería que se montan esos locos en la cabeza.
- Pe-pero... hyung...
- ¡Que hables he dicho!
Woo Hyun tragó saliva; era ahora o nunca.
Flashback.
09:00 AM – Sábado
La tensión era tal que Woo Hyun se preguntó realmente si había interrumpido algo de vida o muerte pero antes de abrir la boca Myung Soo había salido de la cocina dejando a Sung Yeol metido en Dios sabría qué cosas porque parecía estar meditando sobre la creación del universo.
Se encogió de hombros y, abriendo la nevera, se dispuso a cocinar algo para que los niños pudiesen comer.
No era algo que le molestase realmente, le gustaba cocinar y tampoco es que lo hiciera todos los días porque de normal tenían la agenda hasta arriba y comían fuera de casa. Así que de vez en cuando le relajaba trabajar con los fogones y después tener una agradable comida con los chicos.
Además de que se sentía de lo más solitario desde que se habían mudado a aquel lujoso apartamento.
Él y el líder parecían estar intercambiando mensajes a través de la mirada en alguna especie de código ultra secreto que solo ellos conocían porque por momentos Woo Hyun se encogió en su lugar mientras Sung Kyu soltaba un bufido y se giraba hacia la pizarra.
- Joder, ¿qué pasó? ¿le castraste por despertarte dos minutos antes? - preguntó Myung Soo mientras Hoya se reía por lo bajo.
- Yo creo que fue al revés, Woo Hyun se abalanzó en un ataque de oso amoroso de los suyos y Sung Kyu lo lanzó por la ventana, como Namu últimamente las echa tanto de menos... – apuntó Sung Yeol que se había animado después de que pasase su turno en el interrogatorio.
- Si es que la edad... - esta vez Hoya haciendo que el líder soltase un grito y le lanzase el rotulador que usaba para escribir en la pizarra a la cabeza.
- ¡Yah! ¡Dejad ya el tema de la edad! - se giró para mirar a Woo Hyun que se encogió, más aún, en su asiento – habla de una vez y termina con la tontería que se montan esos locos en la cabeza.
- Pe-pero... hyung...
- ¡Que hables he dicho!
Woo Hyun tragó saliva; era ahora o nunca.
Flashback.
09:00 AM – Sábado
La tensión era tal que Woo Hyun se preguntó realmente si había interrumpido algo de vida o muerte pero antes de abrir la boca Myung Soo había salido de la cocina dejando a Sung Yeol metido en Dios sabría qué cosas porque parecía estar meditando sobre la creación del universo.
Se encogió de hombros y, abriendo la nevera, se dispuso a cocinar algo para que los niños pudiesen comer.
No era algo que le molestase realmente, le gustaba cocinar y tampoco es que lo hiciera todos los días porque de normal tenían la agenda hasta arriba y comían fuera de casa. Así que de vez en cuando le relajaba trabajar con los fogones y después tener una agradable comida con los chicos.
Además de que se sentía de lo más solitario desde que se habían mudado a aquel lujoso apartamento.
Vale,
era lujoso y los chicos estaban encantados aunque continuasen
compartiendo habitaciones... ¿¡pero qué habitación no tenía al
menos un jodido respiradero para no morir ahogado!? ¡o al menos
haber puesto unas dichosas literas como venían haciendo desde su
primera casa!
Su primera casa... creía que nunca lo diría en voz alta pero la echaba muchísimo de menos. Era pequeña, dormían apretujados y los zapatos se apilaban en la entrada haciendo casi imposible salir de allí sin tropezarse con alguno de los siete pares.
¡Si hasta echaba de menos dormir con el gruñón de Sung Kyu!
Se dio cuenta al poco de mudarse, al notar lo vacía y solitaria que estaba la habitación. Ya no había nadie con quien hablar, ya no había nadie que escuchase sus tonterías contestándole con un golpe de almohada o si estaba de buen humor con una cariñosa sonrisa antes de decirle que durmiera porque al día siguiente tenían que ensayar.
Soltó un suspiro y un quejido, meditando profundamente si escabullirse por las noches con una almohada y al menos dormir a los pies de alguna de las camas... o bien podría pedirle a su hyung que le hiciera un hueco.
Frunció el ceño, ¿le sentaría mal? ¿se enfadaría? ¿lo echaría de una patada de nuevo a su oscuro agujero?.
Miró el desayuno ya preparado y sonrió ligeramente, no perdía nada por preguntar... ¿verdad?
- Chicos, ¿podéis despertar al cadáver que tenemos por rapero principal? - preguntó a Myung Soo y Sung Yeol, cada uno sentado en una esquina del sofá y viendo la televisión, o al menos intentando prestar atención.
- Yo iré – se ofreció Myung Soo acostumbrado a tratar con el profundo sueño de Dong Woo puesto que desde siempre había compartido habitación con él.
Sung Yeol parecía seguir tratando de descubrir los secretos del universo escondidos en el fondo de su taza de café por como la miraba con el entrecejo fruncido.
Se encogió de hombros, de todas formas él quería ir a despertar a su hyung.
Entró en la habitación, la más grande de casa que contaba con tres camas individuales en las que dormían Myung Soo, Sung Yeol y su líder en la más alejada de todas, pegado casi a la ventana que apenas dejaba entrar la luz del sol y abrazado a su almohada.
Se acercó con una sonrisa, sentándose a su lado y tocándole primero el brazo para ver si continuaba durmiendo. Ni se movió. Fue el turno de picarle con un dedo la mejilla. Nada, seguía en el séptimo cielo.
- Hyung, el desayuno está listo y se va a enfriar... - le informó haciendo que se moviera ligeramente.
- ¿Hmmm?
- Hyung... el desayuno no te gusta que esté frío, ¿recuerdas?
- Woo Hyun-ah, es temprano, vuelve a dormir.
- ¿Qué te hace pensar que es temprano? A este paso le ganarás a Dong Woo...
- Eso te pasa por hablarme hasta tarde... - se defendió abrazando más la almohada
Woo Hyun frunció el ceño, eso solo pasaba antes.
- Hyung, ¿te recuerdo que duermo en un agujero sin fondo?
- ¿Ah? ¿Qué te has caído a un agujero? Lo habrás soñado, no pasa nada.
- ¡Hyung, despierta de una vez! - le medio gritó y, como le había enseñado después de todas esas mañanas en las que el mayor intentaba despertarle, se le subió encima pasando una pierna por su cuerpo y el brazo por debajo del cuello, logrando una de las famosas llaves de Sung Kyu que terminaron por despertarlo.
- ¡Yah! ¿¡Se puede saber qué haces!?
- ¡Vendetta! - gritó este con una sonrisa divertida mientras el mayor se revolvía.
Nadie lo diría pero Sung Kyu tenía una fuerza extraordinaria y el menor sabía que no aguantaría demasiado con aquel agarre.
- Hyung... ¿puedo dormir aquí? - preguntó de repente haciendo que el líder se quedase quieto.
- ¿Ah? ¿Qué me he perdido?
- No quiero dormir en esa habitación, está oscuro y estoy solo... te echo de menos hyung.
Si Woo Hyun hubiera estado en el otro lado hubiera visto perfectamente el sonrojo que había aparecido en las mejillas del mayor, pero solo pudo notar el casi imperceptible temblor que salió del cuerpo del líder.
- ¿Hyung...?
- Aquí apenas cabemos...
- ¡Si sabes que apenas me muevo!
- ¿Y el resto?
- Bah, les dará igual... ¡hyung me aburro muchísimo en aquel agujero, te necesito para poder dormir tranquilo! ¡solo puedo dormir contigo! - intentó de nuevo esta vez achuchando al mayor entre sus brazos mientras apretaba su mejilla contra el hombro del líder como si de un gato se tratase, a este paso solo le faltaría aprender a ronronear.
Sung Kyu no sabía qué responder, entre eso y el ataque koala que el menor le estaba haciendo le había dejado sin palabras. También admitía que había echado de menos dormir con él, que no era lo mismo porque Myung Soo tardaba poquísimo en dormirse, y Sung Yeol se quedaba hasta tarde mirando a saber qué cosas en su ordenador, cada uno metido en su propio mundo.
Con Woo Hyun podía hablar, se interesaba por cómo le había ido el día y cuando tuvo las promociones en solitario se quedaba hasta que él llegaba porque no podía dormir.
Esto no quería decir que no quisiera a Myung Soo y Sung Yeol, pero con Woo Hyun tenía más afinidad... ¡si hasta echaba de menos sus ataques de oso amoroso!
- Hyung, hyung ~ - canturreó el chico de repente aflojando el agarre para rodar por encima del líder y terminar en el otro lado - ¿verdad que esta noche duermo contigo?
- De acuerdo... - contestó el líder mientras intentaba mirar para otro lado, algo cohibido por la cercanía del menor.
Woo Hyun sonrió de oreja a oreja, volviendo a achuchar al castaño como si no hubiera mañana y este no pudo si no intentar alejarse, quedando apenas en el borde de la cama, quejándose por lo bajito. Vale que estaba acostumbrado a las muestras de afecto por parte de Woo Hyun, ¡pero se acababa de despertar! ¡casi ni sabía en qué día estaban!
- Hyung, soy tan feliz, te quiero eres el mejor – volvió a la carga Woo Hyun de nuevo abrazándolo con tanta fuerza que Sung Kyu no pudo aguantar el ataque y la gravedad hizo el resto.
- ¡Yah! ¡cuidado! - gritó pero sin darle tiempo a agarrarse a algo que no fuera el propio Woo Hyun y las sábanas que minutos antes lo estaban tapando, terminando ambos en el suelo.
Definitivamente quien entrase en esos momentos podría malinterpretar bastante esa escenita; algunos pensarían que era un acuerdo mutuo... otros sin embargo acertarían al pensar que Woo Hyun estaba acosando al líder (como de costumbre) y esta vez había ido un paso más allá.
Con la sábana prácticamente tapándolos, Woo Hyun totalmente encima de Sung Kyu y este último con una de sus piernas todavía subida a la cama... aunque quizás lo peor (o mejor) de aquella escena sería que el menor tenía una puntería prodigiosa porque eso de aterrizar justamente sobre los labios de su líder debía de ser cosa del destino.
Sung Kyu abrió un ojo y un segundo le siguió, visiblemente más abierto intentando procesar lo que estaba pasando en aquellos momentos, pero fue Woo Hyun el que se había separando pálido como un fantasma e incorporándose de golpe.
- ¿Hyung qué...? ¡Auch! - se quejó cuando el líder le había dado una soberana patada en el estómago todavía en el suelo y con el rostro más rojo que su pelo durante las promociones de 60 segundos.
- ¿¡Se puede saber en qué demonios estabas pensando!?
- ¡No sabía que ibas a caerte! ¡es culpa de la gravedad!
- Sí, pero a ella no puedo patearle el trasero, ¡vuelve aquí cobarde! - le gritó puesto que el menor, a expensas de que iba a terminar asfixiado con la almohada del líder después de aquello, hizo ademán de abrir la puerta – mierda, ahora me he jodido la cadera... - gruñó el líder por lo bajo mientras se levantaba como podía.
El menor al escucharlo fue corriendo para ayudar al castaño a levantarse, dándole igual si iba a recibir una paliza por aquello. El líder lo fulminó con la mirada.
- ¿Hyung estás bien? ¿te has hecho mucho daño?
- Más me duele el orgullo pero mírame, viviré con ello.
- Oh venga ya, tampoco ha sido tan espantoso, ¿no? ¡Dong Woo nos toca el trasero minuto sí y minuto también y no te oigo quejarte! - se defendió el chico mientras ponía morros.
- Lo suyo es acto reflejo y no perjudica mis preciosos y vírgenes labios.
- ¿Vírgenes labios? ¿qué demonios eres, una quinceañera loca de amor por su oppa favorito?
Aunque se arrepintió de decir eso porque de nuevo una patada fue directa a su estómago.
- Maldita sea... - se quejó Sung Kyu llevándose una mano a la parte baja de la espalda, seguramente lo tendría resentido durante varias horas.
- Vamos fuera hyung, se enfriará el desayuno... yo te ayudo – se ofreció el chico cogiendo al líder por el brazo y abriendo la puerta para que ambos saliesen.
- Yah, ¿qué te crees que soy, un anciano?
- Pues ya que lo dices...
Esta vez Woo Hyun estuvo a punto de morir asfixiado de no ser porque una silueta apareció por el pasillo arrastrando un oso de peluche gigante.
- ¿Hyung? ¿qué te pasa? - preguntó Sung Jong viendo como su líder se cogía la parte baja de la espalda e intentaba asesinar a Woo Hyun con la otra mano - ¿tengo que malinterpretar esa situación?
- ¿A qué demonios te refieres Sung Jong-ah? - preguntó Woo Hyun, aunque se arrepintió en cuanto el maknae abrió la boca.
- Oh vamos, ¿salís de la habitación, Sung Kyu hyung sujetándose la cadera e intentando matarte y tú con una cara de felicidad suprema? - el maknae niega con la cabeza antes de seguir con su camino al comedor, siendo adelantado por un Woo Hyun que corría por su vida y un Sung Kyu renacido de sus cenizas que volvía a intentar estrangular al vocal, alegando que ahora había perdido la virginidad de otra parte y además de manera ficticia.
Sung Yeol pegó un salto en su asiento cuando notó a Woo Hyun lanzarse de cabeza sobre el mueble y usar uno de los cojines como escudo mientras Sung Kyu intentaba arrebatárselo y ahogarlo con el.
- ¿Pelea matrimonial? - preguntó el más alto mientras Sung Jong llegaba al comedor y se sentaba tranquilamente en uno de los sillones, sentando a su oso justo detrás de él.
- Yo diría que papá ha violado a mamá sin el consentimiento de ésta... - se aventuró el maknae cogiendo su bol de arroz y empezando a comer como si nada.
- Bah, lo que suele pasar todos los días, ¿verdad? - comentó Sung Yeol con ironía mirando asombrado a los dos vocales que se habían congelado ante las palabras del menor, ¿desde cuándo ese chiquillo estaba tan espabilado? ¿¡Y de dónde mierda sacaba esas jodidas conclusiones!?
A punto estuvo Sung Kyu de preguntárselo cuando algo llamó la atención de los presentes.
Myung Soo entró en ese momento con una cara de esfuerzo suprema, la misma que llevaba Hoya pintada en el rostro mientras ambos arrastraban un cadáver dentro del comedor. Un cadáver que todos pudieron reconocer como el rapero principal del grupo y que continuaba en el séptimo cielo soñando con él sabría qué, pero a juzgar por su sonrisa parecía ser algo divertido.
- ¿Sigue muerto? - preguntó Woo Hyun, nunca dejaría de sorprenderse del sueño tan profundo que tenía el chico.
- Completamente, y eso que antes he logrado despertarlo un poco – admitió Hoya que no supo cómo había logrado incorporar un poco al mayor y sentarlo a los pies de otro de los sillones individuales, justo delante de la mesa, Hoya sentándose en el sillón, dejando a Dong Woo entre sus piernas.
Se inclinó para coger un plato de comida y ponerlo delante de la nariz del mayor que, aún en estado de trance, pareció reaccionar un poco, como un perrito abandonado y hambriento al que le ponen delante del hocico un suculento trozo de carne.
- Cinco, cuatro, tres, dos... - empezó Sung Kyu a contar antes de ser interrumpido por un grito.
- ¡COMIDA! - gritó Dong Woo abriendo los ojos y empezando a comer como si la vida le fuese en ello.
Su primera casa... creía que nunca lo diría en voz alta pero la echaba muchísimo de menos. Era pequeña, dormían apretujados y los zapatos se apilaban en la entrada haciendo casi imposible salir de allí sin tropezarse con alguno de los siete pares.
¡Si hasta echaba de menos dormir con el gruñón de Sung Kyu!
Se dio cuenta al poco de mudarse, al notar lo vacía y solitaria que estaba la habitación. Ya no había nadie con quien hablar, ya no había nadie que escuchase sus tonterías contestándole con un golpe de almohada o si estaba de buen humor con una cariñosa sonrisa antes de decirle que durmiera porque al día siguiente tenían que ensayar.
Soltó un suspiro y un quejido, meditando profundamente si escabullirse por las noches con una almohada y al menos dormir a los pies de alguna de las camas... o bien podría pedirle a su hyung que le hiciera un hueco.
Frunció el ceño, ¿le sentaría mal? ¿se enfadaría? ¿lo echaría de una patada de nuevo a su oscuro agujero?.
Miró el desayuno ya preparado y sonrió ligeramente, no perdía nada por preguntar... ¿verdad?
- Chicos, ¿podéis despertar al cadáver que tenemos por rapero principal? - preguntó a Myung Soo y Sung Yeol, cada uno sentado en una esquina del sofá y viendo la televisión, o al menos intentando prestar atención.
- Yo iré – se ofreció Myung Soo acostumbrado a tratar con el profundo sueño de Dong Woo puesto que desde siempre había compartido habitación con él.
Sung Yeol parecía seguir tratando de descubrir los secretos del universo escondidos en el fondo de su taza de café por como la miraba con el entrecejo fruncido.
Se encogió de hombros, de todas formas él quería ir a despertar a su hyung.
Entró en la habitación, la más grande de casa que contaba con tres camas individuales en las que dormían Myung Soo, Sung Yeol y su líder en la más alejada de todas, pegado casi a la ventana que apenas dejaba entrar la luz del sol y abrazado a su almohada.
Se acercó con una sonrisa, sentándose a su lado y tocándole primero el brazo para ver si continuaba durmiendo. Ni se movió. Fue el turno de picarle con un dedo la mejilla. Nada, seguía en el séptimo cielo.
- Hyung, el desayuno está listo y se va a enfriar... - le informó haciendo que se moviera ligeramente.
- ¿Hmmm?
- Hyung... el desayuno no te gusta que esté frío, ¿recuerdas?
- Woo Hyun-ah, es temprano, vuelve a dormir.
- ¿Qué te hace pensar que es temprano? A este paso le ganarás a Dong Woo...
- Eso te pasa por hablarme hasta tarde... - se defendió abrazando más la almohada
Woo Hyun frunció el ceño, eso solo pasaba antes.
- Hyung, ¿te recuerdo que duermo en un agujero sin fondo?
- ¿Ah? ¿Qué te has caído a un agujero? Lo habrás soñado, no pasa nada.
- ¡Hyung, despierta de una vez! - le medio gritó y, como le había enseñado después de todas esas mañanas en las que el mayor intentaba despertarle, se le subió encima pasando una pierna por su cuerpo y el brazo por debajo del cuello, logrando una de las famosas llaves de Sung Kyu que terminaron por despertarlo.
- ¡Yah! ¿¡Se puede saber qué haces!?
- ¡Vendetta! - gritó este con una sonrisa divertida mientras el mayor se revolvía.
Nadie lo diría pero Sung Kyu tenía una fuerza extraordinaria y el menor sabía que no aguantaría demasiado con aquel agarre.
- Hyung... ¿puedo dormir aquí? - preguntó de repente haciendo que el líder se quedase quieto.
- ¿Ah? ¿Qué me he perdido?
- No quiero dormir en esa habitación, está oscuro y estoy solo... te echo de menos hyung.
Si Woo Hyun hubiera estado en el otro lado hubiera visto perfectamente el sonrojo que había aparecido en las mejillas del mayor, pero solo pudo notar el casi imperceptible temblor que salió del cuerpo del líder.
- ¿Hyung...?
- Aquí apenas cabemos...
- ¡Si sabes que apenas me muevo!
- ¿Y el resto?
- Bah, les dará igual... ¡hyung me aburro muchísimo en aquel agujero, te necesito para poder dormir tranquilo! ¡solo puedo dormir contigo! - intentó de nuevo esta vez achuchando al mayor entre sus brazos mientras apretaba su mejilla contra el hombro del líder como si de un gato se tratase, a este paso solo le faltaría aprender a ronronear.
Sung Kyu no sabía qué responder, entre eso y el ataque koala que el menor le estaba haciendo le había dejado sin palabras. También admitía que había echado de menos dormir con él, que no era lo mismo porque Myung Soo tardaba poquísimo en dormirse, y Sung Yeol se quedaba hasta tarde mirando a saber qué cosas en su ordenador, cada uno metido en su propio mundo.
Con Woo Hyun podía hablar, se interesaba por cómo le había ido el día y cuando tuvo las promociones en solitario se quedaba hasta que él llegaba porque no podía dormir.
Esto no quería decir que no quisiera a Myung Soo y Sung Yeol, pero con Woo Hyun tenía más afinidad... ¡si hasta echaba de menos sus ataques de oso amoroso!
- Hyung, hyung ~ - canturreó el chico de repente aflojando el agarre para rodar por encima del líder y terminar en el otro lado - ¿verdad que esta noche duermo contigo?
- De acuerdo... - contestó el líder mientras intentaba mirar para otro lado, algo cohibido por la cercanía del menor.
Woo Hyun sonrió de oreja a oreja, volviendo a achuchar al castaño como si no hubiera mañana y este no pudo si no intentar alejarse, quedando apenas en el borde de la cama, quejándose por lo bajito. Vale que estaba acostumbrado a las muestras de afecto por parte de Woo Hyun, ¡pero se acababa de despertar! ¡casi ni sabía en qué día estaban!
- Hyung, soy tan feliz, te quiero eres el mejor – volvió a la carga Woo Hyun de nuevo abrazándolo con tanta fuerza que Sung Kyu no pudo aguantar el ataque y la gravedad hizo el resto.
- ¡Yah! ¡cuidado! - gritó pero sin darle tiempo a agarrarse a algo que no fuera el propio Woo Hyun y las sábanas que minutos antes lo estaban tapando, terminando ambos en el suelo.
Definitivamente quien entrase en esos momentos podría malinterpretar bastante esa escenita; algunos pensarían que era un acuerdo mutuo... otros sin embargo acertarían al pensar que Woo Hyun estaba acosando al líder (como de costumbre) y esta vez había ido un paso más allá.
Con la sábana prácticamente tapándolos, Woo Hyun totalmente encima de Sung Kyu y este último con una de sus piernas todavía subida a la cama... aunque quizás lo peor (o mejor) de aquella escena sería que el menor tenía una puntería prodigiosa porque eso de aterrizar justamente sobre los labios de su líder debía de ser cosa del destino.
Sung Kyu abrió un ojo y un segundo le siguió, visiblemente más abierto intentando procesar lo que estaba pasando en aquellos momentos, pero fue Woo Hyun el que se había separando pálido como un fantasma e incorporándose de golpe.
- ¿Hyung qué...? ¡Auch! - se quejó cuando el líder le había dado una soberana patada en el estómago todavía en el suelo y con el rostro más rojo que su pelo durante las promociones de 60 segundos.
- ¿¡Se puede saber en qué demonios estabas pensando!?
- ¡No sabía que ibas a caerte! ¡es culpa de la gravedad!
- Sí, pero a ella no puedo patearle el trasero, ¡vuelve aquí cobarde! - le gritó puesto que el menor, a expensas de que iba a terminar asfixiado con la almohada del líder después de aquello, hizo ademán de abrir la puerta – mierda, ahora me he jodido la cadera... - gruñó el líder por lo bajo mientras se levantaba como podía.
El menor al escucharlo fue corriendo para ayudar al castaño a levantarse, dándole igual si iba a recibir una paliza por aquello. El líder lo fulminó con la mirada.
- ¿Hyung estás bien? ¿te has hecho mucho daño?
- Más me duele el orgullo pero mírame, viviré con ello.
- Oh venga ya, tampoco ha sido tan espantoso, ¿no? ¡Dong Woo nos toca el trasero minuto sí y minuto también y no te oigo quejarte! - se defendió el chico mientras ponía morros.
- Lo suyo es acto reflejo y no perjudica mis preciosos y vírgenes labios.
- ¿Vírgenes labios? ¿qué demonios eres, una quinceañera loca de amor por su oppa favorito?
Aunque se arrepintió de decir eso porque de nuevo una patada fue directa a su estómago.
- Maldita sea... - se quejó Sung Kyu llevándose una mano a la parte baja de la espalda, seguramente lo tendría resentido durante varias horas.
- Vamos fuera hyung, se enfriará el desayuno... yo te ayudo – se ofreció el chico cogiendo al líder por el brazo y abriendo la puerta para que ambos saliesen.
- Yah, ¿qué te crees que soy, un anciano?
- Pues ya que lo dices...
Esta vez Woo Hyun estuvo a punto de morir asfixiado de no ser porque una silueta apareció por el pasillo arrastrando un oso de peluche gigante.
- ¿Hyung? ¿qué te pasa? - preguntó Sung Jong viendo como su líder se cogía la parte baja de la espalda e intentaba asesinar a Woo Hyun con la otra mano - ¿tengo que malinterpretar esa situación?
- ¿A qué demonios te refieres Sung Jong-ah? - preguntó Woo Hyun, aunque se arrepintió en cuanto el maknae abrió la boca.
- Oh vamos, ¿salís de la habitación, Sung Kyu hyung sujetándose la cadera e intentando matarte y tú con una cara de felicidad suprema? - el maknae niega con la cabeza antes de seguir con su camino al comedor, siendo adelantado por un Woo Hyun que corría por su vida y un Sung Kyu renacido de sus cenizas que volvía a intentar estrangular al vocal, alegando que ahora había perdido la virginidad de otra parte y además de manera ficticia.
Sung Yeol pegó un salto en su asiento cuando notó a Woo Hyun lanzarse de cabeza sobre el mueble y usar uno de los cojines como escudo mientras Sung Kyu intentaba arrebatárselo y ahogarlo con el.
- ¿Pelea matrimonial? - preguntó el más alto mientras Sung Jong llegaba al comedor y se sentaba tranquilamente en uno de los sillones, sentando a su oso justo detrás de él.
- Yo diría que papá ha violado a mamá sin el consentimiento de ésta... - se aventuró el maknae cogiendo su bol de arroz y empezando a comer como si nada.
- Bah, lo que suele pasar todos los días, ¿verdad? - comentó Sung Yeol con ironía mirando asombrado a los dos vocales que se habían congelado ante las palabras del menor, ¿desde cuándo ese chiquillo estaba tan espabilado? ¿¡Y de dónde mierda sacaba esas jodidas conclusiones!?
A punto estuvo Sung Kyu de preguntárselo cuando algo llamó la atención de los presentes.
Myung Soo entró en ese momento con una cara de esfuerzo suprema, la misma que llevaba Hoya pintada en el rostro mientras ambos arrastraban un cadáver dentro del comedor. Un cadáver que todos pudieron reconocer como el rapero principal del grupo y que continuaba en el séptimo cielo soñando con él sabría qué, pero a juzgar por su sonrisa parecía ser algo divertido.
- ¿Sigue muerto? - preguntó Woo Hyun, nunca dejaría de sorprenderse del sueño tan profundo que tenía el chico.
- Completamente, y eso que antes he logrado despertarlo un poco – admitió Hoya que no supo cómo había logrado incorporar un poco al mayor y sentarlo a los pies de otro de los sillones individuales, justo delante de la mesa, Hoya sentándose en el sillón, dejando a Dong Woo entre sus piernas.
Se inclinó para coger un plato de comida y ponerlo delante de la nariz del mayor que, aún en estado de trance, pareció reaccionar un poco, como un perrito abandonado y hambriento al que le ponen delante del hocico un suculento trozo de carne.
- Cinco, cuatro, tres, dos... - empezó Sung Kyu a contar antes de ser interrumpido por un grito.
- ¡COMIDA! - gritó Dong Woo abriendo los ojos y empezando a comer como si la vida le fuese en ello.
Un
suspiro generalizado llenó la casa de Infinite mientras el resto se
acomodaba como podía y empezaba el desayuno, la mayoría preguntando
qué iban a hacer ese día y dónde iban a estar.
Fin Flashback.
Fin Flashback.
Volviendo
al presente un gran silencio se había apoderado del comedor dónde
cada uno parecía más enfrascado en sus propios pensamientos
intentando rememorar ese momento que acaba de describir Woo Hyun que
de la historia en sí que había relatado.
- Vale, entonces todo normal de momento – Sung Kyu fue el primero en hablar, después de carraspear, anotándolo todo en su pizarrita, intentando pasar al siguiente sospechoso cuanto antes. Todavía se sentía jodidamente incómodo con aquella situación horas atrás dónde había terminado besando a Woo Hyun, aunque claro, ese fue un simple detonante...
- Entonces, ¿todo lo que pasó dentro de la habitación es que Woo Hyun hyung se cayó encima de Sung Kyu hyung y este se golpeó la cadera contra el suelo? - preguntó Sung Jong con el entrecejo fruncido. No terminaba de creerse esa situación.
- ¿Qué más quieres que pase? - se indignó el líder fulminándolo con la mirada.
- Sung Jong-ah quiere un hermanito, está cansado de ser el maknae de la familia, ¿verdad? - se burló Myung Soo ganándose sendas miradas fulminantes por parte del menor y el mayor – así podrá dejar al oso en herencia.
- ¡Yah, deja a Sung Kyu en paz!
- ¡¡Te he dicho que no llames así al maldito oso gigante!! - le gritó Sung Kyu lanzando un segundo bolígrafo al maknae, el primero se suponía que estaría cerca de dónde Hoya estaba sentado puesto que era el que minutos antes había esquivado – de acuerdo, entonces... ¡ey! ¡que eso es mío!
- Tú lo lanzas, tú lo pierdes – se defendió Dong Woo que, aburrido de estar en el suelo, se había levantado con el primer rotulador en la mano dispuesto a escribir las últimas novedades, señalizando a Woo Hyun y Sung Kyu a las 9:15 en el comedor desayunando con el resto.
- ¡Es mi trabajo!
- No, no, no, no, no – se quejaba el rapero dando pequeños saltitos y aferrándose a la pizarra.
- O te sientas o te toca hablar – le amenazó el líder entrecerrando sus ojillos.
- Vale, entonces todo normal de momento – Sung Kyu fue el primero en hablar, después de carraspear, anotándolo todo en su pizarrita, intentando pasar al siguiente sospechoso cuanto antes. Todavía se sentía jodidamente incómodo con aquella situación horas atrás dónde había terminado besando a Woo Hyun, aunque claro, ese fue un simple detonante...
- Entonces, ¿todo lo que pasó dentro de la habitación es que Woo Hyun hyung se cayó encima de Sung Kyu hyung y este se golpeó la cadera contra el suelo? - preguntó Sung Jong con el entrecejo fruncido. No terminaba de creerse esa situación.
- ¿Qué más quieres que pase? - se indignó el líder fulminándolo con la mirada.
- Sung Jong-ah quiere un hermanito, está cansado de ser el maknae de la familia, ¿verdad? - se burló Myung Soo ganándose sendas miradas fulminantes por parte del menor y el mayor – así podrá dejar al oso en herencia.
- ¡Yah, deja a Sung Kyu en paz!
- ¡¡Te he dicho que no llames así al maldito oso gigante!! - le gritó Sung Kyu lanzando un segundo bolígrafo al maknae, el primero se suponía que estaría cerca de dónde Hoya estaba sentado puesto que era el que minutos antes había esquivado – de acuerdo, entonces... ¡ey! ¡que eso es mío!
- Tú lo lanzas, tú lo pierdes – se defendió Dong Woo que, aburrido de estar en el suelo, se había levantado con el primer rotulador en la mano dispuesto a escribir las últimas novedades, señalizando a Woo Hyun y Sung Kyu a las 9:15 en el comedor desayunando con el resto.
- ¡Es mi trabajo!
- No, no, no, no, no – se quejaba el rapero dando pequeños saltitos y aferrándose a la pizarra.
- O te sientas o te toca hablar – le amenazó el líder entrecerrando sus ojillos.
Dong
Woo se encogió de hombros.
- Fácil, me desperté en la mesa y desayuné con vosotros. Fin, ¿alguna pregunta?
Todos los allí presentes miraron al chico con caras de resignación porque el rapero tenía toda la razón del mundo. Había estado durmiendo todo el maldito rato hasta que estuvieron sentados desayunando.
Sung Kyu, tentado de empezar a darse cabezazos contra la pared, miró fulminante al rapero mayor que ahora se dedicaba a dibujar alas en las esquinas de la pizarra. Y una idea le vino rápidamente a la cabeza.
Con la sonrisa más siniestra del universo miró a Hoya que se encogió en su asiento, había tenido la esperanza de que, con la contestación de Dong Woo, las cosas pasasen de largo... que bonito era soñar.
- Hoya, tú estabas despierto, ¿verdad?
El chico asintió débilmente antes de que Sung Kyu le hiciera un gesto para que empezase su relato. Frunciendo el ceño y asesinando la espalda de su hyung que continuaba haciendo alitas en la pizarra, se dispuso a meditar en profundidad las palabras que diría a continuación... bastante tuvo con que Myung Soo entrase en el peor momento posible.
- Fácil, me desperté en la mesa y desayuné con vosotros. Fin, ¿alguna pregunta?
Todos los allí presentes miraron al chico con caras de resignación porque el rapero tenía toda la razón del mundo. Había estado durmiendo todo el maldito rato hasta que estuvieron sentados desayunando.
Sung Kyu, tentado de empezar a darse cabezazos contra la pared, miró fulminante al rapero mayor que ahora se dedicaba a dibujar alas en las esquinas de la pizarra. Y una idea le vino rápidamente a la cabeza.
Con la sonrisa más siniestra del universo miró a Hoya que se encogió en su asiento, había tenido la esperanza de que, con la contestación de Dong Woo, las cosas pasasen de largo... que bonito era soñar.
- Hoya, tú estabas despierto, ¿verdad?
El chico asintió débilmente antes de que Sung Kyu le hiciera un gesto para que empezase su relato. Frunciendo el ceño y asesinando la espalda de su hyung que continuaba haciendo alitas en la pizarra, se dispuso a meditar en profundidad las palabras que diría a continuación... bastante tuvo con que Myung Soo entrase en el peor momento posible.
¡No al plagio! Respeta el trabajo de las autoras.
¡Gracias y no te olvides de comentar ^_^!
' Yo diría que papá ha violado a mamá sin el consentimiento de ésta...'
ResponderEliminarASDFGADSFG Morí con eso, lindo Jong que quiere un hermanito para dejar su herencia~
Lo amé!
Uy ahora le toca al YaDong! Ya quiero el siguiente cap!~
Jajajajaja xDDDD me alegra que te gustase, a mí personalmente me suele gustar los fics con comedia pero que también tengan su dosis romántica y, por qué no, con "acción" de la buena ~ ♥
EliminarA lo largo del fic ya verás que Jong tendrá diversos hermanitos (????) jajajaja
No tardaré mucho en subir el próximo capi, ya verás lo que le pasa al YaDong ♥♥
Con suerte podré publicar un capi semanal, ya veremos ~
¡¡Un beso y como siempre gracias por tus comentarios!!
Hola ~
ResponderEliminarBueno, no tengo nada que decir más que: ME FASCINA ESTA HISTORIA.
soy fan de la comedia y esta historia lo tiene todo, mis más sinceras felicitaciones, me encanta, sigue así por favor.
Muchas gracias por tus palabras! ^^ La historia está terminada así que espero que la disfrutes mucho y ya me contarás al final si te ha gustado, saludos ♥
Eliminar