28/1/14
Nota: capítulo escrito en tercera persona.
Capítulo 4
El
productor Jae Dong negó varias veces más con la cabeza, era la
cuarta vez que repetía aquel maldito trozo y parecía que Dong Woo
estaba totalmente atragantado con aquello. Y el pobre chico a cada
segundo que pasaba parecía querer ahorcarse con los cables de los
auriculares, eso y que las risitas de fondo de Hoya no es que
ayudasen demasiado.
- Dong Woo-ssi... ¿qué os parece si seguimos mañana? Aún tenemos varios días de margen así que no te obligues si hoy no te encuentras... digamos, inspirado- le dijo mostrando una cortés y dulce sonrisa que el pelirosa agradeció devolviéndosela.
Minutos después el rapero mayor salía de la sala de grabación arrastrando los pies como un presidiario que caminase hacia el patíbulo, y eso que lo que había al final del pasillo era un simple ascensor que los llevaría al garaje de la compañía.
- Hyung, ¿no crees que estás dramatizando?- preguntó Hoya bufando mientras entraba en el ascensor.
Dong Woo lo miró con los ojos entrecerrados, inspeccionándolo de arriba abajo.
- Ya, claro... como al señor todo-lo-hago-bien-hasta-gemir-en-plan-coña le ha salido a la primera está la mar de contento y feliz- le gruñó mientras apretaba el botón con más fuerza de la necesaria.
A su espalda Hoya soltó una pequeña risa, acercándose a su hyung y abrazándolo por la espalda.
- Hyung, ¿quieres qué te enseñe?- le preguntó haciendo que el mayor se tensase entre sus brazos.
Dong Woo siempre había dicho que era una persona cariñosa, y era verdad, le gustaba dar abrazos, recibirlos y aquella peculiar manía que tenía de tocar los traseros de la gente era algo innato en él. Por eso se sorprendió cuando aquel respingo salió de sus labios al notar los brazos del menor rodeando su cintura y su mentón apoyado en su hombro.
No supo que contestar a aquello, ¿qué cojones le iba a contestar? ¿qué ya había tenido unos pensamientos no demasiado puros hacia su amigo mientras grababa aquella dichosa canción y que gracias a ello le había salido su primer estribillo?
El sonido de la campanita del ascensor le sacó de sus pensamientos, saliendo prácticamente como alma que lleva al diablo del ascensor, caminó al coche que horas antes habían aparcado allí. Lo abrió con más fuerza de la normal, sentándose y ajustando el cinturón con unas ganas tremendas de llegar a casa y encerrarse en su habitación.
¿Lo peor de todo aquello? Que gracias a las promociones como sub-unidad los miembros les habían dejado la habitación para ellos solos ya que más adelante se daría el caso de que ambos llegarían más tarde, así podrían descansar tranquilamente y no molestar al resto de los chicos.
Maldita la hora en que había aceptado aquello riéndose con emoción mientras daba uno de sus peculiares saltitos de alegría abrazando a Hoya como si les hubiera tocado la lotería.
Hoya abrió la puerta del copiloto, mirando a su hyung entre preocupado y curioso. Dong Woo estaba extraño, más de lo normal y eso ya era decir. Arrancó el coche y apenas le dirigió la mirada mientras lo sacaba del garaje.
El menor se preocupó de que aquel pequeño incidente en la grabación fuese causante de estrés y, por sobre todo, de que la preciosa sonrisa de su hyung y su estado de ánimo desapareciesen; y era algo que Hoya no permitiría ni por encima de su cadáver.
Lo pensó unos segundos antes de que una idea le surgiera, precipitada, pero que estaba seguro animaría al mayor.
- Hyung, ¿quieres ir a bailar?- le preguntó justo cuando estaban girando la esquina de la calle, incorporándose al tráfico que había a aquellas horas.
- ¿Eh?- preguntó el pelirosa que había estado en su propio mundo desde que había salido del ascensor, intentando no cometer ningún accidente, ni atropellar a algún peatón que se le cruzase en su camino, recordar todas las señales de tráfico y por sobre todo parar cuando el semáforo estuviese en rojo.
Los miembros decían que era un peligro al volante pero Dong Woo sabía que simplemente era precavido, aunque admitía que en algún momento se había emocionado más de lo normal y podría haber cometido algún que otro accidente vial, nada que un par de golpes por parte de Sung Kyu sentado a su lado y los gritos de nenas histéricas en la parte de atrás no solucionasen.
Hoya lo miró de nuevo, su hyung había vuelto a su mundo feliz sin apenas hacerle caso, sumamente concentrado en algún pensamiento interno y en no atropellar a ninguna anciana.
Y al castaño no le gustó demasiado que su hyung no le prestase atención.
Llevó una mano a la que el pelirosa tenía sobre el cambio de marchas haciendo que, ahora sí, el mayor moviera la cabeza hacia su lado como dando a entender que le prestaba atención.
- Da media vuelta, vamos a bailar un rato y devolverte las energías.
Y esta vez no era una pregunta si no más bien una orden.
- ¿Ahora? ¿Quieres ir a bailar ahora mismo?- preguntó Dong Woo mirándole fijamente cuando el semáforo se puso en rojo y paró justo a tiempo, siendo el asentimiento de cabeza de Hoya la respuesta que recibió- ¿Por qué?
- Porque no quiero verte así, y sé que bailar te quita el estrés. Quiero ver a mi hyung bailando como solo él sabe hacerlo, sin preocupaciones, simplemente disfrutando el momento- le miró fijamente y completamente serio- quiero que bailemos juntos, como siempre, como uno solo.
Aquellas palabras hicieron enrojecer levemente al mayor que sólo pudo asentir mientras, en la siguiente calle, se metía para rehacer el camino de nuevo hasta la compañía.
Hoya sonrió, en parte porque de verdad que le apetecía bailar (¿cuándo no le apetecía a este chico?), en parte porque no le apetecía demasiado encerrarse en el apartamento ellos dos solos, prefería estar con la cabeza centrada en el baile y no en su hyung y esos pensamientos que últimamente ocupaban su mente y más sabiendo que no habría nadie en casa que pudiera interrumpir... ¿espera? ¿interrumpir? ¿qué cojones iban a interrumpir?
La respuesta llegó con fuerza a su mente, como si hubiera estado escondida todo este tiempo en el fondo de su cabeza, y se sorprendió al darse cuenta que, lejos de parecer raro, le parecía normal; le parecía perfecto y correcto. Porque era Dong Woo de quien estaba hablando.
Llegaron, otra vez, a la compañía y aparcaron en el mismo hueco de antes. Se bajaron en completo silencio y en el ascensor más de lo mismo.
- Dong Woo-ssi... ¿qué os parece si seguimos mañana? Aún tenemos varios días de margen así que no te obligues si hoy no te encuentras... digamos, inspirado- le dijo mostrando una cortés y dulce sonrisa que el pelirosa agradeció devolviéndosela.
Minutos después el rapero mayor salía de la sala de grabación arrastrando los pies como un presidiario que caminase hacia el patíbulo, y eso que lo que había al final del pasillo era un simple ascensor que los llevaría al garaje de la compañía.
- Hyung, ¿no crees que estás dramatizando?- preguntó Hoya bufando mientras entraba en el ascensor.
Dong Woo lo miró con los ojos entrecerrados, inspeccionándolo de arriba abajo.
- Ya, claro... como al señor todo-lo-hago-bien-hasta-gemir-en-plan-coña le ha salido a la primera está la mar de contento y feliz- le gruñó mientras apretaba el botón con más fuerza de la necesaria.
A su espalda Hoya soltó una pequeña risa, acercándose a su hyung y abrazándolo por la espalda.
- Hyung, ¿quieres qué te enseñe?- le preguntó haciendo que el mayor se tensase entre sus brazos.
Dong Woo siempre había dicho que era una persona cariñosa, y era verdad, le gustaba dar abrazos, recibirlos y aquella peculiar manía que tenía de tocar los traseros de la gente era algo innato en él. Por eso se sorprendió cuando aquel respingo salió de sus labios al notar los brazos del menor rodeando su cintura y su mentón apoyado en su hombro.
No supo que contestar a aquello, ¿qué cojones le iba a contestar? ¿qué ya había tenido unos pensamientos no demasiado puros hacia su amigo mientras grababa aquella dichosa canción y que gracias a ello le había salido su primer estribillo?
El sonido de la campanita del ascensor le sacó de sus pensamientos, saliendo prácticamente como alma que lleva al diablo del ascensor, caminó al coche que horas antes habían aparcado allí. Lo abrió con más fuerza de la normal, sentándose y ajustando el cinturón con unas ganas tremendas de llegar a casa y encerrarse en su habitación.
¿Lo peor de todo aquello? Que gracias a las promociones como sub-unidad los miembros les habían dejado la habitación para ellos solos ya que más adelante se daría el caso de que ambos llegarían más tarde, así podrían descansar tranquilamente y no molestar al resto de los chicos.
Maldita la hora en que había aceptado aquello riéndose con emoción mientras daba uno de sus peculiares saltitos de alegría abrazando a Hoya como si les hubiera tocado la lotería.
Hoya abrió la puerta del copiloto, mirando a su hyung entre preocupado y curioso. Dong Woo estaba extraño, más de lo normal y eso ya era decir. Arrancó el coche y apenas le dirigió la mirada mientras lo sacaba del garaje.
El menor se preocupó de que aquel pequeño incidente en la grabación fuese causante de estrés y, por sobre todo, de que la preciosa sonrisa de su hyung y su estado de ánimo desapareciesen; y era algo que Hoya no permitiría ni por encima de su cadáver.
Lo pensó unos segundos antes de que una idea le surgiera, precipitada, pero que estaba seguro animaría al mayor.
- Hyung, ¿quieres ir a bailar?- le preguntó justo cuando estaban girando la esquina de la calle, incorporándose al tráfico que había a aquellas horas.
- ¿Eh?- preguntó el pelirosa que había estado en su propio mundo desde que había salido del ascensor, intentando no cometer ningún accidente, ni atropellar a algún peatón que se le cruzase en su camino, recordar todas las señales de tráfico y por sobre todo parar cuando el semáforo estuviese en rojo.
Los miembros decían que era un peligro al volante pero Dong Woo sabía que simplemente era precavido, aunque admitía que en algún momento se había emocionado más de lo normal y podría haber cometido algún que otro accidente vial, nada que un par de golpes por parte de Sung Kyu sentado a su lado y los gritos de nenas histéricas en la parte de atrás no solucionasen.
Hoya lo miró de nuevo, su hyung había vuelto a su mundo feliz sin apenas hacerle caso, sumamente concentrado en algún pensamiento interno y en no atropellar a ninguna anciana.
Y al castaño no le gustó demasiado que su hyung no le prestase atención.
Llevó una mano a la que el pelirosa tenía sobre el cambio de marchas haciendo que, ahora sí, el mayor moviera la cabeza hacia su lado como dando a entender que le prestaba atención.
- Da media vuelta, vamos a bailar un rato y devolverte las energías.
Y esta vez no era una pregunta si no más bien una orden.
- ¿Ahora? ¿Quieres ir a bailar ahora mismo?- preguntó Dong Woo mirándole fijamente cuando el semáforo se puso en rojo y paró justo a tiempo, siendo el asentimiento de cabeza de Hoya la respuesta que recibió- ¿Por qué?
- Porque no quiero verte así, y sé que bailar te quita el estrés. Quiero ver a mi hyung bailando como solo él sabe hacerlo, sin preocupaciones, simplemente disfrutando el momento- le miró fijamente y completamente serio- quiero que bailemos juntos, como siempre, como uno solo.
Aquellas palabras hicieron enrojecer levemente al mayor que sólo pudo asentir mientras, en la siguiente calle, se metía para rehacer el camino de nuevo hasta la compañía.
Hoya sonrió, en parte porque de verdad que le apetecía bailar (¿cuándo no le apetecía a este chico?), en parte porque no le apetecía demasiado encerrarse en el apartamento ellos dos solos, prefería estar con la cabeza centrada en el baile y no en su hyung y esos pensamientos que últimamente ocupaban su mente y más sabiendo que no habría nadie en casa que pudiera interrumpir... ¿espera? ¿interrumpir? ¿qué cojones iban a interrumpir?
La respuesta llegó con fuerza a su mente, como si hubiera estado escondida todo este tiempo en el fondo de su cabeza, y se sorprendió al darse cuenta que, lejos de parecer raro, le parecía normal; le parecía perfecto y correcto. Porque era Dong Woo de quien estaba hablando.
Llegaron, otra vez, a la compañía y aparcaron en el mismo hueco de antes. Se bajaron en completo silencio y en el ascensor más de lo mismo.
Dong
Woo meditaba profundamente las palabras dichas por su dongsaeng,
¿tan preocupado estaba por él? No le gustaba preocupar a la gente,
es más, solía ser él mismo el que se preocupada demasiado por el
resto de grupo ganándose a menudo el sobrenombre de 'madre' en
Infinite.
Pero admitía que la idea de bailar hasta terminar rendido y tirado en el suelo le encantaba, le hacía falta, de verdad que necesitaba bailar y estaba sorprendido de que Hoya hubiera sabido exactamente lo que necesitaba simplemente echándole un vistazo.
- Gracias- le contestó el mayor con una sonrisa mientras ambos entraban en la sala de baile y encendían las luces, yendo el menor al equipo de música y empezando a elegir las canciones que bailarían; algunas de Infinite, otras suyas de su nuevo álbum.
- Esa es la sonrisa que quiero verte hyung y ahora, vamos a bailar.
Y bailaron, vaya que lo hicieron, hasta terminar sentados en el piso sudando la gota gorda. Habían acabado con las espaldas en la pared, respirando agitadamente y pasándose la botella de agua para hidratarse.
- Hyung, ¿soy yo o en Paradise estabas más inspirado de lo normal? He llegado a pensar que tu pelvis iba a empotrarse contra el espejo en algunos de los movimientos...
Dong Woo escupió el agua que estaba bebiendo y apartó la mirada ligeramente sonrojado. Siempre había dado el 200% en todos los bailes, Paradise uno de ellos (y su favorito) pero no esperaba que Hoya lo hubiera estado observando tan atentamente.
Había estado observando a Hoya beber de la botella, reflejados en el espejo que había frente a ellos, y cuando le pasó la botella el menor había aprovechado para soltarle aquello. No pudo continuar observando al chico reflejado en el espejo, con la respiración agitada, sudando, el pelo revuelto y una sonrisa de satisfacción en el rostro. Casi parecía que hubiera terminado de echar un polvo allí mismo.
Se atragantó él solo con la saliva al pensar en esto y optó por contestar intentando sonar tranquilo.
- Será que solo para el baile estoy inspirado, los gemidos fingidos al parecer son demasiado para mí- dijo el chico riéndose con algo de nerviosismo.
Hoya se rió con él y se inclinó un poco.
- Hyung, te lo repito, ¿quieres qué te ayude con eso? No es tan complicado como crees...
Pero admitía que la idea de bailar hasta terminar rendido y tirado en el suelo le encantaba, le hacía falta, de verdad que necesitaba bailar y estaba sorprendido de que Hoya hubiera sabido exactamente lo que necesitaba simplemente echándole un vistazo.
- Gracias- le contestó el mayor con una sonrisa mientras ambos entraban en la sala de baile y encendían las luces, yendo el menor al equipo de música y empezando a elegir las canciones que bailarían; algunas de Infinite, otras suyas de su nuevo álbum.
- Esa es la sonrisa que quiero verte hyung y ahora, vamos a bailar.
Y bailaron, vaya que lo hicieron, hasta terminar sentados en el piso sudando la gota gorda. Habían acabado con las espaldas en la pared, respirando agitadamente y pasándose la botella de agua para hidratarse.
- Hyung, ¿soy yo o en Paradise estabas más inspirado de lo normal? He llegado a pensar que tu pelvis iba a empotrarse contra el espejo en algunos de los movimientos...
Dong Woo escupió el agua que estaba bebiendo y apartó la mirada ligeramente sonrojado. Siempre había dado el 200% en todos los bailes, Paradise uno de ellos (y su favorito) pero no esperaba que Hoya lo hubiera estado observando tan atentamente.
Había estado observando a Hoya beber de la botella, reflejados en el espejo que había frente a ellos, y cuando le pasó la botella el menor había aprovechado para soltarle aquello. No pudo continuar observando al chico reflejado en el espejo, con la respiración agitada, sudando, el pelo revuelto y una sonrisa de satisfacción en el rostro. Casi parecía que hubiera terminado de echar un polvo allí mismo.
Se atragantó él solo con la saliva al pensar en esto y optó por contestar intentando sonar tranquilo.
- Será que solo para el baile estoy inspirado, los gemidos fingidos al parecer son demasiado para mí- dijo el chico riéndose con algo de nerviosismo.
Hoya se rió con él y se inclinó un poco.
- Hyung, te lo repito, ¿quieres qué te ayude con eso? No es tan complicado como crees...
¡No al plagio! Respeta el trabajo de las autoras.
¡Gracias y no te olvides de comentar ^_^!
Ay por fin confirmo que no soy la ùnica que piensa que DongWoo es perfecto bailando Paradise, osea nadie puede mover la pelvis como él lo hace! Hahaha morí.
ResponderEliminarHoya con su insistencia de 'enseñarle' xD