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Posted by : SooriBang 18/2/15


Título: Pretty Lips
Autor: SooriBang
Extensión: 1 Capítulo (Oneshot)
Grupo: Infinite
Pareja: YaDong
Género: Comedia, romance, yaoi.
Advertencias: Lemon (y tal~)
Resumen: ¿Cuánto pensáis vosotros que es capaz Dong Woo de permanecer callado? ¿Un minuto? ¿Cinco? ¿Diez?. Pues no. Horas, unas horas laaargas e interminables que están a punto de volver loco a Hoya, y todo por ese estúpido final del MV donde su hyung se había acercando demasiado para su salud mental y él había actuado de aquella manera, al parecer molestando un poco al mayor.

¡Pero no era su culpa si ese loco y adorable hyung se acercaba a él dispuesto a morderle con varias cámaras grabando todos sus movimientos! Que lo hiciera en casa no le molestaba pero cuando podía desatarse un escándalo eso ya era otro asunto.

De todas formas aquella aparente mudez de Dong Woo tenía que terminar YA antes de que terminasen encerrándolo en un manicomio.
Quien iba a decir que echaría de menos las disparatadas y absurdas ideas que salían cada pocos minutos de esa sensual boca y esos bonitos labios...




Infinite - Pretty Lips.

 
- … Hyung, ¿sigues molesto por eso?
- …
- Hyung, tenía que hacerlo.
- …
- Dong Woo hyung por favor dime algo, si no hablas parece que el mundo vaya a explotar y terminemos todos muertos entre terribles sufrimientos.
Una pequeña sonrisa afloró en los labios del rapero ocultos bajo la gran bufanda verde, todavía mirando fijamente los números del ascensor cambiando mientras ambos iban en dirección a su apartamento.

Hoya a su lado se revolvió el cabello de pura frustración. Nunca creyó ver el día en que Jang Dong Woo aguantaría una hora sin hablar estando despierto. Y jamás creyó que ese hecho lo estuviera volviendo irremediablemente loco.
Estaba de los nervios y ya no sabía qué más hacer para que le hablase... ¡hasta había hecho esas cosas de aegyo que no soportaba pero que al mayor parecían enternecerle!
Y tenía que admitir que tenía miedo, si ahora mismo aparecía un zombie por la puerta del ascensor no sería nada comparado con el terror que le daba que su hyung estuviera enfadado con él y no le volviese a hablar nunca.

Podría parecer un dramático pero es que adoraba escuchar a su hyung hablar a esa velocidad y en ese idioma que muy pocos llegaban a entender. Era algo que al principio, cuando eran novatos, le daba un dolor de cabeza supremo pero al final había terminado por adorar. Era uno de esos pequeños detalles de Dong Woo que terminaban haciendo que te enamorases de él, dejando de lado su mentalidad de niño pequeño, la hiperactividad y esa sonrisa que podría acabar con todos los males del universo.

Vale, ahora estaba empezando a pensar cosas demasiado cursis.
Miró a su derecha con un pequeño puchero que su hyung pareció no notar porque seguía con la mirada fija en los números del ascensor.
- Hoy hemos terminado tarde de grabar... ¿tienes hambre? ¿quieres que pidamos algo de comida? - preguntó de nuevo Hoya obteniendo como respuesta un encogimiento de hombros por parte del mayor que comenzó a caminar al ver que el ascensor se detenía en su piso y las puertas se abrían.
Caminó directo a la puerta metiendo el código numérico y entrando en el apartamento vacío a primera vista.

Dong Woo pareció buscar algo con la mirada mientras se quitaba los zapatos y los dejaba de cualquier manera junto a la puerta, avanzando hasta el comedor que, en efecto, estaba vacío como el resto del apartamento.
Al parecer Sung Kyu hyung había vuelto a bajar al piso de abajo junto al resto de los miembros para, según él, vigilarlos.
En otras palabras, que se había aburrido de dormir demasiado y le apetecía molestar y ver la televisión un rato.

Hoya observó con el ceño fruncido como su hyung se quitaba la bufanda, los guantes, el gorro y el chaquetón al mismo tiempo, todo de golpe. En serio que ese hombre era único en su especie hasta para quitarse la ropa, lanzándola de cualquier manera sobre uno de los sillones ahora que su hyung gruñón no estaba a la vista, aunque más tarde fuera regañado por el desorden que había montado en cinco segundos.
Su madre tendría que haberlo llamado Jang Torbellino Dong Woo.

Dong Woo fue directamente a la cocina a por un refresco, abriéndolo y caminando hasta el sofá, sentándose allí y cerrando los ojos mientras se relajaba después de un agotador día de grabaciones. Gracias a dios que habían terminado de grabar el MV y ahora podían descansar, dentro de lo que cabía, pero había que aprovechar todos los minutos posibles con las promociones a la vuelta de la esquina y un tour japonés no demasiado lejos.
- ¿Vas a querer algo para cenar? - preguntó de nuevo Hoya que había ido hasta su habitación para dejar las cosas allí y salido minutos después con el teléfono en la mano dispuesto a hacer un pedido a su restaurante habitual.
Esta vez obtuvo como respuesta el pulgar de la mano levantado, como dando a entender que sí que le apetecía cenar algo. Ver para creer, que Dong Woo tuviera que recurrir al idioma de signos para hablarle. Definitivamente el mundo se iba a ir a la mierda y él no estaba preparado para ello.

El menor contuvo un par de maldiciones antes de meterse en la cocina para realizar el pedido de siempre, sabiendo perfectamente lo que le gustaba al mayor a estas alturas. Tallarines picantes. Él pediría los de soja como siempre y le daría la mitad a su hyung, así ambos podían comerlos. Aunque quizás no debería de pedírselos y demostrarle así que realmente estaba molesto con él por esa actitud tan infantil que tenía en aquellos momentos.
Se revolvió el pelo de pura frustración sabiendo que si lo hiciera estaría maldiciéndose a sí mismo durante mucho tiempo.
Al final pidió tallarines de dos clases, los favoritos de ambos.


Dong Woo miró de reojo como Hoya se metía dentro de la cocina y soltó un suspiro antes de morderse el labio.
En un principio podría decirse que había estado molesto con su dongsaeng por haber sido tan frío durante algunas de las escenas del MV pero tenía que admitir que él también podría haberse emocionado demasiado con ese
sed vosotros mismos que el director les había dicho en la mayoría de las escenas.

¿Qué demonios iba a hacer entonces si el mismo director del MV le pedía que fuera él mismo y tenía a su precioso dongsaeng con esa ropita tan mona durante las tomas del juicio? Pues perseguirle estaba claro... o bueno, quizás palparle el trasero en las primeras escenas pero eso era algo ya normal en él.
- No tendría que haberlo hecho... - susurró por primera vez en horas manteniendo la mirada fija en algún punto de sus rodillas, su refresco totalmente olvidado sobre la mesa.
- ¿Has dicho algo hyung? - preguntó el chico que parecía haber vuelto de la cocina y lo miraba con el ceño fruncido.
El mayor se apresuró a negar con la cabeza, negándose a abrir de nuevo la boca y haciendo que la paciencia de Hoya literalmente se esfumase.
- ¡Bien, perfecto, como quieras, quédate sin hablarme lo que queda de día o mejor, no vuelvas a hablar en lo que nos queda de vida, ¿de acuerdo?! - le gritó antes de perderse por el pasillo echando humo y cerrando la puerta de su habitación con un sonoro portazo.

El silencio se instauró en el apartamento de los chicos, zumbando en los oídos de Dong Woo antes de que un pequeño quejido saliese de sus labios, los ojos brillantes y aguantando algunas lágrimas que querían salir.
Ahora Hoya se había enfadado de verdad, y ya no volvería a hablarle nunca, ni a darle mimos, ni besos ni nada de nada... era un idiota y un cabezota y no sabía ni porqué el menor le aguantaba en ocasiones cuando lo más normal era haberle dado un puntapié hacía años.

Esa maldita escena final del MV tenía la culpa de que ahora estuvieran en esa situación.
Tendría que simplemente haberse quedado sentado a su lado, quizás con un par de palmaditas en su espalda, muy de hermanos, hombres y todo eso pero... ¿¡cómo demonios iba a resistirse si Hoya se sentaba de aquella manera tan adorable a su lado!?. La carita de desilusión que llevaba en esos momentos hizo que irremediablemente se acercase más a él con toda la intención de abrazarlo, aunque al final optando por entrelazar sus brazos con el del chico, con infinito cariño.
No era algo malo, ¿verdad?.

Al parecer Hoya no pensaba lo mismo puesto que lo apartó, pudiendo ver en su rostro una mezcla de risa cómplice y cara de que tuviera cuidado con lo que sea que estuviera pasando por su cabeza loca. Algunas veces maldecía el que fuera capaz de leer su mente con tanta facilidad.

De acuerdo, entonces nada de abrazos... bueno, podía vivir con ello lo que quedaba de grabación.
Dong Woo volvió a su sitio de antes estirando las piernas con toda la intención de que aquello fuese el final porque las ganas que tenía de abrazar y besar al menor iban a tirar por la borda todo lo que habían logrado durante esos últimos años. Así que esperó pacientemente a que el director gritase “Corten” y pudieran volver a casa dónde, esperaba, que no hubiera nadie.

No contó con que su querido novio, sí, ese mismo que hacía escasos minutos había rechazado un gesto de cariño tan normal como era entrelazar sus brazos, se tumbase y apoyara la cabeza contra uno de sus muslos, cerrando los ojos con toda la intención de dormirse allí mismo.
Una sonrisa divertida y adorable adornó los labios del mayor al mismo tiempo que con su mano izquierda acariciaba el cabello del chico, su mano derecha yendo irremediablemente hacia su mentón, acariciándolo y sujetándolo.

Si alguien le preguntase después porqué había hecho aquello seguramente se hubiera reído escandalosamente y encogido de hombros, maldiciendo interiormente el ser a veces tan decidido y lanzado que no pensaba en las consecuencias de sus actos.
Pero en aquellos momentos su interior le estaba gritando que se inclinase sobre Hoya, no para besarle, no delante de aquellas cámaras, simplemente para jugar un poco, un pequeño y minúsculo momento de intimidad entre ellos... ¡si hasta tenía la boca abierta, es decir, que no iba a besarle! ¡no estaba tan loco!

Pero parece ser que el menor no entendió del todo sus intenciones porque le apartó de un brusco empujón sobre su frente, aunque eso sí, después actuó como si fuera lo más normal del mundo que su compañero de grupo fuese con intenciones de morderle, cerrando los ojos y volviendo a su posición. Tranquilo, normal.
Todo muy normal, sí.

Dong Woo improvisó la cara más dramática de su repertorio después de aquel empujón. Ante todo había que ser profesional, pero interiormente estaba haciendo pucheros y gimoteando porque el menor le había apartado de manera tan brusca cuando él no tenía intenciones malignas de ningún tipo. ¡Para una vez que no tenía ninguna intención extraña y con doble sentido le malinterpretaban!

En conclusión. Habían terminado de grabar el MV. El director había quedado encantadísimo con su
naturalidad y perfecta sincronización y se habían despedido todos con inclinaciones, aplausos y mil gracias.

Hoya sabía que pasaba algo malo cuando, una vez dentro del vestuario, el mayor se empezó a quitar parte de la ropa con tranquilidad y lo peor, en el más completo y absoluto silencio.
- ¿Hyung? - preguntó en aquellos momentos mirándole bastante sorprendido.
La respuesta que obtuvo por aquello fue un pequeño gruñido, como dándole a entender que le escuchaba pero que estaba demasiado ocupado quitándose el suéter y los pantalones.


Vale, alguien le había cambiando a su hyung durante el trayecto del set de grabación al vestuario y se lo habían cambiado por esa imitación que parecía tener las pilas agotadas y que, lo peor, no le estaba saltando encima, ni abrazando en modo koala, ni palpando el trasero ni contándole mil cosas que tenía en mente y que Hoya solo lograría entender la mitad.
- ¿Te pasa algo? ¿te sientes bien? - volvió a preguntarle mortalmente preocupado acercándose para poder verle bien la cara. A lo mejor su hyung se había enfermado y él ni se había dado cuenta.
Es decir, le extrañaba que estuviera enfermo porque cuando Dong Woo se enferma es de los que continuaba con energía ilimitada y daba saltitos acostado en el sofá o la cama.
Sí, lo había vivido en sus carnes no hacía demasiado.


El mayor sencillamente asintió con la cabeza y Hoya no sabía si esa afirmación confirmaba el que le pasaba algo o el que se sentía bien. Dios, iba a volverse loco y apenas llevaban diez minutos en aquella sala en el más absoluto silencio por parte de su hyung.
Dong Woo se sentó en uno de los sillones para atarse los zapatos, totalmente cambiado y listo para regresar a casa dejando a Hoya con la boca abierta y sin saber qué demonios pasaba allí.


Se apresuró a cambiarse al ver como el chico salía de allí cerrando la puerta tranquilamente a sus espaldas. No había corrido hacia la puerta y gritado un
“¡¡Hoaegi date prisa o dejaré tu trasero aquí solito aunque después me arrepienta y tenga que volver corriendo a secuestrarlo!!” antes de echar a volar por el pasillo en dirección al parking donde seguramente volvería a tener otra pelea con su mánager porque él quería conducir pero el pobre hombre lo único que quería era llegar a su casa sano y salvo y besar a su mujer e hijo.

El menor tardó exactamente tres minutos en terminar de arreglarse, coger su chaqueta y ponérsela en dirección al coche donde, como esperaba, el mánager lo miraba con el ceño fruncido y los brazos cruzados. Seguramente le volvería a decir que tenía que controlar más a Dong Woo o un día de estos tendrían un accidente por las ganas que ese niño le ponía al hecho de conducir o algo parecido. Se equivocó.
- ¿Qué has hecho? - le preguntó directamente a lo que Hoya parpadeó confundido.
- ¿Perdón?
- Dong Woo se ha metido directamente en el asiento sin montar un escándalo, es decir, ha llegado caminando, ¡caminando que no corriendo!, y se ha sentado TRANQUILAMENTE en el asiento. Algo has hecho.
- ¿Y por qué he tenido que ser yo?
- Porque el mundo de ese niño sólo se derrumba cuando es algo relacionado contigo – replica como si fuera la cosa más obvia mientras señalaba a su espalda donde podía apreciarse la silueta del mencionado.
- Juro que no he hecho nada, al menos que recuerde ahora mismo...
- Pues ya estás recordándolo y arreglándolo, nunca creí que diría esto pero como siga así de tranquilo temo que sufra una explosión por retención de energía o vete tú a saber – le advirtió señalándolo con el dedo antes de abrir la puerta y arrancar el motor.
Hoya parpadeó un par de veces antes de suspirar derrotado.
Habría que hacer memoria.

Abrió la puerta viendo como el mayor estaba con los ojos cerrados y los auriculares puestos. Seguramente estaría durmiendo pero una vez más se sorprendió al ver como abría solo un ojo y le miraba como asegurándose que era él antes de suspirar y volver a cerrarlo. Ver para creer.
Cerró la puerta a sus espaldas y se puso el cinturón al mismo tiempo que el mánager volvía a lanzarle una mirada inquisidora por el retrovisor antes de poner el coche en movimiento.

Era el momento de hacer memoria.
¿Desde cuándo Dong Woo no le hablaba?
Durante las grabaciones había estado normal, hiperactivo como siempre, acosándolo por todo el set, daba saltitos, reía, bromeaba con todo el mundo.
Dong Woo siendo Dong Woo. Hasta ahí todo bien.

Frunció el ceño mientras se ponía también los auriculares. Necesitaba escuchar música en aquellos momentos, además el viaje hasta casa no era corto y sin Dong Woo hablándole sin parar de mil cosas sabía que se le iba a hacer eterno.
Las escenas del MV había salido bastante bien. Habían estado sincronizados con el baile como era costumbre así que no creía que fuera algo de eso.

De repente una escena le vino a la mente, una dónde un adorable Dong Woo se le acercaba con la boca abierta mientras él estaba tranquilamente apoyado en su muslo. Y él reaccionaba apartándolo bruscamente con un golpe en la frente.
Maldición. Tenía que ser eso o si no ya no sabía qué demonios le pasaba a su hyung.
Quizás se había pasado un poco apartándolo de esa manera pero admitía que la sorpresa de abrir los ojos y ver a tu amigo-novio, con el cual supuestamente no mantienes una relación, inclinándose hacia él con la boca abierta y mil cámaras grabando ese momento pues hacía que su acto reflejo actuase por sí mismo.

Chasqueó la lengua mirando de reojo a Dong Woo que seguía en la misma pose que cuando había entrado. La misma pose. Dios, tenía que arreglar aquello como sea.

Lo primero que hizo cuando el mánager los dejó en casa y desapareció con el coche fue pedirle perdón. Dong Woo lo miró fijamente unos segundos antes de suspirar y caminar en dirección al ascensor seguido de Hoya que continuaba intentando que le hablase aunque fuera con un mísero monosílabo. Lo mismo en el ascensor, continuando con su retahíla de preguntas y disculpas.

Y eso nos lleva a la situación actual donde la paciencia de Hoya se había esfumado y Dong Woo se encontraba gimoteando en el sofá y maldiciéndose interiormente por ser cabezota y no pensar las cosas dos veces antes de hacerlas.

El chico se revolvió su cabello castaño y a punto estaba de levantarse del sofá donde se encontraba sentado para ir a pedirle perdón al menor cuando la puerta volvió a abrirse de golpe y Hoya salió corriendo de la habitación en dirección a Dong Woo que lo miró realmente sorprendido.
- Perdón, perdón, perdón, perdón no he querido decirte eso hyung lo siento – dijo de golpe mientras se ponía de rodillas frente a él y escondía su cabeza en el regazo del mayor – quiero que hables, quiero que te rías, quiero que seas feliz y que digas burradas o lo primero que se te ocurra, adoro que hagas todo eso. Lo siento, si te soy sincero quería que lo hicieras pero hay cámaras hyung, tienes que pensar en las cámaras te lo he dicho cientos de veces... además, no me molesta que me abraces o me palpes el trasero porque el mundo está acostumbrado a esa faceta tuya pero ¡no puedes ir mordiéndome o besándome delante de todos! Tienes que esperar a llegar a casa... o en la agencia o en el ascensor... ¿entiendes lo que te digo? Menos mal que no lo ha visto Sung Kyu hyung, ¿¡no te acuerdas como se puso con el fanservice de los conciertos!? Dios, no me apetece volver a escuchar ese monólogo eterno y sin sentido que nos suelta cada dos por tres y con sus ojillos fulminantes y...
- Hoaegi...
El menor se calló al escuchar la voz del mayor, algo ronca quizás de no haber hablado durante largo rato, y levantó la cabeza para mirarle entre sorprendido y contento.
- Dilo otra vez.
Dong Woo ladeó la cabeza sin comprender demasiado bien a qué venía eso pero le hizo caso.
- Hoaegi.

Antes de que el mayor pudiera preguntar qué le pasaba el chico ya se había inclinado sobre él y besado profundamente, un pequeño jadeo de sorpresa escapando de los labios del castaño antes de que su amigo rompiera el beso, se sentase a su lado y apoyara la frente en el hombro del mayor, sus brazos rodeando la cintura de este.
- Ni te imaginas las ganas que tenía de que hablases...
- Lo siento Hoya, no tendría que haberte preocupado por una tontería así, en realidad iba a pedirte disculpas pero has aparecido tan de repente y soltado un discurso que haría llorar a los de Sung Kyu hyung que no me ha dado tiempo a nada.
Una pequeña carcajada escapó de los labios del menor mientras Dong Woo le acariciaba el cabello con una sonrisa cariñosa adornando sus labios antes de que se acordase de algo.
- ¡Pero no hacía falta que me apartases así! - le recriminó de repente palmeándole el muslo para que lo mirase - ¡no iba a hacer nada, no estoy tan loco como todo el mundo piensa! - concluyó haciéndole un pequeño pucherito que Hoya no pudo evitar besar con cariño, separándose para mirarle ligeramente confundido.
- ¿Puedo preguntar entonces por qué venías hacia mí con la boca abierta dispuesto a comerme como de costumbre?
- Hacer como que te mordía... – dice mortalmente serio antes de acercarse con la boca abierta, cerrándola a escasos centímetros del rostro del menor - ...algo así, más o menos, creo.
- Ya... ¿estás seguro que no me hubieras mordido la nariz? Por no decir otro sitio un poquito más abajo...
Dong Woo ladeó la cabeza, meditándolo unos segundos antes de soltar una risita nerviosa.
- Puede...
- ¿Tú lo ves como tengo que estar vigilándote las veinticuatro horas para que no hagas ninguna de tus locuras?
- ¿Y yo qué culpa tengo? ¡Además es culpa tuya! ¿Cómo se te ocurre ponerte así de adorable en mi presencia?
- No estaba siendo adorable – le recrimina Hoya mirándole con los ojillos entrecerrados.

En ocasiones no sabía porqué su hyung encontraba adorable todo lo que hacía, aunque su contestación cuando se lo preguntó fue un
“¡Porque eres mi Hoaegi adorable!”.
La lógica de Dong Woo en ocasiones era apabullante.

- ...yo iba a sentarme tranquilamente y vas tú y te acuestas sobre mi muslo... ¿quién debería de pensar más en las personas que hay nuestro alrededor? ¡Yo no soy de piedra y tú entras en modo adorable cuando menos me lo espero! ...
Y ese era Dong Woo que continuaba con sus eternas explicaciones, moviendo los brazos como si estuviera teniendo el debate de su vida del cual dependía la libertad de la raza humana.

Hoya soltó un suspiro y una pequeña sonrisa adornó sus labios antes de quitar las manos de la cintura de su hyung, acostándose sobre el sofá y apoyando su cabeza sobre el muslo del mayor haciendo que este detuviera su monólogo infinito.
- Tú no pares hyung, yo te escucho desde aquí abajo – le dijo con una pequeña sonrisa cerrando los ojos.
Aquello era un maldito flashback y, como tal, la mano izquierda de Dong Woo fue a acariciar el cabello del menor mientras la derecha lo hacía en el mentón.
No hacía ni dos horas que habían hecho exactamente lo mismo pero en aquella ocasión no habían mil cámaras y ojos mirando lo que estuvieran haciendo.

Dong Woo se inclinó con la boca abierta, dándole un pequeño mordisco en la nariz al menor que la arrugó en cuanto se hubo separado un poco.
- ¿Ves? Algo así hubiera quedado muy mono... - le recriminó todavía inclinado sobre él, Hoya abriendo un ojo para mirarle.
- Ya... ¿y seguro que te hubieras parado ahí?
- Bueno, a veces tengo algo de fuerza de voluntad aunque parezca lo contrario.
- Que suerte, yo llevo sin ella desde hace unas horas... - sentencia alzando un poco la cabeza para morder el mentón del mayor haciendo que un pequeño jadeo de sorpresa escapase de sus labios.
Hoya volvió a acomodarse sobre el muslo del chico, cerrando los ojos tranquilamente como si aquello no fuese con él, ajeno completamente a la mirada fulminante que le estaba echando su hyung en aquellos momentos.
- ¿Estás intentando tentarme o es cosa mía?
- Ani~ es cosa tuya - murmuró el chico intentando que una sonrisa no adornase sus labios.
- ¿Seguro? Yo juraría que te me estás insinuando...
- Menudas locuras se te ocurren.
- ¿Acaso me he imaginado que me has mordido?
- Nop.
- ¿Y por qué lo has hecho entonces?
- Tú me muerdes, yo te muerdo.
- ¿Desde cuándo? ¡Nunca me muerdes porque ya sabes lo que pasa si lo haces! - exclama sonrojándose ligeramente, y es que Hoya sabía perfectamente lo que sus dientes en cualquier parte del cuerpo de Dong Woo podían llegar a hacer.

El menor se encogió de hombros, restándole importancia.
- Me apetecía, ni que fuera la primera y última vez... además tu siempre me muerdes por todas part-...
No pudo terminar la frase porque la cabeza de un Dong Woo inclinado sobre él se había perdido por algún rincón de su cuello y clavícula, lo que el suéter que llevaba dejaba a la vista, mordiéndole la zona y haciendo que el menor contuviera un jadeo.
- Por supuesto que muerdo, ¿quién demonios puede resistirse a no morderte? - susurra sobre su piel, los labios dejando un recorrido de caricias por la zona.
- ¿El resto del mundo? - preguntó el chico como buenamente pudo.
- Y que me entere yo que alguien, además de mí, te muerde...
Hoya abrió los ojos y esbozó una sonrisa al ver tan malditamente cerca el cuello de su hyung, este todavía perdido por algún rincón de su clavícula.
- Podría decir lo mismo... - murmuró al mismo tiempo que cogía a Dong Woo por la nuca y acercaba el cuello a su boca, mordiéndolo y arrancándole un sonoro gemido al chico quien tuvo que apoyar la frente en el pecho del menor.
- ¿Planeas matarme?
- De hecho tengo en mente algo bastante diferente a la par que parecido – ronronea lamiendo la marca del mordisco que acababa de dejarle – si vas a morirte, que no va a ser el caso, será cuando te tenga debajo de mí suplicándome que te folle más y más duro, hyung.

Esa simple frase envió un estremecimiento por todo el cuerpo de Dong Woo, aunque podría decirse que se centró la mayor parte en su entrepierna, pero no pudo evitar la imagen mental que se le formó ante esas palabras.
Metió las manos por debajo del suéter del menor, subiéndolo y llevando su boca al estómago y vientre del chico, sus dedos acercándose peligrosamente al borde del pantalón y haciendo que Hoya empezase a jadear, una sonrisa ladeada formándose en los labios del mayor.

Dong Woo de por sí era pura energía pero en momentos así era como una pequeña, aunque adorable y sensual, bestia dispuesta a comérselo de arriba abajo como le hizo saber cuando llegó al ombligo del menor y sus dedos ya estaban desabrochándole el pantalón.
- Creo que te prefiero a ti de cena que lo que sea que hayas pedido – confesó sin despegar sus labios de la carne caliente bajo su cuerpo.

Era una pose de lo más extraña, con la cabeza de Hoya todavía sobre el muslo de Dong Woo y este prácticamente inclinado sobre él, la cabeza perdida por su vientre y sus dedos colándose por dentro del pantalón, bajándolo todo lo que podía y su boca descendiendo al mismo tiempo.

Hoya no pudo evitar soltar un sonoro gemido cuando la lengua y labios del mayor se posaron sobre su miembro aún cubierto por la ropa interior aunque bastante despierto a esas alturas. Porque definitivamente las atenciones de Dong Woo y sus ideas raras cada vez le sorprendían y excitaban más. Igual que aquella extraña pose que hoy tenían, abriendo uno de sus ojos para darse cuenta que tenía el vientre y entrepierna del mayor a escasos centímetros de su nariz, todavía completamente vestido y eso era algo que no le gustaba en absoluto.

De un tiró subió todo lo que pudo el suéter que llevaba, alzando un poco la cabeza para lamer el ombligo de Dong Woo antes de cambiar la dirección de su boca, una sonrisa ladeada en su rostro al mismo tiempo que sus dientes se cerraban con suavidad sobre la entrepierna aún cubierta con los vaqueros del mayor que no pudo evitar el grito que escapó de su boca ante aquella acción tan inesperada.
- ¡Hoya! ¡Ni se te ocurra morderme por ahí!
- Ey, tú me estás lamiendo y besando... - se defendió desabrochando el pantalón y bajándolo de un tirón revelando la ropa interior y los muslos del mayor.
- ¡Mordiscos ahí no! Si de por sí tus mordiscos me ponen muchísimo pues imagínate lo que me hacen si me los das... ¡¡ah!! ¡espera un momento!
El menor había continuado con su recorrido y ahora había ido directamente a morderle la cara interna de uno de los muslos.

Fue un ataque mortal para Dong Woo, su cuerpo sin fuerza y la cabeza quedando apoyada sobre la entrepierna del menor mientras respiraba agitadamente.
- Te odio... - le susurró como buenamente pudo.
- Es cierto~ se me había olvidado tu punto debil hyung... era... ¿por aquí? - preguntó inocente dando otro mordisco en sus muslos, un estremecimiento recorriendo todo el cuerpo de Dong Woo que se había quedado laxo, acción que el menor aprovechó para incorporarse hasta quedar sentado, el mayor de lado y todavía acostado sobre el sofá intentando normalizar su respiración pero sin evitar mirarle con una mezcla de odio y amor infinito.

Dong Woo se apoyó sobre sus brazos ante la atenta mirada de Hoya que supo que su hyung iba a vengarse con alguna de sus ideas descabelladas y para la cual estaba expectante.
En efecto, tan pronto como el castaño recuperó el aliento hizo que la espalda del menor se apoyase sobre el respaldo del sofá sentádose él en su regazo y deshaciendose tanto de su suéter como el de Hoya. Sus caderas empezando un ligero movimiento circular sentado como estaba sobre Hoya que no pudo evitar soltar un sonoro gemido.
Sus manos iban a ir directamente a la cadera del mayor, no sabía si para instarle a que continuase o parase aquellos placenteros movimientos pero sus acciones fueron detenidas por las manos de Dong Woo fuertemente cerradas sobre las muñecas del moreno y obligandole a poner los brazos sobre su cabeza.
- No vas a tocarme, este es tu pequeño castigo pequeño vampiro – le susurra sobre sus labios, sin llegar a besarle tampoco.

Podía parecer que no pero Dong Woo tenía bastante fuerza cuando quería. En realidad la fuerza de ambos era prácticamente la misma, aunque Dong Woo fuese más ligero que él. Pero parecía que los mordiscos en el muslo que le había dado Hoya minutos antes le habían dado la fuerza necesaria para retener sus manos y continuar con aquellos movimientos sensuales de su trasero justo sobre la pelvis del menor que optó por echar la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos y pensando en alguna otra cosa que no fuera a su hyung bailándole de aquella manera tan sensual ni de su trasero moviéndose justo encima de su miembro.

Gatitos. Había que pensar en gatitos.
A poder ser un ejército de gatitos adorables.

El mordisco en su oído hizo que los gatitos desparecieran de su mente y de nuevo un sonoro gemido escapase de su boca, hecho que hizo que Dong Woo sonriera pícaramente.
- Adoro escucharte gemir.
- Pues ya somos dos y créeme hyung, pienso vengarme por esto.
- Eso espero, si no es que no estoy haciendo bien mi pequeño trabajo de torturarte – sentencia cambiando el movimiento circular de sus caderas a un vaivén lento de delante hacia atrás.
- Hyung por el amor de todos los dragones, si sigues así vas a hacer que termine viniéndome.
Los movimientos se detuvieron con un pequeño pucherito que se formó en los labios del mayor. Le gustaba torturar un poquito a Hoya pero tampoco quería que la diversión se terminase tan pronto.

Una sonrisa se formó en los labios de Dong Woo.
- Te noto más que listo para mí pero... tendrás que ayudarme con esto – le indica soltando las muñecas del menor y señalando el pantalón vaquero desabrochado pero que todavía llevaba puesto.
Hoya no tardó en bajarlo con ayuda de Dong Woo que se había puesto de rodillas sobre él, facilitando la tarea y logrando liberar primero una pierna seguida de la otra, el castaño quedándose ahora solamente con la ropa interior que no tardó en bajar también.
- Voy a prepararme para ti – susurró mirando un poco hacia abajo para ver al menor a los ojos. Su lengua estaba lamiendo sus labios rellenitos antes de dirigir su atención a uno de sus dedos que se había llevado a la boca, lamiéndolo con hambre y sin despegar la vista de los ojos de Hoya que lo miraba sin apenas respirar.

Llevó su dedo a su espalda, directo a su entrada tanteándola suavemente y dejando escapar pequeños jadeos sin despegar sus ojos de los del menor.
- Uno... - susurró mordiéndose el labio mientras procedía a meterlo despacio y suavemente seguido poco después de un segundo - ...dos...
- Dios hyung, déjame hacerlo a mí, necesito tocarte, lamerte, besarte por todas partes.
Dong Woo negó con la cabeza, inclinándose para morder su nariz y bajando a mordisquear su mentón.
- ...tres... - jadea dejando escapar también un grito que acabó con la poca paciencia que le quedaba a Hoya, apartando al mayor de encima suya para terminar empujándolo, el pecho de Dong Woo presionado contra el respaldo del sofá todavía de rodillas sobre el mismo.

Hoya se inclinó sobre el trasero del mayor, metiendo dos de sus dedos de golpe.
- Vaya, parece que mi hyung sabe lo que hace...
- Idiota – le gruñe de vuelta enterrando la cabeza en el sofá antes de girarla un poco para mirarle - ¿a qué demonios esperas? Te necesito...
- ¿Te has olvidado de esos movimientos tan sensuales de antes? - pregunta con una sonrisa socarrona mientras se quitaba lentamente el pantalón – suplica y lo tendrás.
- Por dios Hoya, ¿qué quieres que te diga? ¿que necesito que me lo hagas ahora mismo y bien duro de tal manera que nos escuchen en el piso de abajo?
- Algo así.
- ¿Y que como no me des lo que quiero pienso atarte y servirme yo mismo?
- Eso me parece más una amenaza...
- … ¿y qué como sigas haciéndome esperar al final voy a ser yo quien te empotre contra la superficie más cercana?
- Tomo nota, eso sería interesante hyung y ya sabes que si es contigo estoy dispuesto a lo que sea – se inclina sobre él, mordiéndole la nuca antes de comenzar a entrar despacio, poniendo una de sus rodillas sobre el sofá y haciendo que el cuerpo del mayor se aplastase contra el respaldo - ...pero hoy me toca a mí comerte.

Termina de entrar de golpe haciendo que Dong Woo gritase sin darle tiempo a taparse la boca con la mano, arañando la tapicería del sofá con las uñas y enterrando su rostro en el respaldo, Hoya inclinándose sobre él para mordisquear su nuca.
- Tan estrecho como siempre hyung... - susurró sobre su piel empezando a moverse de manera lenta y pausada, llevando al extremo la paciencia de un castaño que lo único que quería era más y más de Hoya.
Pero sabía que para conseguirlo tenía que decirlo en voz alta, cosa que no le importaba lo más mínimo.
Era un gritón en todos los aspectos, qué vamos a hacerle.
- Hoya como no te muevas más rápido juro que voy a tirarte al suelo y montarte yo mismo.
- Hyung eres un impaciente – ríe sobre la piel de su cuello, dirigiendo sus dientes hacia el oído para morderlo – pero te daré lo que me pides.

Las embestidas no tardaron en hacer que el sofá se moviera ligeramente de su sitio y Dong Woo, literalmente, gritase y se inclinase un poco contra el sofá, alzando más su trasero y profundizando las penetraciones.
- Dios santo hyung... espera – jadea Hoya en su oído parando un segundo antes de mover al mayor, sin salir de su interior, hasta dejarlo prácticamente acostado sobre el sofá, ahora con más libertad para moverse e inclinar el cuerpo de Dong Woo dejando de nuevo su trasero más alzado.
Ambos gimieron ante esto. La sensación era abrumadora y los golpes cada vez más profundos y certeros que hicieron que la vista del mayor se nublase ligeramente, saliva escapando de su boca abierta cuyos gemidos y jadeos ya no podían ser retenidos.

No iban a aguantar mucho más, tanto uno como otro estaban llegando al límite aunque parecía que el moreno todavía tenía algo de sentido común porque le dio la vuelta al mayor, dejándolo boca arriba y alzando una de sus piernas hasta posarla en su hombro, inclinándose sobre Dong Woo para llegar de nuevo hasta el fondo.
- Adoro tu elasticidad hyung – susurró sobre sus labios mientras este estaba más ocupado arañando la espalda de Hoya y murmurando incoherencias.

Ambos llegaron al climax casi al mismo tiempo, Dong Woo viniéndose en su estómago mientras Hoya lo hacía en su interior, cayendo segundos después sobre el mayor que solo atinó a abrazarlo y seguir respirando.
Aún tardó unos segundos más en poder vocalizar algo que tuviera sentido.
- Chico listo haberme dado la vuelta, hemos evitado manchar el sofá.
- Ya sabes cómo se puso Kyu hyung la última vez – le recuerda alzando un poco la cabeza para besarle suavemente, una de sus manos acariciando la mejilla del castaño y este enterrando sus manos en el cabello de Hoya y masajeándolo.

Estuvieron así varios minutos antes de optar por ir directamente a por una ducha rápida antes de que la cena que habían pedido llegase.
Cena que terminó antes de lo previsto con ambos rodando en la cama de Hoya dado que parecía que las energías de Dong Woo no iban a terminar nunca.
- Hay que aprovechar ahora que ese loco no está en casa y puedo gritar, ¿no te parece? - le ronronea yendo a perderse bajo las sábanas en dirección a la entrepierna del menor que parecía dispuesta a recibir gustosa todas las atenciones que Dong Woo pudiera darle.
- Hyung, gritas aunque Sung Kyu hyung esté en casa y después pago yo las consecuencias – le recuerda mordiéndose los labios ante las caricias a su miembro.
- Eso es cierto... deja que te recompense por ser tan buen novio – sentencia engullendo al menor de golpe.

Y vaya que lo recompensó, de una manera que Hoya iba a tardar en olvidar.

∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞

¿No es molesto cuando te despiertan, después de un maravilloso sueño, con cierta música que te taladra hasta el cerebro y no te deja conciliar de nuevo el sueño?.
Hoya estaba seguro que había apagado la alarma del móvil así que lo único que podía ser aquel molesto ruido era una llamada.

No sabía qué hora era pero estaba seguro que era temprano.
El único puñetero día que podía quedarse hasta las tantas en la cama después de haber terminado de grabar el MV y lo estaban despertando.
Despertando pronto.
Y podía imaginarse quienes podrían ser los propietarios de dicha llamada así que se anotó mentalmente patearles el trasero después.

Gruñó mil maldiciones e intentó enfocar a su alrededor, algo complicado porque uno: la habitación estaba en penumbra y dos: no llevaba las gafas puestas.

Intentó levantar el brazo derecho para llevarlo hacia la mesita de noche donde, se suponía, estaba el móvil, pero un peso extra le impidió el movimiento. Ahora que se daba cuenta en general parecía que tenía un peso extra en la mayor parte de su cuerpo.
Sonrió con cariño acariciando la espalda desnuda del mayor que estaba felizmente en el país de los sueños con la cabeza enterrada en su cuello, uno de sus brazos rodeando su cintura y una pierna totalmente encima de las suyas. Vamos, que lo estaba usando de colchón pero a él poco le importaba.

Se incorporó como pudo y alcanzó el dichoso teléfono que no dejaba de vibrar y sonar.
Obviamente Dong Woo ni se inmutó por el leve movimiento y el sonido que sonaba por toda la habitación e hizo que el menor negase divertido con la cabeza antes de descolgar.

- ¿Puedo preguntar qué demonios te pica a estas horas de la mañana? Y como vuelvas a decir que se te ha terminado el café o no encontráis el mando de la televisión ambas cosas terminarán metidas en tu trasero.
- Buenos días a ti también Hoya, veo que la sesión de ejercicio nocturno con Dong Woo hyung no ha menguado tu buen humor matutino.
- Cierra el pico, ¿qué te pasa ahora?
- Nada, solo es para avisarte que el hámster ha salido de la ratonera.
El silencio se instauró en la habitación.
- ¿Perdón?
- Sigues dormido por lo que parece.
- Es que tú me estás hablando en el idioma de las jirafas y, lo siento, pero bastante he hecho terminando por entender el de los dinosaurios.
- Buen punto, ciertamente es un gran avance...
- ¡Al grano Sung Yeol!
- ¡Que Sung Kyu hyung está terminando de comerse el desayuno que muy amablemente le ha preparado Woo Hyun! lo cual me parece horrible porque a nosotros nunca nos lo prepara... ¡¡eso es favoritismo!!
- ¡Vuelve al punto!
- Cierto... pues eso, que cuando acabe, que no le queda mucho, subirá hacia el apartamento así que más os vale estar presentables y que la casa en sí lo esté porque ya sabes como se pone cuando encuentra toda la ropa tirada por los suelos o peor, si estáis desnudos sobre cualquier superficie del hogar.
- Estamos en mi habitación.
- ¿Y cómo está el resto de la casa?

El silencio que se volvió a instaurar en la habitación le dio a Sung Yeol la respuesta.
- ¿Han vuelto a destrozar el apartamento?
Esa era la voz de Myung Soo con un toque de diversión preguntándole a Sung Yeol.
- Eso parece.
- No hemos destrozado nada – contestó Hoya intentando hacer memoria de lo grave que podría estar el comedor.
Salvo la ropa tirada de cualquier manera no recordaba nada que fuera especialmente preocupante.
- Gran avance, pero os recomiendo tener la casa decente para cuando el hámster gruñón llegue que será en... ¿cinco o diez minutos?
- ¡¡No puedo despertar a Dong Woo hyung en cinco minutos y lo sabes!! - gritó de repente incorporándose y haciendo que el nombrado rodase un poco, quedando boca arriba pero, por supuesto, más muerto que vivo.
- Pues si tú no puedes despertarlo...
- No es que yo no pueda, ¡¡es que es imposible!!
- Ya se te ocurrirá algo pero date prisa que hyung está terminándose el café.
- ¡¡HYUNG DESPIERTA!! ¡Si no despiertas los dragones morirán! - gritó de repente Hoya zarandeando al mayor dormido su lado.
- asoymun...dracogonsmjixcnexctesf...
- No, no eres un jinete del dragón... ¡pero despierta o moriremos todos entre terribles sufrimientos!
- mazomvibies...
- ¡Que tampoco son zombies! ¡Algo que da más miedo!
- dasfdemovnios
- ¡Ni demonios, ni fantasmas ni nada sobrenatural!
- Os juro que no sé como demonios hace para entender lo que está gruñendo Dong Woo hyung, es algo increíble – se escuchó a Sung Yeol de repente con la contestación de
“años de práctica” por parte de Myung Soo y un “dios los cría y ellos se juntan” por parte de Woo Hyun.
- ¡Iros a la mierda! - gritó apagando el móvil y lanzándolo a algún rincón de la habitación e intentando zarandear al mayor para que al menos se despertase y pusiese la ropa interior.
Al menos eso.

- Hyung el loco que tenemos por líder está terminando de desayunar y yo tengo un comedor que recoger así que al menos despierta y ponte la ropa interior, si lo haces te compraré helado de chocolate y manzana verde – le suplicó a lo que el mayor pareció reaccionar un poco, abriendo ligeramente un ojito y moviéndose con lo cual Hoya pudo saltar de la cama, abrir un poco la persiana para que entrase luz y buscar algo que se pareciera a su ropa.
- Hoaegi... chocolate...
- No, no es lo que piensas, he dicho helado de chocolate y manzana verde... ¡pero despierta y ponte la ropa interior.
- Jo... chocolate... - hace un ligero pucherito mientras Hoya asoma la cabeza por la puerta verificando que el apartamento seguía completamente vacío y echar a correr hacia el comedor recolectando todo lo que había esparcido por la sala.

Un sonido conocido se escuchó desde la puerta de entrada y lo único que pudo hacer el moreno es coger toda la ropa en un montón, dejando el comedor relativamente ordenado, y echar a correr de nuevo hacia la habitación, cerrándola tras él.
- MIERDA, el hámster diabólico ya ha llegado... - gruñó maldiciones mirando dentro de la habitación y a un Dong Woo a medio camino de tirarse de cabeza al suelo.
Al menos el chico había hecho el intento de rodar fuera de la cama para despertarse.
Era algo que hacía a menudo porque, según él, “
las sábanas siempre lo atrapaban para que se quedase calentito dentro de ellas y el hecho de tener a Hoya desnudo a su lado no ayudaba así que optaba por rodar y que la gravedad hiciera el resto”.
De nuevo ahí estaba la lógica de Dong Woo.

El moreno logró ponerse los pantalones del chándal antes de saltar sobre la cama de nuevo y estirar a su hyung para que se sentase en el borde y no se abriese la cabeza haciendo que este lo mirase completamente desorientado. Dong Woo juraría que parecía que estaban intentado ponerle la ropa interior, aunque con el lío de sábanas intentar sacar una de las pierna del chico era tarea imposible.
- Me he despertado en el mundo del revés, en vez de quitarme la ropa Hoya me la está poniendo...
El menor no pudo evitar soltar una carcajada.
- Sepas que en este mundo del revés tuyo el carácter de Sung Kyu hyung sigue siendo el mismo así que saca las piernas hyung y al menos ponte est-...

La puerta se abrió de golpe haciendo que al pobre Dong Woo casi le diera un ataque al corazón, dando un bote en la cama y sin poder evitar caer de la misma terminando con las piernas sobre la cama pero su trasero y espalda en el suelo.
Inclinó la cabeza hacia atrás para ver a Sung Kyu fulminándoles con sus ojillos desde el marco de la misma.
- ¡Buenos días hyung! ¿has dormido bien? ¿qué tal por allá abajo? - preguntó felizmente el castaño dándole completamente igual estar desnudo frente a su hyung y que este tuviera visibles instintos homicidas hacia su persona.
- ¿Por qué el sofá está movido de su sitio?
- Un terremoto – fue la contestación de Hoya que permanecía serio, todo lo serio que podía estar con las piernas de Dong Woo todavía encima de la cama moviéndose rítmicamente de un lado para otro de manera bastante graciosa y la cara de asesino en potencia que tenía en aquellos momentos Sung Kyu.
- ¿Y solo se ha movido el sofá?
- Era un terremoto selectivo, solo se centró en esa zona.
- ¿Y ese terremoto se llamaba Dong Woo de apellido Jang?
- ¿Ah? ¿hay un terremoto con mi nombre? - preguntó el chico en cuestión con sonrisa inocente mientras los otros dos parecían tener un duelo de batallas súper épico.

Sung Kyu fue el primero en soltar un suspiro.
- Al menos uno de vosotros ha hecho el intento de vestirse, puedo imaginar que la tarea era muy complicada para aquí nuestro amigo...
Echó una última mirada fulminante hacia un sonriente Dong Woo antes de salir de la habitación, cerrándola tras de sí a lo que Hoya lo miró realmente sorprendido.
- Vaya, los desayunos de Woo Hyun realmente cambian a las personas...
- ...o eso o realmente nos hemos despertado en el mundo del revés y el carácter de hyung ha mejorado – sentencia Dong Woo dando un saltito para subirse a la cama y abrazar al menor dándole besitos por toda la cara.
- No creo que hayamos tenido tanta suerte además... - sonríe al notar los besitos – ni por todo el oro morado del mundo querría que cambiases hyung.
- Haría falta algo más que un mundo paralelo para que yo cambiase, en todo caso te querría todavía más y eso lo pongo en duda.

Cuando su hyung le soltaba aquellas cosas con tanta naturalidad había veces que no sabía qué contestarle, mayormente porque nunca podría vencer a ese genio en una conversación y porque siempre tendría una frase para rebatirle lo que sea que dijera, así que optaba por corresponderle con cariño y el amor que sentía por él.

Porque si Hoya podía parecer frío y malhumorado el hecho de tener a Dong Woo a su lado le hacía sacar su lado cariñoso, cursi y sobreprotector. Porque Dong Woo era pura energía, sonrisas y amor. Porque ambos eran completamente opuestos pero por eso mismo era por lo que se entendían sin abrir la boca y se compenetraban a la perfección.

- ¡Más os vale no hacer lo que creo que estáis haciendo porque hemos dicho de salir todos a comer después! - les gritó Sung Kyu desde algún rincón de la casa a lo que Hoya soltó un suspiro sobre los labios de su hyung, este haciendo un pucherito adorable.
- Anda, vamos a arreglar todo el desastre y darnos una ducha – sentenció Hoya apartándose del mayor y saliendo de la cama para intentar recoger la ropa esparcida por el suelo.
- ¡Voto por lo segundo! - gritó el mayor subiéndose de un salto a la espalda del moreno que a duras penas logró sujetarlo para que no se cayera de culo al suelo.
- ¡Hyung, no hagas eso de repente o al final te caerás!
- Tengo buena amortiguación trasera y lo sabes – contestó con una sonrisa mientras apoyaba el mentón en el hombro del menor – además, sé que siempre me cogerás.
- Demasiada fe tienes en mí.
- Toda la del mundo~ ¡vamos a la ducha!
- ¿Vas a salir así? - pregunta como recordándole que todavía seguía completamente desnudo y, para corroborar sus palabras, apretó una de sus nalgas con sus manos.
- Por eso me llevas así, nadie verá nada nuevo...
- Cierto, no me acordaba que enseñaste medio trasero al mundo en la jungla – gruñó Hoya mientras salían de la habitación a paso rápido para evitar otro grito por parte del líder.
- No sabía que las cámaras estaban encendidas – se defendió el chico dándole un beso en el hombro.
- ¿Y las lucecitas rojas? ¿no sabes a estas alturas que cuando la luz roja está enchufada la cámara también lo está?
- No tengo ese sexto sentido que tiene Woo Hyun para localizar las cámaras y hacer poses adorables para las fans – chasqueó la lengua haciendo que Hoya soltase una pequeña carcajada.
- Ahí me has dado – concluyó pateando la puerta para abrirla y meterse dentro, Dong Woo cerrándola a sus espaldas todavía subido en la espalda del menor.
Cerrarla con pestillo.
- Hyung...
- ¡Soy inocente! - se defiende – soy inocente de cualquier cosa que puedas estar pensando.

Hoya negó divertido con la cabeza antes de abrir la llave del agua y meterse de espaldas para que Dong Woo fuera el primero en entrar. Entrar con el agua fría saliendo en aquellos momentos.
- ¡¡AHHHH!! - gritó abrazándose con fuerza al moreno, este soltando una carcajada antes de apartar al mayor del chorro de agua fría - ¿¡POR QUÉ HAS HECHO ESO!?
- Para enfriarte las ideas calientes que puedas tener, te recuerdo que tenemos un hámster enfadado por casa y se supone que salimos a comer.

El pucherito adorable que le hizo Dong Woo en aquellos momentos derribó todas las defensas posibles que pudiera haber levantado. Eso y el mordisco que le dio en la oreja también tuvo algo que ver.
- Hyung... al menos deja que me quite la ropa.
- Yo no sé ni para qué te vistes.
- No me apetece que Kyu hyung me castre, la verdad.
- Tsk, que me entere yo – gruñe el mayor mientras él mismo empezaba a bajar con sus manos el pantalón del menor, terminando el trabajo con sus pies – listo.
- Siempre tienes soluciones para todo.
- Es que tengo mucha imaginación – se ríe emocionado antes de llevar una de sus manos al chorro de agua que continuaba saliendo, esta vez con una temperatura media – el agua está lista, arre caballito~
- ¿Y ahora soy un caballo? - pregunta Hoya negando divertido con la cabeza antes de entrar todavía con el mayor a cuestas, cerrando la mampara tras ellos.
- No sabría qué decirte, suelo montarte en ocasiones así que...
- ¡Hyung!
- ¡¡HE ESCUCHADO ESO!! ¡¡COMO NO SALGAIS EN CINCO MINUTOS ECHO LA PUERTA ABAJO!!

El berrido que soltó Sung Kyu aporreando la puerta hizo que el corazón de ambos estuviera a punto de pararse aunque eso sí, Dong Woo terminó por reírse a carcajadas mientras el líder continuaba maldiciendo en todos los idiomas existentes.
Hoya suspiró, bajando a su hyung de su espalda y empezando a enjabonarle el cabello mientras este tenía una ardua batalla para seguir respirando y el líder continuaba maldiciéndolos.

A decir verdad cosas así pasaban día sí y día también así que el chico se llegaba a preguntar en más de una ocasión quién era el mayor en aquel apartamento.
- ¡CINCO MINUTOS, OS AVISO!
Fue lo último que escucharon antes de que el líder se encerrase en su habitación.
- Ya nos han fastidiado...
- Resérvalo para la noche hyung.
- Pero yo quería ducha – le hace un pucherito adorable cerrando los ojitos al notar el agua sobre su cabeza y al menor quitándole los restos de jabón.
- Pues nos duchamos otra vez.
- Oh~ Hoya admitiendo que quiere hacer ejercicio salvaje en la ducha, interesante...
- El hecho de que no lo diga tantas veces como tú no significa que no quiera, hyung.
- Cierto, yo digo las burradas y tú solo las piensas y te ríes con ellas... - ríe divertido antes de que el menor dirigiera el chorro de agua directamente al rostro de Dong Woo, llenándole la boca de agua.
- A mí me dan igual pero a Sung Kyu hyung un día le dará un ataque al corazón como no cierres más a menudo esa boca.
Por toda contestación Dong Woo le tiró parte del agua que había entrado en su boca al rostro del menor, como si de un pececito se tratase.

La venganza no tardó en llegar en forma de cosquillas, no demasiadas para no terminar los dos de culo en el suelo pero sí lo bastante para que la risa histérica de Dong Woo se escuchase varios kilómetros a la redonda e hicieran que el líder volviera a aporrear al puerta avisando que les quedaban dos minutos.

Al final optaron por salir enrollados en una gran toalla, Dong Woo poniendo pucheritos y Hoya prometiéndole una recompensa en forma de baño, ducha o lo que él quisiera. Y por supuesto el líder les prometió una patada en el trasero como tardasen mucho más.

Dos horas después los siete por fin lograron salir de casa para comer en algunos de sus restaurantes habituales, y hubieran tardado menos en salir si alguien, o alguienes, no hubieran estado demasiado ocupados lanzándose besos y piropos al espejo.
No hacen falta nombres, ellos saben quienes son.
Lo peor es que al principio solo era uno.
Ahora son dos.
- Sois peor que una plaga de zombies – se quejó Myung Soo.
- ¿Qué tienen que ver los zombies con los espejos? - preguntó Sung Yeol visiblemente curioso mientras los siete entraban a un restaurante saludando a la buena señora propietaria con una cariñosa sonrisa antes de ir a su mesa habitual del fondo.
- Yo que sé, es una plaga y prefiero que sea una zombie porque entre este – señala a Sung Jong – y este – ahora era el turno de Dong Woo – estoy seguro de que sobrevivimos.
Y esa fue la conclusión de Myung Soo.

Dentro de lo que cabe era cierto. Entre que el maknae estaba inmunizado contra cualquier cosa que diera miedo y Dong Woo tenía en su poder la mochila maravilla que poseía cualquier arma de destrucción masiva que imaginases estaban seguros de sobrevivir al apocalipsis zombie.
- Entonces... ¿Woo Hyunie suele morder a Kyuzizi hyung? - preguntó el rapero con inocencia haciendo que Woo Hyun se atragantase con su propia saliva y Sung Kyu pegase el grito al cielo.
El resto por supuesto contuvo las carcajadas para no cabrear más al líder.
- ¿¡¡DE DÓNDE SACAS ESA IDIOTEZ!!?
- No me gustan las pelis de zombies pero hasta yo sé que se contagian por los mordiscos, así que si Kyu hyung se ha contagiado de Woo Hyun digo yo que habrá sido a través de una mordedura.
- ¡Pero se contagia el virus extraño o lo que sea que tengan los zombis, no puede contagiarse el mirarse al espejo más de lo normal!
- Dicen que la idiotez es contagiosa así que... - murmuró Myung Soo.
- ¡A CALLAR!
- Ufff menos mal, he pensado por un momento que el hecho de que estés más hiperactivo de lo normal se debía a mis mordiscos – le comentó Dong Woo a Hoya sentado a su lado con la mayor sonrisa inocente del universo haciendo que Sung Kyu estuviera a punto de estrangular a alguien, seguramente al pobre Woo Hyun que se había sentado al lado, o de patear a alguien, Dong Woo por sentarse delante de él.
- ¡¡Ya os tengo dicho que durante las horas de la comida os ahorráis comentarios pervertidos!!
- ¡¡Pero si no he dicho nada!! - se defiende el chico llevándose una mano al pecho fingiendo un dolor insoportable – si realmente dijera lo que pasa por mi mente no ibas a llegar a viejo aunque ya estés a mitad del camino.
- ¡Yah! ¡Te tengo dicho que no te juntes demasiado con ese... – señala a un silencioso, pero sonriente, Hoya que miraba la escena con diversión – ...que te contagia de su lengua viperina!
- Hyung... por si no lo habías notado primero: estamos en el mismo grupo, segundo: vivimos juntos, tercero: compartimos subunidad y cuarto pero no menos importante: somos pareja.
- ¡¡SHHHH!! ¡Cuidado con los espías!
- Ya hemos vuelto a los espías ninja... - murmura Sung Yeol mirando a su alrededor por si realmente habían ninjas ocultos en alguna esquina.
- He vigilado antes de entrar, no hay nadie con pinta extraña – informa Woo Hyun.
- No sabría qué decirte, a tu lado hay uno con pinta extraña y visibles instintos homicidas – le susurra Hoya señalando al líder que, gracias a dios, no le había escuchado dado que estaba demasiado ocupado discutiendo con Dong Woo sobre ninjas, perversiones y lo que parecía ser algún plan de dominación mundial que solo el segundo mayor conocía.
- Entonces en qué quedamos, ¿es Dong Woo hyung o Hoya hyung el que muerde? - preguntó el maknae.
Myung Soo alzó dos dedos como dando a entender que ambos lo hacían.

La buena mujer empezó a traer una variedad de deliciosos platos a la mesa más escandalosa del lugar donde, si no era uno quien atacaba era otro quien soltaba una burrada mayor que la anterior.
Y se supone que los idols tienen que dar ejemplo y no llamar la atención.
Estaba claro que Infinite eran unos idol bastante peculiares en todos los aspectos.
Pero supongo que es por eso que son tan especiales, ¿verdad?.

FIN.


No podéis juzgarme, no si como yo habéis visto el nuevo MV de Infinite H. La culpa es de ellos, que me inspiran para cosas pervertidas cuando una es una pequeña e inocente jovencita (?)

A decir verdad ya estaba planeando algo cuando salió el teaser pero quería esperarme a ver el MV entero por si tenía que añadir/cambiar algunas cosas de la idea original. Hice bien xDDDD

Quienes hayan leído algunos de mis trabajos ya sabéis que yo uso bastante la comedia, hay que darle alegría y risas a la vida ~ pero el oneshot también tiene su toque porno (es YaDong, ¿con quién creéis que estáis hablando? tsk ¬¬) así que espero que esté a gusto del consumidor.

Dedicado a una de mis fuentes de inspiración (?) ella ya sabrá quién es y si no creo que algo de lo aquí escrito le sonará, vamos, creo yo ♥


PD: Terminé de escribirlo a las dos de la mañana después de una buena sesión de inspiración entre las que podemos encontrar fancams y otras cositas variadas. Si hay alguna burrada muy salvaje o algún fallo imploro vuestro perdón pero bueh, una es humana y eso ~ :3


Fanfic con derechos de autor. Prohibida la copia total o parcial del Fanfic. 
¡No al plagio! Respeta el trabajo de las autoras.
¡Gracias y no te olvides de comentar ^_^!

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