6/3/14
Capítulo 2
Ninguno
abrió la boca puesto que esperaban algo mucho peor aguardándoles en
aquella habitación. Era lógico después del escándalo que su líder
había organizado con el taladro, pero ahora que veían lo que estaba
colgado de la pared les pareció hasta lógico.
Myung Soo fue el primero en fulminar con la mirada a Sung Yeol por el grito que pegó al escuchar el taladro y después al maknae por haber supuesto que iban a asesinarlos y enterrarlos vivos.
El pequeño simplemente se encogió de hombros, con su líder nunca se sabía qué podría ser lo próximo que les tuviera preparados.
- Hyung... ¿eso para qué demonios es? - preguntó Woo Hyun, y aunque el resto más o menos podía suponerlo era mejor que su líder hiciera la debida explicación.
- La idea de Dong Woo.
Los cinco miraron al rapero girando la cabeza en perfecta sincronización mientras este parpadeaba ligeramente confundido.
- Yo no he dicho nada de taladros, pizarras en la pared, fotos nuestras como si esto fuera un interrogatorio y tú tuvieras la idea fetichista de vestirte de policía. Porra y esposas incluidas.
Myung Soo fue el primero en fulminar con la mirada a Sung Yeol por el grito que pegó al escuchar el taladro y después al maknae por haber supuesto que iban a asesinarlos y enterrarlos vivos.
El pequeño simplemente se encogió de hombros, con su líder nunca se sabía qué podría ser lo próximo que les tuviera preparados.
- Hyung... ¿eso para qué demonios es? - preguntó Woo Hyun, y aunque el resto más o menos podía suponerlo era mejor que su líder hiciera la debida explicación.
- La idea de Dong Woo.
Los cinco miraron al rapero girando la cabeza en perfecta sincronización mientras este parpadeaba ligeramente confundido.
- Yo no he dicho nada de taladros, pizarras en la pared, fotos nuestras como si esto fuera un interrogatorio y tú tuvieras la idea fetichista de vestirte de policía. Porra y esposas incluidas.
-
No voy de policía – frunció el ceño el líder mirando su
vestuario que consistía en un simple vaquero y suéter de manga
corta.
- Seguro que ganas no le han faltado... - susurró Sung Yeol desde atrás, intentando que Sung Kyu no le escuchase.
En efecto, eso era lo que había colgado de la pared del comedor. Una pizarra, la misma que solían usar para preparar las posiciones de baile en el escenario y que normalmente estaba en la terraza junto al resto de trastos que no cabían dentro de casa mientras no estaban usándose.
- Seguro que ganas no le han faltado... - susurró Sung Yeol desde atrás, intentando que Sung Kyu no le escuchase.
En efecto, eso era lo que había colgado de la pared del comedor. Una pizarra, la misma que solían usar para preparar las posiciones de baile en el escenario y que normalmente estaba en la terraza junto al resto de trastos que no cabían dentro de casa mientras no estaban usándose.
Y
pegadas en la pizarra habían seis fotos, concretamente las fotos de
perfil de los miembros puestos por orden de edad y con diversas
anotaciones debajo como nombre, edad y otros detalles que apenas
podían leerse en letra diminuta.
Los chicos, con Sung Kyu a un lado de la pizarra sonriendo satisfecho por su obra, bajaron la vista hasta poco más de la mitad de la pizarra viendo una línea temporal que empezaba desde el Sábado por la mañana hasta esa misma mañana que habían encontrado la colilla en la terraza.
- Definitivamente se la ido la olla - concluyó Hoya mientras el resto asentía.
- No se me ha ido nada, vamos a repasar en detalle qué habéis hecho durante estas últimas veinticuatro horas.
- Hay algo que no me cuadra de todo esto... - murmuró el visual con los ojos entrecerrados.
- Lo tengo planeado, las fichas de diversos colores para situaros en la línea temporal las tengo aquí - se apresuró a responder el líder agitando una cajita que tenía en su mano y con una sonrisa de emoción en el rostro, solo le faltaba dar saltitos por toda la habitación.
- Creo que Myung Soo no se refería a eso, hyung – corroboró Hoya.
- Falta tu foto – dijo el más alto señalando las imágenes, el resto dándose cuenta de que solo seis de ellos estaban siendo acusados por aquel incidente.
- Por supuesto que yo no estoy, soy inocente, ¿para qué iba a tener mi fotografía ahí colocada?
- Chicos, sujetadlo – ordenó Hoya al mismo tiempo que Dong Woo, Woo Hyun y Myung Soo, como si lo hubiesen estado practicando durante horas, en perfecta sincronización cogían al líder de brazos y piernas y los otros dos se iban a buscar una foto de perfil.
Ni un equipo de asalto de la policía estaba tan sincronizado como ellos en aquel mismo momento.
- ¡YAH! ¡Traidores, soltadme!
- ¡Nosotros también somos inocentes hyung, el traidor eres tú! - gritó Woo Hyun sujetando el brazo izquierdo. Dong Woo estaba en el suelo enrollado en las piernas de Sung Kyu cual koala sobre su árbol favorito, sin intención de soltarse.
El maknae hizo acto de presencia y, moviendo ligeramente las imágenes de los miembros, hizo hueco para colocar la de Sung Kyu añadiendo al pie su nombre, edad y varias palabras entre las que cabía destacar “anciano senil y desconfiado de sus propios compañeros, posible amenaza”.
Minutos después la situación se hubo calmado y los siete se encontraban sentados en el suelo mirando fijamente la pizarra. Al final Sung Kyu aceptó el tener su foto en la pizarra, cabe añadir que costó bastante convencerlo pero eran seis contra uno y por muy líder de grupo que fuese seis cuerpos encima suyo aplastándolo contra el suelo como había amenazado Hoya no era una imagen demasiado agradable.
- Maldito loco del morado – pensó el líder enfurruñado y con los ojillos entrecerrados.
Los chicos, con Sung Kyu a un lado de la pizarra sonriendo satisfecho por su obra, bajaron la vista hasta poco más de la mitad de la pizarra viendo una línea temporal que empezaba desde el Sábado por la mañana hasta esa misma mañana que habían encontrado la colilla en la terraza.
- Definitivamente se la ido la olla - concluyó Hoya mientras el resto asentía.
- No se me ha ido nada, vamos a repasar en detalle qué habéis hecho durante estas últimas veinticuatro horas.
- Hay algo que no me cuadra de todo esto... - murmuró el visual con los ojos entrecerrados.
- Lo tengo planeado, las fichas de diversos colores para situaros en la línea temporal las tengo aquí - se apresuró a responder el líder agitando una cajita que tenía en su mano y con una sonrisa de emoción en el rostro, solo le faltaba dar saltitos por toda la habitación.
- Creo que Myung Soo no se refería a eso, hyung – corroboró Hoya.
- Falta tu foto – dijo el más alto señalando las imágenes, el resto dándose cuenta de que solo seis de ellos estaban siendo acusados por aquel incidente.
- Por supuesto que yo no estoy, soy inocente, ¿para qué iba a tener mi fotografía ahí colocada?
- Chicos, sujetadlo – ordenó Hoya al mismo tiempo que Dong Woo, Woo Hyun y Myung Soo, como si lo hubiesen estado practicando durante horas, en perfecta sincronización cogían al líder de brazos y piernas y los otros dos se iban a buscar una foto de perfil.
Ni un equipo de asalto de la policía estaba tan sincronizado como ellos en aquel mismo momento.
- ¡YAH! ¡Traidores, soltadme!
- ¡Nosotros también somos inocentes hyung, el traidor eres tú! - gritó Woo Hyun sujetando el brazo izquierdo. Dong Woo estaba en el suelo enrollado en las piernas de Sung Kyu cual koala sobre su árbol favorito, sin intención de soltarse.
El maknae hizo acto de presencia y, moviendo ligeramente las imágenes de los miembros, hizo hueco para colocar la de Sung Kyu añadiendo al pie su nombre, edad y varias palabras entre las que cabía destacar “anciano senil y desconfiado de sus propios compañeros, posible amenaza”.
Minutos después la situación se hubo calmado y los siete se encontraban sentados en el suelo mirando fijamente la pizarra. Al final Sung Kyu aceptó el tener su foto en la pizarra, cabe añadir que costó bastante convencerlo pero eran seis contra uno y por muy líder de grupo que fuese seis cuerpos encima suyo aplastándolo contra el suelo como había amenazado Hoya no era una imagen demasiado agradable.
- Maldito loco del morado – pensó el líder enfurruñado y con los ojillos entrecerrados.
Cabía
añadir que el dance machine cuando quería bien que sabía lidiar
con el mayor.
- Bien, ¿exactamente qué vamos a hacer? - preguntó Sung Yeol mientras a su lado Myung Soo tenía la cabeza apoyada en su mano, los ojos medio cerrados y a punto de dormirse.
- Muy fácil, vamos a averiguar quien ha estado matando sus pulmones sin mi consentimiento, por supuesto también está el asunto de que es perjudicial para la salud... ¡¡pero no podéis mentir, tenéis que dar detalles!!
- ¿Pretendes que me acuerde de TODO lo que hice ayer? - preguntó Hoya estupefacto.
- ¡¡YO ME ACUERDO!! Hoya, ¿no te acuerdas que...? - saltó Dong Woo de repente, sentado al lado del bailarin principal y zarandeándolo por el brazo con evidente emoción.
Hoya lo fulminó con la mirada, pero este grito no pasó desapercibido por Sung Kyu quien, con una sonrisa ladina en el rostro, se sentó frente a Dong Woo de un salto.
- Bien, bien... parece que tenemos un primer voluntario...
Una risa nerviosa salió de la boca de Dong Woo que, todavía sujetando el brazo de Hoya, lo apretó pidiendo auxilio con la mirada.
- Yah, hyung... ¿no se supone que vamos por orden de edad al igual que las fotos? - preguntó Woo Hyun con una sonrisa inocente en el rostro.
Turno de Sung Kyu de fulminarlo con la mirada pidiendo que se callase.
- Yo lo veo correcto – contestó Hoya con una sonrisa, Dong Woo a su lado soltando un suspiro de alivio.
- ¡Yah! ¡Aquí empezamos como yo lo ordene!
- ¡Coged una carta y dejad de gritar tanto! - gritó Myung Soo con los ojos cerrados pero asustando a todos los allí presentes.
Sung Jong se apresuró a rebuscar en un cajón del comedor y le tendió al visual una baraja de cartas. Este, rápido y sin perder el tiempo, sacó siete cartas.
- El que saque el número más bajo empieza con el dichoso interrogatorio y así sucesivamente.
Nadie se lo rebatió.
Y algunos empezaron a gruñir por lo bajo, sobretodo aquel que había sugerido la dichosa idea.
- Vaya, vaya... parece que tenemos al primer sospechoso listo~ - canturreó el líder con una sonrisa mientras justo delante de él Sung Yeol ponía el grito al cielo, negándose en rotundo que lo atasen a una silla y le pusieran un foco justo delante de la cara como si de un interrogatorio se tratase.
- No llegaremos a ese extremo... - lo tranquilizó Myung Soo, aunque todos allí supieron por la cara que puso Sung Kyu que esa idea se le había pasado por la mente.
- No pasó nada del otro mundo, me levanté, desayuné y después salí a pasear. Fin, ¡siguiente!
- ¡¡Alto ahí!! - saltó Sung Kyu poniéndose en pie y yendo en dirección a su adorada pizarra colocando un imán de color rosa en el principio de la línea temporal – detalles, ¿a qué hora fue eso?
- Yo que sé, ¿Myung a qué hora me levanté?
- Y a mí que mierda me dices... cuando me levanté ya estabas despierto – gruñó este al mismo tiempo que Sung Yeol entrecerró los ojos.
- De quién sería la culpa que me levantase temprano...
- Chicos concentración – ordenó el líder dando golpes con la mano en la pizarra antes de señalar al más alto con una regla sacada de dios sabría dónde y con la que apuntó a la primera víctima.
- Bien, a esa hora yo...
Flashback.
- Bien, ¿exactamente qué vamos a hacer? - preguntó Sung Yeol mientras a su lado Myung Soo tenía la cabeza apoyada en su mano, los ojos medio cerrados y a punto de dormirse.
- Muy fácil, vamos a averiguar quien ha estado matando sus pulmones sin mi consentimiento, por supuesto también está el asunto de que es perjudicial para la salud... ¡¡pero no podéis mentir, tenéis que dar detalles!!
- ¿Pretendes que me acuerde de TODO lo que hice ayer? - preguntó Hoya estupefacto.
- ¡¡YO ME ACUERDO!! Hoya, ¿no te acuerdas que...? - saltó Dong Woo de repente, sentado al lado del bailarin principal y zarandeándolo por el brazo con evidente emoción.
Hoya lo fulminó con la mirada, pero este grito no pasó desapercibido por Sung Kyu quien, con una sonrisa ladina en el rostro, se sentó frente a Dong Woo de un salto.
- Bien, bien... parece que tenemos un primer voluntario...
Una risa nerviosa salió de la boca de Dong Woo que, todavía sujetando el brazo de Hoya, lo apretó pidiendo auxilio con la mirada.
- Yah, hyung... ¿no se supone que vamos por orden de edad al igual que las fotos? - preguntó Woo Hyun con una sonrisa inocente en el rostro.
Turno de Sung Kyu de fulminarlo con la mirada pidiendo que se callase.
- Yo lo veo correcto – contestó Hoya con una sonrisa, Dong Woo a su lado soltando un suspiro de alivio.
- ¡Yah! ¡Aquí empezamos como yo lo ordene!
- ¡Coged una carta y dejad de gritar tanto! - gritó Myung Soo con los ojos cerrados pero asustando a todos los allí presentes.
Sung Jong se apresuró a rebuscar en un cajón del comedor y le tendió al visual una baraja de cartas. Este, rápido y sin perder el tiempo, sacó siete cartas.
- El que saque el número más bajo empieza con el dichoso interrogatorio y así sucesivamente.
Nadie se lo rebatió.
Y algunos empezaron a gruñir por lo bajo, sobretodo aquel que había sugerido la dichosa idea.
- Vaya, vaya... parece que tenemos al primer sospechoso listo~ - canturreó el líder con una sonrisa mientras justo delante de él Sung Yeol ponía el grito al cielo, negándose en rotundo que lo atasen a una silla y le pusieran un foco justo delante de la cara como si de un interrogatorio se tratase.
- No llegaremos a ese extremo... - lo tranquilizó Myung Soo, aunque todos allí supieron por la cara que puso Sung Kyu que esa idea se le había pasado por la mente.
- No pasó nada del otro mundo, me levanté, desayuné y después salí a pasear. Fin, ¡siguiente!
- ¡¡Alto ahí!! - saltó Sung Kyu poniéndose en pie y yendo en dirección a su adorada pizarra colocando un imán de color rosa en el principio de la línea temporal – detalles, ¿a qué hora fue eso?
- Yo que sé, ¿Myung a qué hora me levanté?
- Y a mí que mierda me dices... cuando me levanté ya estabas despierto – gruñó este al mismo tiempo que Sung Yeol entrecerró los ojos.
- De quién sería la culpa que me levantase temprano...
- Chicos concentración – ordenó el líder dando golpes con la mano en la pizarra antes de señalar al más alto con una regla sacada de dios sabría dónde y con la que apuntó a la primera víctima.
- Bien, a esa hora yo...
Flashback.
08:45
AM – Sábado
El sol apenas estaba saliendo cuando una silueta entró arrastrando los pies a la cocina. Más muerto que vivo Sung Yeol se dirigió a su única fuente de placer y que podría salvarle de aquel calvario: su preciada y adorada máquina de café con la que se casaría de ser legal en el país.
Una vez el líquido caliente, prácticamente abrasador, se deslizó por su garganta se sintió tranquilo y despejado después de la horrible noche que había pasado. Y todo por culpa de aquel maldito visual que lo llevaba por la calle de la amargura desde hacía varios días, ¿o eran semanas? Qué más daba, ese idiota se estaba comportando como un auténtico imbécil.
Eran amigos, los mejores según su punto de vista así que cuando el ambiente entre ellos se hizo extraño no le quedó duda alguna de que tenía que hablar con Myung Soo.
¿Y qué hizo el visual ante aquello? NADA, absolutamente nada. Se encogió de hombros y siguió organizando las fotografías que había hecho ese mismo día.
Como si le diese completamente igual que su amistad se estuviera yendo a la mierda. Maldito L de Infinite.
Odiaba a L y ese carácter tan pasota que adoptada, tan “cool” como solían llamarlo. Así no era Myung Soo, su mejor amigo.
Así que, después de haberlo estado pensando durante varias horas, de rodar por la cama y patear las sábanas de pura frustración llegó a la conclusión de que tendría que abordar al visual y si hacía falta atarlo para que le escuchase y le dijera porqué demonios estaban las cosas así de raras entre ellos.
Y con ese pensamiento pasó toda la noche en vela, levantándose aquella mañana con unas ojeras de los mil demonios y un cabello en el que un nido de pájaros podría haber vivido cómodamente.
Se apoyó en la bancada de la cocina, relamiéndose por el agradable sabor de aquel café, pensando detenidamente maneras de acorralar al visual y hablar como dios mandaba.
- ¿Atarlo?... quizás demasiado salvaje, ¿acorralarlo?... capaz de que piense que quiero violarlo...
- ¿A quién vas a violar? - preguntó una voz arrastrando los pies y con la voz ronca.
Y allí estaba la maldita razón de su insomnio, jodidamente atractivo aún habiéndose despertado haría pocos minutos, ¿cómo demonios podía tener el pelo perfectamente peinado? Ese chico no era humano, definitivamente.
- ¿Qué haces despierto tan temprano?
Por lo general él y Dong Woo, Sung Kyu en alguna ocasión, eran los que más tardaban en despertarse.
- No he dormido demasiado bien – se encogió de hombros restándole importancia y fue a servirse algo del café que le había sobrado a Sung Yeol.
Este no le quitó la vista de encima en todo momento, hasta que no pudo más y tuvo que cortar el jodido silencio que se había instalado en la cocina. Con suerte lograría que el menor dijera una frase completa.
- Myung Soo...
- ¿Hmm?
- ¿Qué te pasa conmigo?
- Explícate.
- Me refiero a que hace semanas que estás extraño y ausente – lo meditó unos segundos – más de lo normal.
- Estoy bien.
- ¿Entonces por qué me evitas?
- No te evito.
- Ya empiezas otra vez ¡¡me das largas!! ¡¡te conozco, te pasa algo!! ¡¡ahora mismo intento hablarlo y tú estás como si nada bebiéndote el maldito café!!
Vaya, la cosa era grave si Sung Yeol había llamado “maldito” a su preciado tesoro marrón.
Myung Soo se giró y, con una velocidad que no le creía posible, lo acorraló contra la bancada de la cocina. Alzó un poco la cabeza y escudriñó el rostro del más alto con los ojos entrecerrados y el semblante impasible que tanto lo caracterizaba.
Sung Yeol se había quedado de piedra, parecía que algo molestaba a Myung Soo.
- Dímelo tú, si me conoces tanto como dices sabrás exactamente qué estoy pensando en estos momentos.
Milagro, una frase larga que había dicho... pero no era momento de apreciar aquel detalle.
Sung Yeol lo miró, apenas aguantando la respiración, apreciando en detalle aquel atractivo rostro a escasos centímetros del suyo. Un rostro que conocía a la perfección y que lo miraban con unos ojos que nunca había visto, ¿qué demonios significaba aquella mirada?
El visual pasó la lengua por sus labios de una manera tan sensual que el alto solo pudo seguir aquel movimiento con sus ojos. Era una manía que el chico tenía desde siempre pero hasta ese momento no se había parado a apreciarlo debidamente. Era intrigante, atrayente, tan... tan...
- Ey, ¿qué hacéis? - preguntó una voz entrando en la cocina y haciendo que Myung Soo soltase un suspiro, separándose lentamente como si allí no pasase nada.
- Tomar café – contestó el visual dándole un sorbo a su taza - ¿qué haces despierto a estas horas?
- Siempre me despierto a estas horas, tengo que preparar el desayuno ¿recuerdas? - bufó Woo Hyun como si fuera lo más obvio del universo.
Myung Soo se encogió de hombros y, echándole de nuevo aquella intrigante mirada a Sung Yeol, salió al comedor dónde se sentó como si fuera dueño y señor del lugar.
Sung Yeol estaba estupefacto.
¿Qué cojones había pasado allí? O lo que es peor... ¿qué demonios iba a pasar si Woo Hyun no hubiera entrado en aquel momento?
Fin Flashback.
- Entiendo, entonces de 09:00 a las 09:30 más o menos Sung Yeol estaba tomándose un café. Lo confirman Myung Soo y poco después Woo Hyun que entra a hacer el desayuno – apuntó Sung Kyu en la pizarra.
Sung Yeol tenía la vista gacha, jugando nerviosamente con sus dedos.
Obviamente no había dicho en voz alta todos los pensamientos que había tenido pero no podía negar la situación tan extraña que había vivido con su mejor amigo.
- Podemos situar al resto de miembros en sus respectivas habitaciones – continuaba hablando para sí mismo Sung Kyu mientras colocaba los imanes con los respectivos colores repartidos en esa franja horaria.
- Cierto, esos dos estaban en la cocina, y a decir verdad el ambiente estaba de un tenso que daba miedo – añadió haciendo que los dos chicos se tensasen en su puesto - pero me puse a preparar el desayuno... después fui a despertarte hyung, ¿lo recuerdas? - preguntó Woo Hyun con una divertida y sensual sonrisa que hizo que el mayor contuviera un escalofrío y lo fulminase con la mirada para que cerrase el pico.
- De acuerdo, entonces continúa Woo Hyun, ¿cierto? - apuntó Dong Woo que hasta se había acercado un poco a la pizarra, totalmente emocionado con aquella situación, “¡parece una película!” había exclamado mientras Sung Yeol contaba su primera parte de la historia siendo callado por Hoya y Sung Kyu.
Todos miraron en aquel momento al vocal que tragó ligeramente saliva, ¿cómo demonios iba a enfocar aquello? Y lo que es más importante... obviando ciertos detalles.
Y, por como el líder lo miraba desde su posición en la pizarra, supo que él estaba pensando exactamente lo mismo.
El sol apenas estaba saliendo cuando una silueta entró arrastrando los pies a la cocina. Más muerto que vivo Sung Yeol se dirigió a su única fuente de placer y que podría salvarle de aquel calvario: su preciada y adorada máquina de café con la que se casaría de ser legal en el país.
Una vez el líquido caliente, prácticamente abrasador, se deslizó por su garganta se sintió tranquilo y despejado después de la horrible noche que había pasado. Y todo por culpa de aquel maldito visual que lo llevaba por la calle de la amargura desde hacía varios días, ¿o eran semanas? Qué más daba, ese idiota se estaba comportando como un auténtico imbécil.
Eran amigos, los mejores según su punto de vista así que cuando el ambiente entre ellos se hizo extraño no le quedó duda alguna de que tenía que hablar con Myung Soo.
¿Y qué hizo el visual ante aquello? NADA, absolutamente nada. Se encogió de hombros y siguió organizando las fotografías que había hecho ese mismo día.
Como si le diese completamente igual que su amistad se estuviera yendo a la mierda. Maldito L de Infinite.
Odiaba a L y ese carácter tan pasota que adoptada, tan “cool” como solían llamarlo. Así no era Myung Soo, su mejor amigo.
Así que, después de haberlo estado pensando durante varias horas, de rodar por la cama y patear las sábanas de pura frustración llegó a la conclusión de que tendría que abordar al visual y si hacía falta atarlo para que le escuchase y le dijera porqué demonios estaban las cosas así de raras entre ellos.
Y con ese pensamiento pasó toda la noche en vela, levantándose aquella mañana con unas ojeras de los mil demonios y un cabello en el que un nido de pájaros podría haber vivido cómodamente.
Se apoyó en la bancada de la cocina, relamiéndose por el agradable sabor de aquel café, pensando detenidamente maneras de acorralar al visual y hablar como dios mandaba.
- ¿Atarlo?... quizás demasiado salvaje, ¿acorralarlo?... capaz de que piense que quiero violarlo...
- ¿A quién vas a violar? - preguntó una voz arrastrando los pies y con la voz ronca.
Y allí estaba la maldita razón de su insomnio, jodidamente atractivo aún habiéndose despertado haría pocos minutos, ¿cómo demonios podía tener el pelo perfectamente peinado? Ese chico no era humano, definitivamente.
- ¿Qué haces despierto tan temprano?
Por lo general él y Dong Woo, Sung Kyu en alguna ocasión, eran los que más tardaban en despertarse.
- No he dormido demasiado bien – se encogió de hombros restándole importancia y fue a servirse algo del café que le había sobrado a Sung Yeol.
Este no le quitó la vista de encima en todo momento, hasta que no pudo más y tuvo que cortar el jodido silencio que se había instalado en la cocina. Con suerte lograría que el menor dijera una frase completa.
- Myung Soo...
- ¿Hmm?
- ¿Qué te pasa conmigo?
- Explícate.
- Me refiero a que hace semanas que estás extraño y ausente – lo meditó unos segundos – más de lo normal.
- Estoy bien.
- ¿Entonces por qué me evitas?
- No te evito.
- Ya empiezas otra vez ¡¡me das largas!! ¡¡te conozco, te pasa algo!! ¡¡ahora mismo intento hablarlo y tú estás como si nada bebiéndote el maldito café!!
Vaya, la cosa era grave si Sung Yeol había llamado “maldito” a su preciado tesoro marrón.
Myung Soo se giró y, con una velocidad que no le creía posible, lo acorraló contra la bancada de la cocina. Alzó un poco la cabeza y escudriñó el rostro del más alto con los ojos entrecerrados y el semblante impasible que tanto lo caracterizaba.
Sung Yeol se había quedado de piedra, parecía que algo molestaba a Myung Soo.
- Dímelo tú, si me conoces tanto como dices sabrás exactamente qué estoy pensando en estos momentos.
Milagro, una frase larga que había dicho... pero no era momento de apreciar aquel detalle.
Sung Yeol lo miró, apenas aguantando la respiración, apreciando en detalle aquel atractivo rostro a escasos centímetros del suyo. Un rostro que conocía a la perfección y que lo miraban con unos ojos que nunca había visto, ¿qué demonios significaba aquella mirada?
El visual pasó la lengua por sus labios de una manera tan sensual que el alto solo pudo seguir aquel movimiento con sus ojos. Era una manía que el chico tenía desde siempre pero hasta ese momento no se había parado a apreciarlo debidamente. Era intrigante, atrayente, tan... tan...
- Ey, ¿qué hacéis? - preguntó una voz entrando en la cocina y haciendo que Myung Soo soltase un suspiro, separándose lentamente como si allí no pasase nada.
- Tomar café – contestó el visual dándole un sorbo a su taza - ¿qué haces despierto a estas horas?
- Siempre me despierto a estas horas, tengo que preparar el desayuno ¿recuerdas? - bufó Woo Hyun como si fuera lo más obvio del universo.
Myung Soo se encogió de hombros y, echándole de nuevo aquella intrigante mirada a Sung Yeol, salió al comedor dónde se sentó como si fuera dueño y señor del lugar.
Sung Yeol estaba estupefacto.
¿Qué cojones había pasado allí? O lo que es peor... ¿qué demonios iba a pasar si Woo Hyun no hubiera entrado en aquel momento?
Fin Flashback.
- Entiendo, entonces de 09:00 a las 09:30 más o menos Sung Yeol estaba tomándose un café. Lo confirman Myung Soo y poco después Woo Hyun que entra a hacer el desayuno – apuntó Sung Kyu en la pizarra.
Sung Yeol tenía la vista gacha, jugando nerviosamente con sus dedos.
Obviamente no había dicho en voz alta todos los pensamientos que había tenido pero no podía negar la situación tan extraña que había vivido con su mejor amigo.
- Podemos situar al resto de miembros en sus respectivas habitaciones – continuaba hablando para sí mismo Sung Kyu mientras colocaba los imanes con los respectivos colores repartidos en esa franja horaria.
- Cierto, esos dos estaban en la cocina, y a decir verdad el ambiente estaba de un tenso que daba miedo – añadió haciendo que los dos chicos se tensasen en su puesto - pero me puse a preparar el desayuno... después fui a despertarte hyung, ¿lo recuerdas? - preguntó Woo Hyun con una divertida y sensual sonrisa que hizo que el mayor contuviera un escalofrío y lo fulminase con la mirada para que cerrase el pico.
- De acuerdo, entonces continúa Woo Hyun, ¿cierto? - apuntó Dong Woo que hasta se había acercado un poco a la pizarra, totalmente emocionado con aquella situación, “¡parece una película!” había exclamado mientras Sung Yeol contaba su primera parte de la historia siendo callado por Hoya y Sung Kyu.
Todos miraron en aquel momento al vocal que tragó ligeramente saliva, ¿cómo demonios iba a enfocar aquello? Y lo que es más importante... obviando ciertos detalles.
Y, por como el líder lo miraba desde su posición en la pizarra, supo que él estaba pensando exactamente lo mismo.
¡No al plagio! Respeta el trabajo de las autoras.
¡Gracias y no te olvides de comentar ^_^!
Hijo de la mala vida WooHyun! Cómo se te ocurre interrumpir!
ResponderEliminarAh, te odio cómo me dejas así y con el MyungYeol~ eres cruel! ;3;
Aw, te EXIJO que escribas ya los próximos caps! Me dejaste con la intriga.
Me encanta el hilo de la historia muy divertido no paraba de reir~
Y sí soy la misma stalkeadora(?) ~
Es que amo tus fanfics~
Mi stalkeadora oficial >///< ♥♥♥♥
EliminarJajajajaja en esa casa no utilizan los pestillos y por eso les da por interrumpir siempre que pueden (?)
Espero que te esté gustando y ya he subido el siguiente capi, que con el This is Infinite no había tenido demasiado tiempo T.T
Reír es sano, me alegra lograrlo aunque sea con mis disparatadas historias :3 ya me dirás que tal el siguiente capi, ¡un beso! ♥